¿Desconoce todos los secretos que esconde la Escultura Egipcia? No se preocupe, porque a través de este post podrá aprender todos los misterios, las grandes obras y mucho más. De antemano, basa de majestuosas figuras ligadas a los ritos fúnebres.
Escultura egipcia
Se ha vuelto costumbre que la escultura egipcia es un claro referente a la estructura política que envuelve al faraón, así como a todos los temas vinculados con la muerte. En cuanto al relieve, son obras que contrastan a la perfección con los templos funerarios. También, las Esculturas mayas tienen un sin fin de estilos que probablemente le agradará descubrir.
Son varios los materiales de construcción que los historiadores han encontrado en su elaboración. Las esculturas de piedra son predominantes, al igual que la madera policromada. Posteriormente, la tendencia introdujo las figuras con barro, oro o arcilla. Las piedras preciosas o semipreciosas constituyen más elementos de producción, para encajar perfectamente con cada templo.
Gracias a una gran mayoría de tumbas que no fueron violentadas, una recopilación de estas obras refiere la dureza, dejando en claro que la resistencia está por encima de lo promedio. Si la piedra es muy resistente, la madera policromada aporta su granito de arena para los vestigios analizados a través de los investigadores.
La clientela que está dispuesta a ordenar la edificación de sus esculturas siempre tendrá razones de peso para elegir los motivos fúnebres. Resulta habitual mencionar las esculturas cubo, para retratar a los prohombres en una postura de pie.
La escultura egipcia cuenta con un estilo de bulto frontal, es decir, la obra solo puede contemplarse de frente para apreciar cada detalle. Posee un alto relieve, que favorece en gran medida la visión que todos los espectadores tengan sobre las obras.
En la variedad está el gusto, por eso están presentes los retratos con un toque idealizado. La cara siempre mostrará un matiz rígido. En las representaciones grupales, hay una figura que sobresale por encima del resto. Por ejemplo, está el faraón en compañía de su comunidad. Al ser la máxima autoridad egipcia, su figura será más alta que los demás, para imponer jerarquía.
El canon de la Edad Media habla por si solo en cuanto a los rostros de la escultura egipcia: rigidez, hieratismo e idealización. Ningún autor podía salirse de la norma al esculpir retratos durante esta época. A lo largo de la historia faraónica de Egipto, se mantuvo el deseo por resaltar cada vez el rostro de la autoridad principal.
Para los escultores egipcios siempre fue importante el trabajo del relieve para optimizar las figuras. Generalmente, esta técnica siempre estuvo ceñida al cuerpo, porque hace un juego extraordinario en el ornato de templos y columnas. Entre esos motivos que siempre realza a la comunidad egipcia está contenida en el Libro de los Muertos con bailes, cosechas, vida cotidiana y perfil de los dioses.
Escultura del predinástico-tinta
De estas obras destaca la paleta para cosméticos con mango dorado. Aunado a eso, aparecen muchos animales con simbología trascendente en la cultura oriental. Los mangos dorados sirvieron para sostener las pinturas que se aplicaban en los rostros de la escultura egipcia, haciendo énfasis en los ojos.
Paleta de Narmer
Actualmente se encuentra en el Museo de El Cairo – Egipto. Presuntamente se trata del hijo del primer Rey Escorpión, cuya identificación trata del Faraón de la primera dinastía Menes. Considerado como los primeros unificadores de Egipto. En una de las tablillas se observa a este personaje con una tiara blanca, mientras que en el extremo opuesto posee la tiara roja en señal del Bajo Egipto.
Esta escultura egipcia es un claro ejemplo de cómo el Bajo Egipto fue capaz de conquistar mucho terreno para enfrentar al Alto. A través de la imagen se puede distinguir como uno de los Reyes somete a su contrincante por el cabello. Del mismo modo, Horus hace lo propio con otro hombre que sostiene una planta de papiro.
La estela del Rey Serpiente
Está en el Museo de Louvre, en París. La presencia de este reptil infunde respeto, jerarquía y peligrosidad. Presuntamente es la figura perteneciente al Rey Get o Set, los sucesores de la primera dinastía Menes. Por segunda ocasión aparece Horus en un rectángulo para encerrar el nombre de la máxima autoridad faraónica. Asimismo, aparece el palacio real donde vive el gran Halcón. Cuando el nombre está plasmado con ayuda del Halcón, quiere decir el impacto que tendrá el faraón hacia el futuro.
