En este artículo se hablará sobre 5 formas de sentir el Espíritu Santo, el que nos anima y repone nuevas fuerzas cuando ya no las tenemos. Pero, ante todo siempre debemos confiar y recordar la promesa que Jesús nos dejó en Juan 14:16: -El consolador siempre estará con ustedes- ¡Amén!.
Formas de sentir el Espíritu Santo
En esta ocasión hablaremos sobre 5 formas de sentir el Espíritu Santo de Dios. Pero primero es necesario recordar las palabras que Jesús les dijo a sus discípulos antes de partir con el Padre: -Les conviene que yo me vaya-.
Esta aseveración de Jesús era porque él se iría, pero le rogaría a su Padre nos enviase su Espíritu Santo, para estar con nosotros para siempre, Juan 14:16. De manera que, si le abrimos nuestro corazón a Cristo, el Espíritu Santo del Señor habitará en él para siempre.
Puede que a veces nos dejemos llevar por los afanes del mundo y no percibamos la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas. Más, el Señor nos recuerda hoy que no importan donde estemos y como nos encontremos él siempre va a estar a nuestro lado.
Incluso debemos confiar que antes que lleguen las dificultades o las aflicciones a nuestras vidas, su Espíritu Santo ya estará con nosotros.
Buscar al Espíritu Santo
Muchas veces queremos buscar superficialmente al Espíritu Santo y difícilmente lo podremos sentir de esta forma. Y es porque nos dejamos llevar por el modo como se vive hoy en día, que todo se quiere lograr de forma rápida y sin esfuerzo.
Esperamos así que Dios nos hable, pero no hacemos nada para buscarlo. Más la palabra de Dios nos dice que si lo buscamos de todo corazón, su Espíritu Santo se revelará en nuestras vidas.
Proverbios 8:17 (LBLA): Amo a los que me aman, y los que me buscan con diligencia me hallarán.
2 Crónicas 15:1-2 (RVC): 15 El espíritu de Dios vino sobre Azarías hijo de Obed, 2 y éste salió al encuentro de Asa y le dijo: -Escúchenme ustedes, Asa y todo Judá y Benjamín: El Señor estará con ustedes, si ustedes están con él. Si lo buscan, lo hallarán; pero si lo dejan, también él los dejará.
Por tanto, Dios quiere que permanezcamos en constante oración y que lo busquemos con un corazón sincero y contrito. De esta forma podremos alcanzar el propósito que tiene Dios para nosotros, solo mediante una búsqueda espiritual profunda.
Pero debemos saber que una búsqueda espiritual profunda de Dios, conlleva a deslastrarnos de todo aquello que no le agrada a Dios. Soltando el apego a malos hábitos, yugos o relaciones desiguales, etc.
Estableciendo a Cristo como prioridad en nuestras vidas, dejarnos guiar en todo y para todo por el Espíritu Santo. De esta forma le estamos diciendo NO al mundo, para recibir a Dios en nuestro cuerpo, alma y espíritu.
Rendirnos al Espíritu Santo
No basta con buscar en profundidad al Espíritu Santo necesario es rendirnos también a él. Al rendirnos le estamos entregando el control, dejamos de luchar con nuestras propias fuerzas, para que sea el Señor con el poder de su Espíritu Santo el que luche nuestras batallas.
Es por esto que a veces manifestamos no sentir al Espíritu Santo de Dios, porque le damos cabida a nuestros propios razonamientos ante cualquier situación difícil que podamos estar atravesando. Es ahí donde el Señor nos dice: Ríndete y entrégame todas tus cargas, además de recordar su promesa, que el consolador, el Espíritu Santo de Dios estaría con nosotros siempre, en todo lugar y en todo momento.
Como cristianos, tendremos más de Dios, sentiremos más su Espíritu Santo en la medida que nos entreguemos más a él. Si nos rendimos a lo que el Espíritu Santo tiene y hará por nosotros, entregando nuestra propia voluntad, no solo lo podremos sentir, sino que veremos la gloria de Dios manifestada en nuestras vidas, ¡Aleluya, bendito es el Señor!.
Agradecer al Señor por su Espíritu Santo
Debemos mostrar nuestro agradecimiento al Señor por su Santo Espíritu, recibiéndolo con alegría, estando siempre alegre. El apóstol Pablo en una de sus cartas nos deja una gran enseñanza:
Filipenses 4:11 (RVR 1960): No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación
Porque a pesar que en ocasiones podemos no sentir al Espíritu Santo, él siempre está para guiarnos, darnos ánimo, alentarnos con esperanza y darnos fuerzas cuando no las tenemos. Como lo expresó Jesús:
Juan 14:26 (RVC): Pero el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, los consolará y les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que yo les he dicho.
