Guerra Espiritual, esta lucha se puede encontrar muy bien descrita en la epístola del apóstol Pablo a los Efesios, 6:12. Para enfrentar esta batalla debemos primero orar en todo momento y estar conscientes de la autoridad que nos fue dada por Dios para pelearla revestidos con sus armas espirituales.
Guerra Espiritual
La guerra espiritual existe. Esto es cierto, lo que pasa es que por no ser física no se puede ver. Más en el sentido espiritual si se puede percibir. Esta batalla se guerrea en otra dimensión que la física, tocando el ámbito de lo sobrenatural. Es una guerra del bien contra el mal, de la luz contra la oscuridad o las tinieblas. En esta batalla Dios se alza todopoderoso sobre las artimañas del ángel caído en rebelión satanás.
A lo largo de todo el texto de la biblia son muchos los pasajes que se refieren a la guerra espiritual. No obstante el texto que mejor la describe y la expone a la luz es el escrito por Pablo en su carta a los efesios. Este pasaje se denomina la armadura de Dios y se encuentra en Efesios 6: 10 – 20. En el verso 12 de ese pasaje:
12 Porque no luchamos contra gente como nosotros, sino contra espíritus malvados que actúan en el cielo. Ellos imponen su autoridad y su poder en el mundo actual. Efesios 6:12 (TLA)
Aquí el Apóstol Pablo identifica al enemigo a vencer en la guerra. Indicando claramente que este enemigo no es un ser humano, como tú o como yo. Sino, que son potestades espirituales que puedan estar operando en la persona, que pueda estar enfrentándonos. Pero en el pasaje Pablo también nos exhorta a orar en todo momento y colocarnos la armadura de Dios. Para poder luchar y vencer la guerra espiritual, a la que el cristiano le toca enfrentar.
El lugar de la guerra espiritual
En el pasaje de igual forma podemos ver que la guerra espiritual se libra en regiones celestes o cielo. ¿Pero qué cielo es este?, porque sabemos que Dios se encuentra y gobierna en el cielo. Con respecto a esto la biblia nos aclara muy bien sobre la existencia de tres cielos, y uno gobierna sobre todos, el cielo donde vive Dios. Veamos a continuación cuales son estos cielos:
- Primer cielo: Este cielo es lo que se conoce como la atmósfera, es el espacio que rodea a la tierra, donde viven las aves. Léase Lucas 9:58 – las aves de los cielos.
- Segundo cielo: El cielo que se conoce como el espacio exterior. Espacio posterior a la atmósfera terrestre, donde se encuentran las estrellas, los planetas, el sol, etc. Este cielo no puede ser el mismo de la atmósfera por cuanto en ella no existen estrellas. La biblia se refiere a este cielo en específico, en pasajes como Génesis 15:5 – Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas.
- Tercer cielo: es el lugar del trono de Dios, el salmo 103 en su verso 19 describe, -Dios estableció en los cielos su trono. Y su reino gobierna sobre otros.
En el nuevo testamento, el apóstol Pablo confirma el tercer cielo en su segunda carta a los corintios, 2 Corintios 12: 2 – 4:
2-3 Conozco a un hombre que cree en Cristo, y que hace catorce años fue llevado a lo más alto del cielo. No sé si fue llevado vivo, o si se trató de una visión espiritual. Sólo Dios lo sabe. 4 Lo que sé es que ese hombre fue llevado al paraíso, y que allí escuchó cosas tan secretas que a ninguna persona le está permitido decirlas.
Es entonces el primer cielo el lugar donde se libra la guerra espiritual, lo escrito en Efesios 2:2, lo confirma:
2 seguían el mal ejemplo de la gente de este mundo, y obedecían al poderoso espíritu en los aires, que gobierna sobre los malos espíritus y domina a las personas que desobedecen a Dios- (TLA)
Pablo se refiere a satanás cuando escribe el espíritu en los aires. Y el aire o atmósfera es donde gobierna u operan los espíritus del mal. El maligno gobierna desde ese primer cielo, las regiones que le fueron asignadas. Por eso es que la Biblia lo nombra como el dios de este mundo con “d” minúscula. Estos principados pueden vencer a menos que, los creyentes cristianos los enfrentemos con oraciones y guerra espiritual.