Escultura del Imperio Antiguo
Si algo hay que destacar de estas obras es el carácter jovial de sus representantes. ¿Qué quiere decir esto? Que el retrato siempre estuvo enfocado en los jóvenes, nunca en ancianos.
Escultura sedente de Zoser
Si desea una toma de contacto con esta obra, podrá hacerlo desde el Museo de El Cairo, Egipto. Su importancia radica la formación de la III dinastía que trasladó la capital al Menfis. La primera aparición de esta escultura ocurrió en una pirámide, para dar cuenta de una construcción en base a piedra caliza con un tamaño normal. Extrañamente posee una peluca que recubre su cara, indicando que el Faraón nunca habló en público sin mostrar su identidad.
Escultura sedente de Kefrén
La obra está situada en el mismo museo de la escultura anterior. A simple vista trata de una figura muy robusta, elaborada sobre una piedra de diorita. El personaje tiene las rodillas juntas, con sus manos posadas en las rodillas. La frontalidad está a la orden del día, así que si trata de un espectador, tendrá que disfrutar de la escultura egipcia con ángulo de visión directo para percibir todos los detalles.
Mikerinos, la diosa Hathor y una representación de divinidad provincial
Acá puede percibirse ese canon de la idealización y jerarquía de realzar las figuras importantes sobre otros personajes secundarios. La piedra de pizarra es la materia prima para esta escultura egipcia, con el torno completamente al desnudo. Su obra relacionada cuyo título responde a «Mikerinos y su esposa» se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Boston, EEUU.
Escultura sedente de Rahotep y Nofret
Encontrada en la actualidad en el Museo de El Cairo, Egipto. Construida en base de piedra caliza policromada, uno de los mejores materiales para otorgar resistencia y durabilidad a una pieza histórica de la comunidad egipcia. Sigue el mismo canon de siempre, con la piel más oscura del esposo sobre la mujer. Si el tono de una persona en estos retablos es clara, quiere decir que su procedencia es plenamente oriental.
El inspector de los escribas Raherka y su esposa Meresankh
Estos personajes están descritos entre la IV-V dinastía. Se encuentra en el Museo de Louvre, París. La silueta de la mujer, una vez más, es más pequeña que el perfil de su esposo. Gracias a estos detalles, el espectador indaga que la presencia masculina tendrá mayor énfasis en la idealización.
El enano Seneb y su familia
En el Museo de El Cairo, Egipto, está presente una de las obras más «costumbristas» de esta nación, al retratar a hombre y mujer con tendencias de pueblo. Nuevamente hace énfasis en el papel del hombre como protector y máxima autoridad.
El Escriba Morgan
En el Museo de Louvre, París, se encuentra otra escultura importante que data a la V dinastía para ser exactos. Manufacturada en piedra policromada, está Morgan prestando atención a todo lo que está escuchando para trasladar las ideas al papiro.
En esta oportunidad, Morgan presenta ojos característicos, sin deslindar la costumbre egipcia por resaltar sus contornos. Además de enseñar parte de su desnudez, los ojos mantienen una apariencia almendrada, dejando la misma actuación para su nariz.
Ushebti, un sirviente con las mismas cualidades de Morgan está en una posición similar, bajo la construcción de arcilla o barro. Ambas obras dan por sentado la buena actitud de trabajo que poseen ambos personajes, en un contexto funerario.
Esculturas del Imperio Medio
A partir de este periodo temporal, la escultura egipcia sufre algunas transformaciones, como la edificación de algunos talleres en Tebas, bajo una influencia leve del Menfis. De acá solo aparece la siguiente obra.
Cabeza del faraón Sesostris III
En el Museo de El Cairo, está disponible la figura del Faraón que marcó el nacimiento de la XII dinastía. Cuenta la historia de Egipto que este personaje ya goza de un perfil más psicológico o con un tanto más de personalidad. No obstante, este Faraón no posee facciones felices o de un mandatario Conoce la escultura egipcia y sus principios que ha gozado de una buena gestión. Su rostro denota frustración, por causa de los problemas políticos que surgieron a partir de esta dinastía.