Es preciso manifestarle nuestra alegría al Espíritu Santo de que siempre esté con nosotros, este será un factor que marque nuestra relación con el Señor y con Dios su Padre.
5 Formas de sentir el Espíritu Santo de Dios
Cuanto más espacio abarque Cristo en nuestros corazones y sea prioridad en nuestras vidas, más cómodo se sentirá el espíritu Santo para adoptarlo como morada. Porque existe una diferencia entre ser tocado por el Espíritu Santo, a que haga de nuestros corazones su habitación, dicho esto veamos a continuación, 5 formas de sentir el Espíritu Santo en nuestras vidas.
Comunicándonos con sinceridad
Si hay algo que tenemos claro los cristianos es que el Espíritu Santo va con nosotros siempre, esta es la promesa de nuestro Señor. Si a veces no lo sentimos es porque nosotros nos hemos alejado, perdiendo nivel de comunicación o sensibilidad espiritual a su santa presencia.
Es momento entonces de reflexionar en ¿cómo está nuestra vida espiritual?, que tanto buscamos a nuestro Señor en el día; y más aún ¿Lo buscamos todos los días?.
La vida espiritual de un cristiano es como la batería de un celular, si dejamos de buscar a Dios un día, luego el que le sigue, la batería se va descargando. Hasta llegar al punto de acostumbrarnos a no buscarlo y cuando nos damos cuenta, el mundo nos ha absorbido y hemos perdido la comunicación con Dios.
Más, Cristo nos ha abierto la puerta y nos ha reconciliado con el padre para hallar misericordia en él cuando lo necesitemos. Por tanto, siempre tendremos oportunidad de arrepentirnos e ir hasta el padre y comunicarle de forma sincera nuestros errores al blanco, así como nuestros pesares, un corazón contrito y humillado Dios no lo desprecia.
Hebreos 4:16 (RVR1960): Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Si decimos que no sentimos a Dios en nuestro espíritu, probablemente es porque últimamente no hemos hablado con Él. Dios conoce lo que hay en nuestros corazones, pero le agrada nuestras confesiones sinceras y nuestros arrepentimientos, eso es una señal de dependencia.
Ejemplo de esto nos lo da el rey David, un hombre imperfecto que cometía errores. Pero aun así Dios lo bendecía porque le agradaba su sinceridad, arrepentimiento y dependencia del Señor.
Leyendo la palabra de Dios frecuentemente
Para poder sentir el Espíritu Santo de dios y tener la plena convicción de ir por el camino correcto. Es necesario que le entreguemos al Señor toda nuestra atención, mente y fuerza.
Dios es un experto para comunicarse con nosotros y su deseo es estar continuamente en comunicación con nosotros, una de las formas de comunicarse el señor con nosotros es leyendo su palabra. Si lo hacemos con frecuencia avivamos nuestra fe y crecemos en su conocimiento, la palabra de Dios es eficaz y tiene vida:
Hebreos 4:12 (TLA): 12 Cada palabra que Dios pronuncia tiene poder y tiene vida. La palabra de Dios es más cortante que una espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. Allí examina nuestros pensamientos y deseos, y deja en claro si son buenos o malos.
Por tanto, la palabra de Dios escrita tiene el poder de separar lo que es espíritu de la carne, como espada de dos filos. Esta es una excelente forma de poder sentir el Espíritu Santo de Dios y lo que nos quiere decir, aún mejor si acostumbramos a leerla en voz alta.
El poder de la palabra escrita muchas veces se manifiesta, cuando la leemos y sentimos que nuestro espíritu se contrita. Ese es un buen momento para disfrutar el gozo de la presencia del Señor y pedirle discernimiento de espíritu para saber lo que nos quiere decir en ese momento.
De manera que debemos abrir nuestra mente y corazón para escuchar atentamente lo que el Espíritu Santo de Dios nos quiere decir a través de su palabra.
Dios debe ser nuestra prioridad en la vida
Si bien es cierto Dios desea estar en constante comunicación con nosotros, también es cierto que Él tiene sus propias términos y tiempo de hacerlo, según su propósito y voluntad.
Para sentir su Santa presencia es necesario mantenernos en santidad, obedecer sus mandatos y que Él sea nuestra prioridad, Jesús nos deja dicho en su palabra:
Mateo 6:33 (DHH): Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas.
Si queremos conocer lo que es justo ante Dios y recibir todas sus bendiciones, debemos leer y tener conocimiento de su palabra. De manera que el Señor se vuelva en nosotros una prioridad y una profesión.
El conocimiento de Dios nos hace crecer como cristianos, la oración y el servicio también. Con todo esto cultivamos una vida espiritual que con toda seguridad Dios nos hará sentir su presencia, puede que sea tangible o no, más lo importante es tener la certeza que siempre estará con nosotros.