Dios tiene formado un ejército de guerreras y guerreros que luchan contra estos males espirituales, de rodilla, intercediendo ante el padre en el nombre de Jesús. Con las armas espirituales que Dios les ha otorgado en autoridad. Mediante un camino de preparación en el Espíritu Santo de Dios, conocimiento profundo de su palabra y guardados en el escudo de la fe.
Cómo Pelear la Guerra Espiritual siendo Cristianos
La guerra espiritual es una realidad para el pueblo cristiano. Como ya se mencionó anteriormente esta es una batalla del bien, que es Dios todopoderoso contra el mal que gobierna el mundo. No obstante el cristiano tiene la certeza del final, que es la victoria de Dios. Conforme está escrito en Juan 16:33, Jesús nos recuerda siempre:
33 Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo vencí al mundo. (DHH)
Como el maligno sabe que está vencido, siempre está al acecho de ver a quien puede atacar para devorar y llevarlo con el junto con su derrota al abismo de las tinieblas. Es por esto que el cristiano debe estar siempre alerta de lo que se mueve a su alrededor tanto físico como espiritual. Así como estar fortalecidos en el Señor, para mantenerse firme contra cualquier flecha que pueda lanzar el diablo, véase Efesios 6:10 – 11.
En la Biblia se encuentra muchos pasajes sobre guerra y también sobre la forma que debe prepararse un hijo de Dios para vencer en su nombre y glorificarlo. Dios es muy específico en el pasaje de Efesios capítulo 6 sobre las armas que debe colocarse el cristiano para librar las batallas espirituales. Siendo todas sus armas de paz y no de guerra. Pero veamos a continuación ciertas claves para pelear la batalla siendo cristianos
Reconocer al Adversario
En los creyentes a veces predomina la mente carnal, y esto tiene que ver con el nivel de conexión que se tenga con la verdadera fuente de poder, que es Cristo Jesús. Mientras sea mayor nuestra comunión con Cristo, nuestro propio ser menguará para que el Cristo que está en nosotros crezca. Cuando la comunión con Dios se ha debilitado, la carne empieza nuevamente a ganar espacio y es ahí donde se aprovecha el enemigo para atacar.
En estos casos culpamos a las situaciones, a las personas de nuestro alrededor, entre otros. Viendo los problemas o las afecciones que nos puedan estar pasando desde el punto de vista físico. Lidiando así, las condiciones naturales en lugar de visualizar las causas espirituales o sobrenaturales que pudieran estar actuando, tras esas situaciones de caos. Y si vemos los problemas como si fueran ajenos al mundo espiritual, también las soluciones que se busquen para resolverlos serán en lo natural y no en el ámbito espiritual.
Las consecuencias de la guerra espiritual que no se ven a simple vista, se manifiestan en nuestro cuerpo, entorno, en nuestras emociones, entre otros. Esas consecuencias pueden ser, enfermedades, caos en las relaciones familiares y/o personales, una mente con infinidad de pensamientos, agotamiento físico, estados de ánimo irritantes o tristes, temor, inseguridad, entre otras. En todas estas situaciones descritas tenemos que ver y reconocer al verdadero causante de todo, al principal adversario que es sin lugar a dudas el diablo.
El mal existe y el diablo es real, pero para eso nuestro Señor Jesucristo se encarnó para derrotarlo, desbaratar y destruir todas sus obras de mal, como está escrito en 1 Juan 3:8. El diablo es el adversario principal de Dios todopoderoso. Los cristianos somos uno con Cristo y con Dios padre también, ¡Aleluya!. Por lo tanto, el diablo también nos tiene declarada la guerra. Pero ya él fue vencido en la cruz del calvario, por nuestro salvador Jesús. Sin embargo, tenemos que estar en constante vigilia y resistiendo, como nos exhorta Pedro en 1 Pedro 5:8-9.
