El embarazo psicológico, también conocido como pseudogestación o falsa gestación, es un fenómeno que afecta no solo a los seres humanos sino también a nuestros compañeros caninos. Aunque no se trata de un embarazo real, los síntomas pueden ser sorprendentemente similares.
En este artículo, exploraremos en profundidad el embarazo psicológico en perros, sus causas, síntomas, cómo manejarlo y qué implicaciones tiene para el bienestar de nuestras preciadas mascotas.
¿Qué es el embarazo psicológico en perros?
El embarazo psicológico o pseudogestación en perras es una condición común no patológica caracterizada principalmente por la producción de leche y la aparición de una conducta maternal no asociada a una gestación o parto.
No obstante, sí es motivo de atención y cuidados específicos ya que puede acarrear algunas complicaciones. No dudes en consultar tus dudas al veterinario.
El ciclo reproductor en las perras
Para comprender el embarazo psicológico en perros es necesario que nos detengamos antes a conocer cómo funciona su ciclo reproductivo. Si sabemos qué es un embarazo real, estamos en mejores condiciones de entender qué no es un embarazo y por lo tanto, qué es un embarazo psicológico. Allá vamos:
Las perras y otros muchos mamíferos (como los roedores), a diferencia de los humanos, no tienen ciclo menstrual, sino ciclo estral. Es un ciclo reproductivo marcado por una serie de fases fisiológicas diferentes a las que comúnmente conocemos en las mujeres de la especie humana:
- Anestro: periodo de descanso sexual (2-4 meses)
- Proestro: etapa previa al estro (de 2 a 3 semanas)
- Estro: corresponde al celo (de 15 días a un mes)
- Metaestro: fase dominada por la progesterona (2-3 meses), ya sea con o sin gestación. Posteriormente, la progesterona disminuye gradualmente en los ciclos sin fecundación y de manera abrupta en caso de fecundación y gestación. Esto estimula la producción de prolactina, una hormona que favorece el desarrollo mamario y la producción de leche.
Y es en la fase metaestro donde reside la clave del embarazo psicológico en las perras: a veces, aunque no se haya producido la fecundación de un óvulo y por causas aún no bien conocidas, se produce una disminución drástica de los niveles de progesterona que llevan al animal a entrar en un estado fisiológico gestante: la perra siente estar embarazada y se comporta como tal, manifestando conductas maternas y produciendo leche.
Causas del embarazo psicológico en perros: desajustes hormonales en el ciclo estral
El embarazo psicológico en perros es más común de lo que habitualmente sus dueños creen (6 de cada 10 perras tienen embarazos psicológicos) y tiene que ver con desajustes hormonales en e l ciclo reproductivo que alteran su celo, tal y como acabamos de ver. A pesar de que las investigaciones al respecto siguen en curso y aun no hay razones concluyentes que lo expliquen, sabemos que la pseudogestación está causada por una disminución drástica de los niveles de progesterona durante la fase metaestro en ausencia de fecundación.
Este fenómeno puede ocurrir en perras no esterilizadas tras completar su ciclo estral, aunque también puede afectar a perras esterilizadas, eso sí, en menor medida, y por razones que tampoco se han precisado con exactitud.
La principal causa desencadenante de la gestación es intrínseca al animal y tiene que ver con la progesterona. Pero esta condición también puede estar inducida por estímulos externos, como puede ser la influencia de otras perras gestantes alrededor o simplemente un instinto materno de emergencia espontánea sin causa aparente.
En cualquier caso, la pseudogestación es un estado fisiológico real que la perra experimenta aun no habiéndose apareado con ningún macho y se comporta como si estuviera embarazada, llegando a producir leche y mostrando conductas maternales de protección y cuidado.
La función evolutiva del embarazo psicológico en perros
Se cree que el embarazo psicológico en las perras podría tener causas evolutivas ya que también se ha observado en lobas:
Las hembras alfa de la manada son las que quedan embarazadas con más frecuencia y para asegurar la supervivencia de sus retoños, otras hembras de la manada la acompañan en este periodo. Pero para ello necesitan producir leche en ausencia de embarazo y es aquí donde entra en juego el papel evolutivo del embarazo psicológico: si las hembras que acompañan a la hembra alfa entran en un estado fisiológico de gestación (pseudogestación) pueden producir leche y con ello contribuir a la lactancia de las crías, aliviando así todo el peso de la crianza a la loba alfa. Con ello, aumentan las probabilidades de supervivencia de la camada y por ende, la de la especie.
Síntomas del embarazo psicológico
Los síntomas del embarazo psicológico en perros pueden ser diversos y se pueden confundir fácilmente con una gestación real. Algunos de los signos más comunes incluyen la hinchazón abdominal, aumento de peso, cambios en las glándulas mamarias, secreción de leche y conductas maternales de protección y cuidado.
Esto último si cabe, puede ser uno de los signos más llamativos, donde su dueños observan perplejos cómo de repente su perrita comienza a construir un nido imaginario en el que alberga juguetes y objetos que adopta como si fueran sus crías. A esta conducta le puede acompañar cierta agresividad, que nace como un instinto de protección frente a sus crías imaginarias que cuida en su nido ficticio.
En general, las perras pueden encontrarse más irritables pero también pueden mostrar apatía y pérdida de apetito.
Manejo y atención del embarazo psicológico
El embarazo psicológico en perros generalmente no requiere tratamiento médico-veterinario, y estos momentos es importante prestar especial atención y brindar el cuidado apropiado a l animal.
Proporcionar juguetes y objetos blandos puede ayudar a satisfacer el instinto maternal de la perra, y mantener una rutina diaria normal puede brindar estabilidad emocional. Sin embargo, si los síntomas son severos o persisten, es recomendable consultar a un veterinario para descartar posibles problemas de salud subyacentes.
Impacto en el bienestar del perro
Aunque el embarazo psicológico en perros no es una condición médica grave ni signo de ninguna patología, puede afectar el bienestar emocional y físico del animal. El estrés asociado con estos episodios puede llevar a problemas de comportamiento, pérdida de peso y, en casos extremos, problemas de salud, como mastitis (inflamación de las glándulas mamarias).
La comprensión y el manejo adecuado son cruciales para garantizar el bienestar general de la perra y es recomendable siempre acudir al veterinario en caso de dudas.
Prevención y consideraciones
La esterilización temprana es una medida efectiva para prevenir el embarazo psicológico en perros. Además de controlar la reproducción, la esterilización reduce las posibilidades de trastornos hormonales que pueden desencadenar episodios de falsa gestación. Sin embargo, es importante discutir el momento adecuado para la esterilización con un veterinario, ya que existen beneficios y consideraciones específicas para cada raza y edad.
La importancia de la adecuada intervención
Los propietarios juegan un papel vital en el manejo del embarazo psicológico en sus perros. La atención adicional, el cariño y la paciencia son fundamentales para ayudar a la perra a superar esta fase. Se deben evitar reacciones negativas, ya que esto podría aumentar el estrés del animal. En cambio, ofrecer un entorno seguro y apoyo emocional contribuirá a la pronta recuperación. Si los síntomas son muy agudos y persistentes, estará indicado acudir al veterinario.
Un fenómeno en vías de investigación
El embarazo psicológico en perros es un fenómeno que continúa en vías de investigación y pone de manifiesto la complejidad de la reproducción en las especies.
Aunque no representa un riesgo grave para la salud del animal, comprenderlo adecuadamente y prestar la atención debida son esenciales para garantizar el bienestar emocional y físico de nuestras perritas.