Los frutos del Espíritu Santo son muy importantes en nuestra vida, así que es esencial conocer más acerca de ellos para que puedas saber cuáles tienes con mayor relevancia. Conoce en Energía Espiritual, todo lo relacionado a este tema.
Frutos del Espíritu Santo
Seguramente conoces lo referente a los dones del Espíritu Santo, pero también quieres saber más acerca de los frutos del Espíritu Santo. Lo interesante acerca de ellos, es que se encuentran totalmente relacionados.
Cuando escuchas la palabra frutos, es posible que inmediatamente te imagines una manzana o alguna fruta y es totalmente aceptable que hagas esa asociación porque ellas son el resultado que se obtiene de un árbol. Los cuales han pasado por un proceso previo de preservación, como cuidar la planta y nutrirla lo suficiente para que pueda originar esos frutos.
Por lo tanto, así como un fruto puede saber bien, los frutos del Espíritu Santo pueden tener ese mismo resultado en cada uno de nosotros. Así que Dios nos permite disfrutar de todo lo que se encuentra en nuestro entorno.
Los dones espirituales también implican los frutos, por lo que los frutos del Espíritu Santo son el resultado de los dones. Siendo los dones el camino para poder llegar a los frutos del Espíritu Santo.
La Biblia describe en Mateo 12:33 lo relacionado a:
Por sus frutos serán reconocidos.
En ella el fruto viene siendo las experiencias que tiene cada persona, pues al conocer a una persona y empezar a hablar con ella, ya podemos saber qué tipo de persona es e incluso, cuáles son sus intenciones.
¿Cuáles son?
La iglesia describe una totalidad de doce frutos del Espíritu Santo.
Amor o caridad
Este es el primero de los frutos del Espíritu Santo y de él se origina el resto de ellos. Es importante que siempre tengamos presente que Dios es Amor, así que quien posee este fruto, puede reflejarlo a él en su vida.
Hay personas que nos encontramos en cualquier lugar y solamente con tener alguna conversación con ellas, podemos percibir que irradia este fruto del Espíritu Santo. Esto también se relaciona con que sus acciones lo demuestran.
Así que los actos que hacemos con amor, es decir, la caridad, son la mejor manera de reflejar al primero de los frutos del Espíritu Santo.
Recuerda siempre que con el amor se puede lograr la felicidad, por lo que es indispensable siempre sentirse amado y otorgar amor a los demás. De esta manera, el amor se irá irradiando en cada espacio y transformará para mejor la vida de muchas personas.
Gozo o Alegría
Como ya se mencionó anteriormente este es uno de los frutos del Espíritu Santo que se refleja de manera directa del amor. Cuando estamos alegres, podemos transmitir de mejor manera a Dios, por lo que si tenemos amor también estaremos alegres. Por lo tanto, siempre debemos aspirar a tener estos dos grandes frutos del Espíritu Santo.
Así haya algún momento en que pases por un mal día, igualmente siempre debes lograr superar esa experiencia y regresar a la felicidad. De hecho, bien lo dice el dicho a mal tiempo buena cara, pues con cada experiencia aprendemos y crecemos como persona.
Solo con el hecho de que estemos felices, ya irradiamos alegría a todo nuestro entorno. Es por ello, que al estar en comunión con Dios, puedes sentir felicidad y hacer todo lo que esté a tu alcance para que otras personas también se sientan alegres. Incluso esta felicidad va más allá de lo relacionado con la carne o lo material.
Paz
Este es el estado donde tenemos tranquilidad, una vez que logramos sentirnos de esa manera podemos afrontar cualquier adversidad. Lo mejor es siempre tomar las experiencias con calma y de esa manera obtendremos grandes resultados.
Es uno de los frutos del Espíritu Santo, que evidentemente viene del amor, pero especialmente del amor que tenemos a Dios. Lo cual ocurre porque cuando tenemos a Dios en nuestro corazón hace que nos sintamos serenos y tranquilos.
Una vez que tengas esa serenidad, puedes reflejar de mejor manera el amor de Cristo en tu vida. Cuando tienes paz, te sientes sereno, mantienes la calma y también tu alma se encuentra alegre ante cualquier circunstancia. Conoce más acerca de la armadura de Dios.
Paciencia
De seguro alguna vez escuchaste esa frase que describe la paciencia es una de las grandes virtudes que toda persona posee, por lo tanto este es también uno de los frutos del Espíritu Santo.
Todos tenemos en nuestro interior este fruto del Espíritu Santo, pero debemos saber aplicarlo, pues hay muchas personas que se consideran impacientes, aunque en realidad no han desarrollado la totalidad de este fruto.