Ser Conscientes de la Autoridad dada por Dios
Es preciso que los cristianos estemos consientes de la autoridad que nos fue dada junto con Cristo Jesús, al aceptarlo como nuestro único y suficiente salvador. Uno de los pasajes bíblicos que fundamenta lo dicho, es lo escrito en Efesios 1:3 (NVI)
3 Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo.
En el mismo capítulo 1 de Efesios más adelante en los versos del 17 al 20, Pablo no habla del poder de Dios padre manifestado en su hijo Jesús. Al resucitarlo para estar con el sentado a su diestra, en el reino de los cielos. Y pide a su vez a Dios para que se nos abran los ojos de nuestro entendimiento, para que podamos ser conscientes de que el mismo poder de Dios se manifiesta en nosotros los creyentes de Cristo.
Además en el verso 3 del capítulo 1 de Efesios, Pablo dice que todas esas bendiciones espirituales, las recibimos los creyentes en los lugares celestiales en Cristo. Esto quiere decir que las bendiciones que Dios nuestro padre ha derramado están en los lugares donde Dios tiene el dominio. Y que son dadas a nosotros los que estamos en Cristo, desde el mismo momento que lo recibimos como Salvador. Mateo lo confirma en su evangelio a través de un mensaje de Jesús en Mateo 28: 18-19 (NVI)
—18 Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,-
Para que todas estas bendiciones y autoridad de poder dada por Dios a los creyentes, se activen. Es necesario estar siempre en plena comunión con la verdadera fuente de Poder, Dios padre. Es necesario sumergirnos profundamente en su palabra.
Vestir la Armadura de Dios – La Armadura de la Fe
Una de las cartas cautivas del apóstol Pablo es la epístola a los efesios, porque la escribió estando preso en Roma. En esta prisión a Pablo se le dieron ciertas concesiones por ser ciudadano romano. Una de ellas, fue permitirle estar apartado del resto de los presos, permaneciendo solo en un recinto, con un guardia o centurión romano a cargo de su custodia. Esta era la persona a la que Pablo veía diariamente, por lo que es muy factible que el oficial de la guardia romana, le sirviera de idea metafórica al escribir la armadura de la fe, en el capítulo 6 de su carta.
Con la visión de la guerra espiritual a la que están predestinados los cristianos, Pablo hace una exhortación a sus hermanos en la fe. Viéndonos como soldados del ejército de Dios, vestidos con una armadura espiritual de paz. Mayormente defensiva para resistir en Cristo, los embates de la guerra.
Por la importancia que reviste este texto es conveniente analizarlo por parte. Leer completo el pasaje, La armadura de Dios Efesios 6: 10 – 20. Ya leído podemos ver que Pablo advierte a que los cristianos nos vistamos con siete armas espirituales a saber:
1.- Ceñirnos la cintura, con el cinturón de la verdad. – Juan 17:17 dice: tu palabra es verdad-. Creer en su palabra, atesorarla en el corazón, meditarla y caminar en ella, es lo que logra unir toda la armadura
2.- Proteger nuestro cuerpo con la coraza de justicia. Vestir la coraza de la justicia, es el arma que permite resistir, para que el maligno retroceda y huya. Entendiendo que esta justicia viene de Dios y que una vida revestida en santidad proporciona resistencia y defensa ante los ataques del diablo
3.- Calzar nuestros pies con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Dispuestos a compartir la buena noticia el evangelio de Nuestro señor Jesucristo
4.- Tomar en nuestras manos el escudo de la fe. Perseverar en la fe logra apagar los dardos encendidos que pueda lanzar el maligno contra nosotros. Si aprendemos a atesorar la palabra de Dios en nuestros corazones, no existirá duda.
5.- Colocar en nuestras cabezas el casco de la salvación. Aunque la salvación que tenemos por la gracia de Jesús, no puede ser arrebatada por nadie, Juan 10:28. Satanás ataca nuestra mente con engaños y acusaciones, para que pensemos que no somos lo que Dios dice que somos.