La santidad es el principal fruto que ha de ser manifestado en una vida transformada por Cristo Jesús, para ello te invito a leer el artículo: Qué es la santidad y cómo puedo vivir en ella. Porque, un principio básico en la vida cristiana, es que sin santidad nadie podrá ver al Señor Jesucristo.
Afinar los sentidos espirituales
Debemos practicar y afinar nuestros sentidos espirituales para poder discernir de donde provienen nuestras experiencias. Porque sabemos que una de las artimañas del diablo es el engaño.
Por lo que es conveniente saber discernir si nuestras experiencias espirituales son verdaderos encuentros con el Señor. Para ello es necesario orar y clamar al Espíritu Santo que nos ayude a distinguir si realmente la experiencia espiritual que estemos viviendo proviene de Dios.
Sabemos que el enemigo opera en lo espiritual, y muchas veces tratara de engañarnos, llevándonos a un estado de confusión. La forma de poner a prueba nuestras experiencias personales es haciéndonos varias preguntas, como, por ejemplo:
- ¿Esta experiencia me edifica en Cristo?.
- ¿Lo que estoy sintiendo se fundamenta en la palabra de Dios escrita?.
- ¿La experiencia reconcilia, unifica o divide?.
- ¿Me hace querer conocer más de Dios, o es una experiencia más?.
- ¿Al considerar el significado de la experiencia, estoy en actitud de aprender y aceptar la corrección?.
La adoración es una de las formas de sentir el Espíritu Santo
Cuando levantamos nuestros brazos para alabar al Señor, manifestamos su majestad y señorío. Pero si además volcamos nuestro corazón en adoración plena a Él, es imposible no sentir la presencia del Espíritu Santo.
A Dios le agrada que su iglesia le adore mediante cánticos y alabanzas. El Espíritu Santo de Dios se mueve y habita en la alabanza de su pueblo. De manera que todo cristiano es un adorador por naturaleza, Jesús lo dijo en su palabra:
Juan 4:23-24 (RVR 1960): 23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Y es que para un cristiano no le hace falta estar en la iglesia para adorar al Padre. Para nosotros la adoración se hace una necesidad, podemos adorarle en cualquier lugar y sentir su presencia.
Cuando abrimos nuestros corazones, levantamos nuestros brazos, danzamos extravagantemente y nuestros labios se abren para profesar cánticos de amor y adoración, encontraremos al Señor en esa alabanza y sentiremos su Santo Espíritu.
Exclamando el nombre de Jesucristo
Si queremos que el poder del Espíritu Santo se manifieste en nuestras vidas, debemos orar al Padre en el nombre de Jesucristo. Como nos dice Jesús en su palabra:
Juan 14:13 (RVR 1960): Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Porque Jesús es el verbo de Dios y el Espíritu Santo es el poder de Dios. Dice la Biblia que no hay otro nombre dado a los hombres con el cual podamos ser salvos, basta que digamos el nombre de Jesucristo para que se active y manifieste el Espíritu Santo de Dios con poder para sanar, liberar y salvar.
Sentir al Espíritu Santo es permitir que su poder nos transforme en la persona que Dios quiere que seamos en Cristo Jesús.
Hechos 4: 10 (RVR 1960): 10 sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que, en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano.
Hechos 4: 12 (RVR 1960): Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
La oración como una de las formas de sentir el Espíritu Santo
Cuando nos acerquemos al Padre en oración debemos hacerlo en total agradecimiento, humillación y suplica, eso va a determinar nuestro nivel de dependencia de Él. Y si no sabemos qué decirle a Dios, comencemos diciendo Padre en el nombre de Jesús y el Espíritu mismo intercede por nosotros:
Romanos 8:26 (DHH): De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras.
Una de las formas más efectivas de sentir la presencia del Espíritu Santo de Dios es a través de una vida de oración en el Espíritu. La oración más que algo que se hace en algún momento del día, es un estilo de vida que todo cristiano debe adoptar.
Es imperante orar en el espíritu, pero ¿Cómo orar en el espíritu? Si quieres aprender cómo hacerlo no dudes en entrar aquí: ¿Cómo orar en el espíritu y con denuedo? Y si, no sabes qué significa denuedo, lo podrás saber leyendo: Denuedo: ¿Qué es? ¿Significado? ¿Cómo obtenerlo?
¿Te sientes vacío espiritualmente?
Quizás estés leyendo este artículo, pero aún no le has abierto tu corazón a Cristo Jesús, si es así debes estar experimentando un vacío espiritual en tu vida. Te pregunto ¿Te sientes espiritualmente muerto?.
Pues te tengo una buena noticia confiesa a Jesucristo, lo que hay en tu corazón y deja que sea Él quien te despierte espiritualmente. Reconoce a Jesús como tu único y suficiente salvador, búscalo en su palabra y dile Jesús hoy quiero conocerte, te abro mi corazón para que habites en él.