Si te encuentras en una fila, en el automóvil mientras hay tráfico, en un área donde tengas que esperar, evidentemente debes tener paciencia. Así que lo mejor es que la desarrolles adecuadamente porque es uno de los grandes frutos del Espíritu Santo.
En la vida enfrentamos diversas adversidades y en algunos casos hasta personas que pueden resultar ser enemigas de forma visible o invisible, pero la paciencia nos permite vencer esos inconvenientes. Así como pensamientos negativos que pueden manifestarse en momentos de preocupación.
De esta manera, la paciencia ayuda a prevenir la ira, resentimientos y venganza. Para así poder estar en paz, tranquilidad y alegres. Por lo que, como te estarás percatando los frutos del Espíritu Santo se encuentran entrelazados, pues cada uno apoya y desarrolla al otro.
Longanimidad
Este es uno de los frutos del Espíritu Santo, que se asocia de manera directa tanto con el amor como con la paciencia.
Quizás no es una denominación que hayas escuchado previamente, pero un ejemplo para que puedas entenderla, es que es lo que ocurre cuando tenemos coraje o animo ante las adversidades, para siempre llevar a cabo las obras de la verdad.
Es por ello, que así haya momentos donde pienses que lo que está pasando es injusto o te sientas preocupado, para superarlo lo mejor es tener una actitud positiva, para salir adelante.
Benignidad
Este es uno de los frutos del Espíritu Santo, que deben manifestarse cada vez más en las personas, ya que hace referencia al poder comunicarse con los demás de manera amable, comprensiva y gentil. Con ella se puede lograr el perdón de las ofensas que se puedan recibir.
Todos debemos defender en cualquier momento nuestras opiniones e ideas, especialmente si estamos totalmente seguros de ellas, pero lo mejor es siempre hacerlo con este fruto del Espíritu Santo.
Bondad
Se refiere a la fuerza o el ánimo que cada uno de nosotros poseemos, para ayudar al prójimo y también para otorgarle un beneficio. Es uno de los frutos del Espíritu Santo, que tiene que manifestarse especialmente en momentos donde los demás requieran de tu apoyo. Conoce más acerca de las virtudes humanas.
Mansedumbre
También es uno de los frutos del Espíritu Santo, que requieren las personas en la actualidad. Pues esta es la facilidad para prevenir la ira y el rencor ante los actos ajenos, es decir, no debes permitir que nadie se aproveche de ti, ya que es mejor que reacciones de manera amorosa en la adversidad.
Esto se asocia a cuando Jesús se refiere a colocar la otra mejilla, lo cual quiere decir que tienes que saber perdonar al prójimo aunque no te haya pedido perdón. Incluso al actuar de esa manera, vas a afectar el orgullo de esas personas, quienes se sentirán derrotados con tu reacción.
Fidelidad
Cuando tienes fe, esta no se oculta ni se niega en público, porque te sientes totalmente seguro y eres fiel creyente de Dios. Por lo tanto, tienes que defender en todo momento tu fe, para así no dejarte convencer por lo que digan otras personas.
Si manifiestas este fruto, te encuentras defendiendo de manera pública la fe, pues esta te otorga el sentirte seguro y seguir adelante en todo momento.
Modestia
Se relaciona muy de cerca con el don espiritual de la sabiduría. Lo cual se debe a que la persona que da este fruto rechaza lo malo.
Además de eso, refleja este fruto en la manera como se expresa, camina y lleva a cabo muchas acciones en su vida. Con esta manera de comportamiento, puedes reflejar el amor a Dios y previenes la tentación que percibas de otras personas.
Continencia
Es el que constituye lo relacionado a poder controlarse ante los placeres mundanos, como por ejemplo la comida, bebida en exceso y otros placeres de la vida. Con este fruto puedes mantener el orden en tu mundo interior.
Lo mejor es que todo esté siempre controlado a nivel espiritual, mental y físico. En este caso, necesitas controlar los gustos mundanos, para que evites que ellos te controlen a ti.
Castidad
Este fruto se refiere a la victoria que tenga cada persona sobre la carne, lo cual puede ocurrir antes o después del matrimonio. Lo más recomendable para que puedas manifestar los frutos del Espíritu Santo, es que aprendas a aplicarlos en el momento indicado y de la mejor forma posible. En todo momento, debes recordar que el mejor ejemplo que tenemos es Dios.
La mejor manera de dar a conocer los frutos del Espíritu Santo, es que seas en todo momento un ejemplo de ellos. Con esto reflejarás el amor y la alegría de Cristo, para que así las personas se sientan atraídas por los frutos y empiecen a disfrutar de la Gloria de Dios en la Tierra.
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