¿Qué clase de monstruo será ese tal Martin Scorsese que, después de vilipendiar a las películas de Marvel va y saca una que se resume en tres horas y media de puros efectos especiales?
Alto ahí, vaquero. Sabes que no.
https://www.youtube.com/watch?v=EThb2OGf8Pw
Para bien o para mal, El irlandés es una película que ha hecho historia por muchos motivos. Es el estreno de cine más largo de los últimos 20 años, es la película más larga de Martin Scorsese, es la primera vez que vemos juntos a De Niro, Pesci y Pacino y, sí, en caso de que haya alguien que aún no se hubiese enterado, los efectos especiales son llamativos. Diferentes.
Y también históricos.
Más allá de la manoseada controversia sobre la idoneidad o no de las técnicas de rejuvenecimiento usadas en El irlandés, hoy en Postposmo queremos centrarnos en el apasionante relato ofrecido por el máximo responsable del asunto: el argentino Pablo Helman, supervisor de Industrial Light& Magic (ILM), la compañía que se ha encargado de los efectos visuales milagrosos (y, dado su conservadurismo, nunca vistos antes) de El irlandés. Adelanto: los efectos especiales de Scorsese tienen poco que ver con los de Marvel. El cine de Scorsese sigue virgen de cromas verdes. Destacamos nueve detalles deliciosos de los efectos visuales de El irlandés extraídos de la apasionante entrevista (en inglés y de obligada lectura) que Pablo Helman ha ofrecido al medio especializado FX Guide.
9 curiosidades sobre los efectos de rejuvenecimiento de El irlandés
El proceso de rejuvenecimiento à la Scorsese habría sido la pesadilla suprema (o el sueño dorado último, según se mire) de cualquier profesional de efectos especiales. Un tormenta perfecta repleta de imposibles que, en manos del talentoso Pablo Helman y su equipo, ha sido el vehículo con el que se ha escrito un nuevo capítulo de la historia de la post producción cinematográfica.
“You know, I’m not that kind of an actor
Seguramente, el momento en el que Pablo Helman aceptó que se disponía a surcar aguas inexploradas se produjo durante la conversación a dos bandas que mantuvo en 2015 con Martin Scorsese y el protagonista (pero también productor de El irlandés) Robert De Niro.
«Sabes, no soy esa clase de actor. Quiero que desarrolles un sistema con el que no haya marcadores en mi cara. No quiero llevar casco ni nada parecido. Y quiero estar en el set con la luz correcta trabajando con otros actores», comenta Helman que le dijo De Niro, tras lo cual Scorsese se limitó a darle la razón al actor para añadir: «¿Por qué no te lo piensas? Y cuando se te ocurra un sistema, nos llamas.
Era 2015, aún faltaban más de tres años para empezar a rodar El irlandés y Helman no podía ni imaginar la que se le venía encima. Lo único adicional (en el aspecto de los actores) que se ha usado en las escenas de rejuvenecimiento han sido esas minúsculas guías de posicionamiento que podemos ver en la siguiente imagen de ejemplo:
La idea no era rejuvenecer a Pacino, De Niro y Pesci.
Si una de las principales críticas al proceso de rejuvenecimiento de El irlandés ha sido la de que todos nos acordamos del aspecto de Tony Montana o del joven Michael Corleone, ( y que ese señor que se hace llamar Frank Sheeran tiene aspecto de cualquier cosa salvo de De Niro joven), Helman asegura que esto estaba en la hoja de ruta; que la pretensión de Martin Scorsese era la de rejuvenecer a los personajes. No a los actores.
La súper cámara
Dado que los actores no tendrían marcador alguno en el rostro (a la manera del Gollum Andy Serkins o de aquella fabulosa escena de rejuvenecimiento facial de Tony Stark en Captain America: Civil War, la clave estaría en registrar la mayor cantidad de información posible con las cámaras. El principal (que no único) artífice del milagro fue la creación de una súper estructura compuesta por tres cámaras: una principal escoltada a cada lado por una cámara con anillos de luz infrarroja. El equipo al completo pesaba treinta kilogramos y tenía un diámetro de treinta pulgadas. Y como Scorsese es Scorsese, para rodar las escenas de diálogos tal y como él acostumbra a hacerlo fueron necesarias dos de estas súper estructuras.
Lunas y humo, fuera
Dada la especial naturaleza de la luz infrarroja, todas las escenas con vehículos fueron un tanto especiales. Por culpa del plomo presente en los cristales de muchos coches de los años 50 y 60, hubo que sacar las lunas frontales de todas las escenas de El irlandés en las que se fuese a aplicar efectos de rejuvenecimiento. Lo mismo con el humo de los cigarros, que tuvo que ser introducido por ordenador.
Cadillac rosa
La primera vez que el equipo de El irlandés probó su nuevo y revolucionario equipo de rejuvenecimiento fue con Robert De Niro, quien se animó a reinterpretar la famosa escena del Cadillac rosa de Uno de los nuestros:
Manos
No sólo se han rejuvenecido los rostros de Pesci, De Niro y Pacino. También muchísimas manos (cuyo proceso es especialmente laborioso, apunta FX Guide). Al fin y al cabo, «es en los ojos y en las manos donde se puede ver la senda caminada, las vidas contagiadas, y lo poco que nos queda como humanos», que dijo el poeta.
1750 tomas
En total se realizaron 1750 tomas con efectos de rejuvenecimiento, todas ellas en resolución 4K. Sólo se rodaron tres escenas con steadycam. Aunque Scorsese pudo anticiparle a Helman el trabajo de preproducción de unas 50 escenas (lo que ayudaba en gran medida para preparar y acelerar el proceso de rejuvenecimiento), hubo varias escenas totalmente improvisadas como, por ejemplo, la larga conversación acerca del olor del pescado en el coche. Sí, Helman asegura que ese diálogo no estaba en el guión original de Steven Zaillian (que creció de las 130 páginas iniciales a 160). También se improvisó el arrebato que le entra a Jimmy Hoffa en Miami por culpa de una tardanza de 15 minutos.
Librería de ojos
El equipo de ILM construyó entre 2015 y 2017 toda una base de datos de rasgos faciales. Una completa librería de rostros divididos por edades en la que, por ejemplo, puedes acceder a los ojos de Robert De Niro con 46 años en cosa de pocos clics. Cuenta con un sistema de inteligencia artificial con el que, una vez introducidos los parámetros, selecciona los mejores rasgos para una escena en concreto. En total, en El irlandés vemos a Robert De Niro a la edad de 24, 36, 41, 42, 47, 55 y 76 años (su edad actual). Cada vez que Martin Scorsese revisaba una escena, lo hacía con la práctica totalidad de los efectos especiales ya aplicados, asegura Helman: «nunca escuché a Martin decir algo como «el parecido no está ahí», y lo único que me diría sería algo parecido a «creo que necesitamos más textura en la piel», etc.
La prioridad del material original
Helman asegura que no se ha usado ningún doble de cuerpos (algo que habría ayudado en buena medida a la hora de retocar las escenas improvisadas). Además, no todos los efectos de rejuvenecimiento fueron en tres dimensiones. En el flashback donde vemos al más joven de los Frank Sheeran de El irlandés, el cuerpo de Robert De Niro fue ajustado usando composición en 2D para hacerlo parecer más joven y delgado.
La premisa de Martin Scorsese fue siempre la de trabajar con la mayor cantidad posible de material original.