El Ojo del Sahara es la formación geológica situada en el desierto de nombre homónimo. Es una estructura fascinante a la par que enigmática, sin duda una de las formaciones geológicas más notables del planeta. Ello es motivo de que haya capturado la atención de científicos y exploradores, pero desde unos años hacia aquí también de turistas deseosos por apreciar con sus propios ojos esta joya del desierto.
Todo lo anterior es motivo más que suficiente para que dediquemos este artículo a hablar del Ojo del Sahara, desde cómo se formó hasta su significado en los mitos o su relevancia científica. De manera que no te pierdas lo que viene a continuación.
El Ojo del Sahara
El ojo del Sahara también es conocido como la estructura de Richat debido al geólogo francés Michel Richat, uno de los primeros que estudió la formación geológica tan peculiar del desierto. Su característica forma circular hace que sea una joya de la naturaleza que científicos y turistas quieren ver.
Esta formación geológica concéntrica tiene un diámetro de unos 50 kilómetros, puede incluso apreciarse desde el espacio. Se le conoce como «el ojo del Sahara» por que desde las alturas su peculiar forma le da la apariencia de un ojo en mitad del desierto.
Con las coordenadas que aparecen en la imagen podéis apreciar el Ojo del Sahara desde vuestro ordenador con google maps:
Su inclusión en la cultura y los mitos
A lo largo de la historia, el Ojo del Sahara ha generado una gran fascinación en el hombre. Y todo lo que fascina al hombre se envuelve de mitos, teorías y se incluye en la cultura de algún lugar. Es más, algunas culturas lo han asociado a historias antiguas, siendo un lugar de poder, un lugar sagrado.
Los pueblos nómadas que han habitado esa región del desierto, han elaborado leyendas en torno a ese lugar, algo que a acrecentado su mitología. Pero no todo está en el mundo antiguo. En nuestra era, en la modernidad, se han desarrollado diferentes teorías y relatos fantásticos sobre esta estructura. Se ha llegado a relacionar con Atlantes o con extraterrestres. Aunque, para desconsuelo de algunos, esto no son más que teorías sin fundamento científico que han dado fama al Ojo y han hecho que cada vez más personas lo quieran visitar.
Formación y erosión
Su formación se remonta a miles de millones de años atrás, en la era precámbrica. Desde entonces hasta ahora, han sucedido una serie de procesos geológicos, entre los que se encuentra la actividad volcánica, movimientos tectónicos o procesos de erosión que han ido conformando el paisaje hasta día de hoy.
La actividad tectónica elevó las capas de las rocas formando un domo, la erosión del viento y el agua fueron despojando a esa formación de los sedimentos más suaves dejando solo la parte de piedra más dura. Es un proceso tan largo que en una vida humana no podríamos notar cambio en ese lugar. Es un ejemplo de cómo la Tierra están en continua transformación.
Tenemos, por tanto, un atractivo visual en este punto del desierto, pero también una ventana al pasado de la creación de las capas de la corteza terrestre, de la evolución de la Tierra. También nos da pistas sobre las condiciones que tuvo la tierra hace millones de años.
La relevancia científica del Ojo del Sahara
La importancia del Ojo del Sahara radica, por tanto, no solo en su atractivo visual (que es muy importante), sino en todo lo que puede revelar a la ciencia. La estructura ofrece oportunidades únicas para estudiar geología, geomorfología y los procesos que dan forma al paisaje terrestre. Los geólogos han usado esta formación para poder investigar la historia de la geología de la Tierra, el clima y sus cambios. Todo ello, desde el punto de vista de miles de años atrás hasta la actualidad.
Es, además, un lugar de estudio para las prácticas de erosión y sedimentación, otorgando datos valiosos sobre cómo cambian los ambientes desérticos con el paso del tiempo. Todo este conocimiento es fundamental, sobre todo con el contexto actual del cambio climático y la creciente desertificación de diversas regiones de todo el mundo. Todo ello afecta a la geología pero también a las poblaciones humanas que viven en esos lugares.
¿Quieres visitar el ojo del Sahara?
Si quieres ver esta impresionante formación con tus propios ojos te vamos a dar varios consejos. Lo primero es planificar el viaje con llegada a Mauritania y desde ahí desplazarte hasta el ojo. Lo ideal es contratar a un guía que conozca la zona, hay también tours que salen desde Nuakchot (capital de Mauritania) hasta el ojo. Ir por tu cuenta es posible, pero ten en cuenta la dificultad de las carreteras y la larga travesía de unos 450 km. Asegúrate de ir con la ropa y protección ante el sol adecuadas, así como alimentos e incluso equipo de camping por si hiciera falta. Sobre todo infórmate de las recomendaciones de las autoridades locales para la época en que vayas a ir.