6.- Llevar en nuestras manos la espada del Espíritu Santo, que es la palabra de Dios. La palabra de Dios es como una espada de dos filos, porque ella separa lo bueno de lo malo, lo que es espíritu y lo que es carne.
7.- Orar en el Espíritu en todo tiempo. Es el poder de la intercesión, es necesario velar y perseverar en oración.
También en este pasaje, Pablo hace dos llamados que hay que destacar, estos son: Resistir en el día malo y estar firmes. Estamos entonces llamados a resistir, por eso de la siete armas cinco son defensivas. Porque esta guerra le pertenece al Señor -1 Samuel 17:47 de Jehová es la batalla-. El Señor es el que lucha por nosotros, solo en el poder de su palabra se puede lograr la victoria.
Y es que de las siete armas de la armadura de la fe, las únicas armas ofensivas son dos: el calzado del evangelio de la paz y la espada del Espíritu Santo, estas dos armas son la Palabra de Dios. Recomendamos leer las siguientes citas bíblicas:
- Efesios 6:17
- Jeremías 23:29
- Isaías 55:11
- Colosenses 2:15
- 1 Pedro 5: 8 – 9
Saber Hacia Dónde Dirigir la Artillería
Ya Pablo nos da conocer en su epístola a los Efesios, las armas de Dios para poder enfrentar la guerra espiritual que tienen que pelear los cristianos. Y en su segunda carta a los corintios, el apóstol le indica a la iglesia primitiva, donde se libra principalmente la guerra espiritual. Para que tanto ellos como la iglesia de hoy sepan hacia donde apuntar o dirigir las armas de Dios, ver a continuación 2 Corintios 10: 4 – 5 (RVR 1960)
-4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,-
El lugar de batalla donde se libra la guerra espiritual es principalmente en la mente y sus pensamientos. Las armas espirituales de Dios las debemos usar con fe y autoridad para destruir todo argumento, razonamiento, malos pensamientos y todo aquello que no provenga de Dios. Pero siempre en paz, humildad, misericordia, fe, verdad y en completa alabanza a Jesucristo y a Dios su padre.
Versículos Bíblicos de Guerra Espiritual
En toda la Biblia son muchos los pasajes que se pueden encontrar sobre el tema de guerra espiritual, además de Efesios 6:12. A continuación indicamos algunos de los más relevantes, es recomendable leerlos completos y meditar en ellos en el espíritu:
- 2 Corintios 10: 3-4
- Romanos 13:12-14
- 2 Corintios 10:4
- Gálatas 5:17 –
- 1 Pedro 2:11
- Lucas 22: 31 – 32
- Romanos 7:23
- 2 Timoteo 4:18
- Hebreos 12:4
- Filipenses 1:27-30
- 1 Pedro 4:12-13
- 2 Timoteo 2:3
- Josué 1:9
- 1 Pedro 5:8
- 2 Crónicas 32:6-8
- 2 Timoteo 3:12
- 1 Pedro 5:9-10
- Mateo 6:13
- 1 Timoteo 6:12
- 2 Tesalonicenses 3:2
- 2 Samuel 22:40
- Filipenses 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece
La Oración y su Importancia en la Guerra Espiritual
La oración como pudimos ver anteriormente es una de las armas de la armadura de la fe. Esto ya nos indica la importancia que tiene en la guerra espiritual. Al orar para prepararnos para la batalla, además de pedir se nos sean abiertos los ojos del entendimiento. También debemos pedir a Dios nos de la sabiduría del cielo. Para saber discernir cuales son las posibles causas de los ataques. Con este discernimiento le podemos hacer frente al enemigo con el poder y la fuerza de Dios.