Retoman las esculturas egipcias en forma de cubo, con las piernas sujetadas por las manos para ser un solo cuerpo. Esta faceta llega a un punto que hace hincapié en solo las piernas, realce de manos o simplemente mostrar con más detalle los rostros. ¿Conoce a fondo todo lo relacionado al Arte cinético? Si no es así, es conveniente leer todos los aspectos de descripción.
Escultura del Imperio Nuevo
Es un nuevo florecer en lo que ha consistido la representación de la escultura egipcia, cuyo capital ha sido Tebas. Las formas dejaron de ser recargadas en relieve para verse más naturales. Gracias a ese nexo establecido con la cultura asiática en los últimos tiempos, comprendieron que en la naturalidad está el sentido de lo estético o armonioso.
Dejó de importar el color de piel en los sujetos. Este asunto está contemplado gracias al mestizaje. Por tanto, hombres y mujeres lucirán más llamativos. Otra tendencia que se suma es el tamaño de las obras, más grandes de lo habitual, gracias a los gustos superlativos de los faraones.
Retrato de Amenofis III
Caracterizada para decorar cualquier templo a que esté destinada, aunque de momento está presente en el Museo Egipcio de El Cairo. Una curiosidad que engloba a esta escultura egipcia es el matiz de lamentos que suele expresar su rostro cuando la luz del sol incide sobre él. Sin embargo, el deterioro con el paso de los años hizo que este rasgo se perdiese por completo.
La reina Hatshepsut
El granito rosa es la materia prima que forma parte de esta escultura hallada en el Museo Egipcio de El Cairo. Se trata la hija única de Tutmosis I y Ahmosis. La mujer formó parte de la XVIII dinastía, convirtiéndose en la única heredera de toda la fortuna administrada por su marido fallecido.
Una peculiaridad que llama bastante la atención es la capacidad que tuvieron los artistas plásticos de convertir su rostro en un elemento más masculino (incluso con un poco de barba en su mentón. Además, cuenta con varias réplicas a modo de esfinge.
Rostro de Akenatón
Akenatón hace referencia a la reina Amenofis IV. Durante su mandato, el arte figurativo toma un salto importante en la transformación de los cuerpos, tal y como están presentes en los ejemplos anteriores de escultura egipcia. Ahora su capital es el arte armainiaco. Si las representaciones anteriormente mencionadas son un ejemplo de la naturalidad, los artistas de esa época se preocuparon aún más por lograr grandes resultados.
Las creencias culturales estaban centradas en el monoteísmo, siendo la figura de Amón o Atón la única por adorar entre todos los presentes. Gracias a este espacio temporal, la reina Amenofis IV dejó de ser figura de culto para concentrarse en Atón, el nuevo patriarca.
En cuanto a su rostro, mantiene ese rasgo negroide de los faraones de los periodos anteriores. Apareció por primera vez en uno de los tantos templos construidos por Atón. En el Museo Egipcio de El Cairo está el retrato de la reina, junto al cuerpo deformado del Faraón.
Cabeza de Nefertiti
Ella perteneció a la XVIII dinastía, siendo la primera esposa reconocida de Akenatón. La presencia de esta fémina cambió ciertos paradigmas para evocar la belleza y unión de pareja para convertirse en amantes. Siempre lució moderna en su reinado, con una ligera sonrisa dibujada en su rostro. Sin duda, sus facciones dan por hecho de un personaje esbelto, sobrio, con un perfil imponente.
La historia de Nefertiti no deja de ser un enigma para todos los investigadores de la cultura egipcia. La reina desapareció sin dejar rastro. Para ir más allá, desapareció de todos los papiros históricos sobre sus hazañas durante su periodo de mando. Tal vez murió de forma violenta, haciendo que su marido prohibiera a la comunidad exclamar su nombre.
Para hablar de su escultura egipcia, posiblemente su autor mantuvo una relación sentimental con ella en secreto. Por tal motivo, el extraordinario tratamiento que recibió su silueta de su parte. Siempre bella, sonriente y con gran respeto por todos. En contraparte, el rostro de su esposo siempre aparece deformado hasta rayar en la exageración.
Hay otra escultura de Nefertiti sin cabeza, pero con buen relieve sobre el cuerpo para exaltar la simetría de su estética corporal. No cabe duda que la reina ha servido como motivación para muchas mujeres posteriores para rescatar la belleza de su cuerpo junto a un rostro si se quiere, elegante.
Representación de Meritatón hija de Amenofis IV
Si algo hay que decir de esta escultura egipcia es la exageración que presenta este rostro, no sólo por la deformación de su cráneo, sino por una barbilla marcada. El relieve vuelve a ser protagonista en este tipo de trabajos, para mostrar los aspectos cotidianos que vive la corte faraónica desde su fundación.
Para decir, el rasgo anatómico de los cuerpos es un tanto deformado. La unidad compositiva llega con una estrategia particular: alargar los cuellos para efectuar los rostros. El apartado familiar es destacado en asuntos de relieve, al retratar a toda la familia de Amenofis IV y a todos los hijos de Nefertiti.
Tutankamón
Es el último Faraón de la dinastía XVIII, la misma época que vivió la reina Nefertiti. Una de sus principales filosofías fue mantener la cultura monoteísta para adorar a un solo dios (en su caso, a él mismo como la autoridad de respeto). Mucha de sus ideas fueron tomadas por la población judía a lo que trata de su sistema religioso en la actualidad.
Con la llegada de Moisés a la comunidad egipcia, existió mucha tensión en cuanto a las creencias refiere. Dicha presión convirtió el avance de la escultura egipcia a la antigua escuela tebana. Tutankamón tuvo un final bastante trágico en manos de los sacerdotes que respaldaron el politeísmo para rendir culto a varias deidades. Su tumba ha sido de las pocas que rescatan intacta, por tal razón hay muchísimo material de investigación en cuanto al Faraón.
Al final siempre quiso estar bajo ambos bandos, con la reconstrucción de muchas tumbas destruidas en la escuela de Tebas para los fieles creyentes del monoteísmo. Los sacerdotes que dieron muerte al Faraón tuvieron el poder suficiente para restituir el politeísmo con todas sus luces.
Desde su nacimiento tuvo una discapacidad física o más bien una deformidad en el pie izquierdo por causa de osteoporosis. Por esa razón siempre caminó apoyado en muletas, siendo uno de los Faraones más jóvenes de su dinastía.
1922 es un año importante con ayuda de un ilustre personaje que marcó la historia actual de Tutankamón gracias al hallazgo de su tumba casi intacta. Howard Carter forma parte de los grandes libros de la historia universal al cumplir con esta misión encomendada por Lord Carnarvon.
Cada uno de los objetos encontrados en su tumba tienen una datación de 5000 años aproximadamente. Su máscara actualmente reposa en el Museo Egipcio de El Cairo, al despertar el interés de todos los espectadores por mirar semejante espectáculo.
Como consecuencia de este hallazgo, muchos implicados en el suceso murieron por situaciones extraordinarias. Para los creyentes del karma, asocian los decesos con la maldición del faraón por profanar su tumba en el siglo XX.
Parte de todos los accesorios relacionados con Tutankamón han viajado a lo largo y ancho del mundo. Por tratarse de un faraón con amplia historia, hasta los desconocedores de la escultura egipcia (gran parte de ellas elaborada con madera policromada) aclaman la presencia de cada prenda que relaciona a este personaje.
Egipto dio la autorización para exponer todas las manifestaciones relacionadas con Tutankamón. El Museo de Louvre es el primer recinto en valorar en gran modo todos los utensilios que llegaron consigo procedentes del faraón.
A partir de 1979 hasta 2005 no se hicieron nuevas exhibiciones en tal infraestructura. Un aspecto muy cierto son los millones de visitantes que introdujo el Museo en los primeros años de exposición.
La máscara de este Faraón ha rondado el mundo en su presentación de oro laminado, con construcción en plata y piedras preciosas.
Fue localizada en la tercera tumba del emperador. Forma parte de un legado histórico junto a su escultura egipcia que todo el mundo alaba con vehemencia. ¿Sabe cómo ha desenvuelto la Historia del Arte hasta la actualidad? No deje de descubrirlo.