Por lo general el enemigo lanza sus dardos de maldad sobre aquellos puntos que puedan ser nuestra debilidad, fuerza o las áreas de influencia. Y ante estos debemos protegernos con la oración en todo momento. La guerra la está librando Dios con nosotros, contra un adversario cuyas principales tácticas son:
- El engaño, Juan 8:44, Apocalipsis 12:9
- Las tentaciones, Lucas 4:1
- La astucia, Génesis 3:1
- Las Acusaciones, Zacarías 3:1-2
Pero la buena noticia es que el enemigo se derrota con las herramientas espirituales que Dios nos da, las cuales se activan y cobran fuerza con la oración.
Cómo Orar
La oración sencillamente es vaciar de corazón nuestras peticiones a Dios, hacer silencio y poder escuchar su voz en su Palabra. A Dios le gusta que nosotros conversemos con él como un hijo con su padre. Que seamos honestos, sinceros y de corazón al hablar con él.
16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Hebreos 4:16, RVR 1960
Pidamos al Padre nos ilumine en el conocimiento de su gloria en el rostro de Jesucristo. Que nos permita vivir esta palabra:
6 Porque Dios, que ordenó que la luz resplandeciera en las tinieblas, hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Cristo. 2 Corintios 4:6, NVI
Oración de Guerra Espiritual
Podemos hacer una Oración como la que sigue o mejor aún una que salga de tu corazón. Además más adelante dejamos un video que puede ser de mucha ayuda espiritual.
Padre en esta hora en adoración y alabanza me humillo ante ti. Te pido lleves cautivo todo pensamiento que pueda alejarme de ti en esta hora a la obediencia de Jesús.
Padre declaro que tú eres mi Dios.
Que te amo con todo mi corazón, alma, mente y con todas mis fuerzas.
Señor sólo tu mereces mi adoración, en ti me gozo Dios.
Tú eres mi roca y mi fortaleza, tú eres mi sanador, mi libertador y mi protector.
Padre tú eres el que sustenta mi vida, mi proveedor el que levanta mi cabeza.
Eres el que adiestra mis manos para la batalla.
Padre, quiero pedirte, en el nombre poderoso de Jesús,
Que el Espíritu Santo me revista de tu armadura
Para estar permanentemente protegido de los dardos del enemigo.
Declaro tu palabra sobre la armadura espiritual y conforme, la pronuncio a viva voz,
Gracias padre porque recibo ese refuerzo, recibo esa protección
Recibo esa fortaleza que viene únicamente de estar unido a Ti,
Gracias Padre amén y amén
Guerra Espiritual y Liberación Personal
La guerra espiritual de liberación personal, es aquella que se lucha para poner en libertad a alguien. Esa persona se puede encontrar en una situación de cautiverio de: dependencia, limitación o de sumisión. El evangelio a través de sus escrituras nos enseña que Cristo Jesús nos hace libre, él nos lleva a toda verdad, Juan 8:31-38. Así como su Espíritu Santo pasa a morar en nuestros corazones, y donde está su Espíritu allí hay libertad, 2 Corintios 3:17.
La guerra espiritual de liberación la debemos aprender a pelear de la mano de Dios. Declarando que en Cristo Jesús somos libres, porque él habita en nosotros. Y cimentados en la roca que es Cristo, ejercer la autoridad que tenemos junto con él. Recordemos el mensaje dado por Jesús a sus discípulos en Lucas 10:17-20, RVR 1960:
17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.
18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.
Esto nos confirma que podemos ser libres por el poder de Cristo Jesús, pero debemos creerlo y declarar nuestra libertad en Él, para glorificarlo a Él. Porque sin Cristo nada somos y en Él somos más que vencedores.
Guerra Espiritual por los Hijos
Los padres pueden librar una batalla espiritual por sus hijos a través de la oración y con el resto de las armas espirituales dadas por Dios. Pero los padres deben recordar que una de esas armas es la coraza de la justicia. Por lo que ante todo deben ser ejemplo de vida para sus hijos, caminar en integridad en la palabra de Dios. Para así poder batallar espiritualmente por sus hijos, con responsabilidad y total obediencia a Dios. Continua con nosotros a través de las siguientes lecturas: