El jardín del Edén es un lugar interpretado como el paraíso, conocido por este nombre por el lugar dónde Dios creó a Adán y Eva. Si bien es verdad, lo interpretamos como el paraíso terrenal, una zona llena de encanto, vegetación, armonía y casi hasta sagrado. Ahora bien, hay muchos lugares y rincones en nuestro planeta, pero siempre creemos que este lugar es único y que debería de existir ¿Dónde estaría situado el jardín del Edén?
Es el lugar idílico, dónde cualquier persona le gustaría al menos permanecer unos instantes de su vida. Se describe como el lugar que ofreció el Todopoderoso, lleno de vegetación exquisita, florida y con animales que viven en armonía. Todos los seres vivos pueden vivir sin dolor ni sufrimiento, sin fatigas ni enfermedades.
Tampoco se describe a la muerte, dado a que el Árbol de la Vida será uno de los mayores protagonistas, el cuál florece constantemente y ofrece frutos. Adán y Eva se permiten alimentarse de los frutos de este árbol, el cual les ofrece felicidad, salud e inmortalidad,
¿Dónde estaría situado el jardín del Edén?
A lo largo de los siglos ha existido muchos historiadores que han seguido la trayectoria de este lugar. En realidad, el lugar se describe con ríos y zonas que hacen orientar al espectador de que esta zona estaba presente en nuestro planeta.
De hecho, el Jardín del Edén está en el Génesis 2-10,14, dónde lo describe “Del Edén salía un río que regaba el jardín y se dividía en cuatro brazos. El primero se llama Pisón, y corría rodeando toda la tierra de Evila donde había oro y oro muy fino. Allí se encuentran también aromas y piedras preciosas. El segundo río se llamaba Guijón y rodeaba la tierra de Cus. El tercer río se llamaba Tigris, y fluía al oriente de Asiria. Y el cuarto río era el Éufrates”.
Según varios expertos, este lugar puede llegar a ser similar a una zona ubicada en Tierra Santa, Israel, ya que se sitúa en el río Jordán, dónde desembocaba en el paraíso terrenal para luego dividirse.
“Del Edén salía un río que regaba el jardín y se dividía en cuatro brazos. El primero se llama Pisón, y corría rodeando toda la tierra de Evila donde había oro y oro muy fino. Allí se encuentran también aromas y piedras preciosas. El segundo río se llamaba Guijón y rodeaba la tierra de Cus. El tercer río se llamaba Tigris, y fluía al oriente de Asiria. Y el cuarto río era el Éufrates”.
Son muchos los estudios y las curiosidades que han suscitado las sospechas referentes a este lugar tan idílico. Hay que ubicar los tramos de los ríos en aquellos tiempos, ya que los caudales son indudablemente diferentes y más abundantes.
Muchos eruditos atribuyen a que dicho Edén se sitúa en Egipto e identifican a los cuatro ríos con el Nilo, ya que antiguamente se podía identificar con un lugar rico en vegetación, fértil y con dónde podrían emerger varios puntos de corrientes de agua.
Pero los estudios continúan y los expertos no se dan por vencidos. El profesor y arqueólogo David Rohl ha hecho una investigación exhaustiva sobre el Jardín del Edén y analizando al milímetro todas las transcripciones. Afirmó que dicho valle se encuentra en el actual Tabriz, en el norte de Irán, sobre la meseta oeste al oeste del lago Urmia.
El Arca de Noé también hace su geolocalización
Afirma que los puntos señalados en el Génesis son bien acertados y que llegan a ser fiables, confiando en que dicho Jardín se encontraba en la antigua Armenia, alrededor de los lagos Van y Urmia, en las mismas zonas dónde se eleva el monte Ararat. Dicho lugar también fue un lugar clave en la historia, ya que aquí se describe cómo se posó el arca de Noé al final del Gran Diluvio. Se puede observar que dichas pruebas pueden estar todavía posadas, con las marcas de un arca sobre la cima de dicha montaña.
¿Qué relación existe entre el Arca de Noé y el Jardín del Edén?
Los geofísicos William Ryan y Walter Pitman formularon el libro «El diluvio de Noé». En su contenido se hicieron numerosas investigaciones y sitúa el Edén dentro de sus exploraciones como un lugar parecido a una selva amazónica. Dicho lugar tiene su ubicación, el Mar Negro, como un lugar enclave con agua dulce y fértiles tierras.
Según la historia, hace 7.600 años hubo una gran inundación catastrófica en dicho lugar, provocado por el movimiento sísmico del Mediterráneo, convirtiéndolo en un lago salado. Su teoría reafirma todas las hipótesis, sobre el Arca de Noé y el Jardín del Edén como un lugar que haría coincidir ambos fenómenos. Incluso se tienen evidencias geológicas de dichos estudios, como otros relatos no bíblicos como la Metamorfosis de Ovidio o el poema acadio de Gigalmesh. Dichos relatos afirman en sus escritos este lugar clave como un lugar muy fértil que fue inundado por un gran volumen de agua.
La relación del Jardín del Edén con otras culturas
Hay culturas que también superponen puntos en común con la creación de Hombre y con jardines de ensueño. Así se describe en el Enûma Elish, un poema babilónico que narra el origen del mundo. Se menciona que el mundo fue creado en 7 días por Tiaman, una diosa babilónica con forma de serpiente. El lugar fue un hermoso jardín.
En la mitología sumeria, en el Mito de Enki y Ninhursag, el dios sumerio Enki fue quien cedió su costilla para crear a la diosa Ninti. En una de sus tablillas se describe como se realizó en una tierra pura y brillante, dónde no se conocía la enfermedad ni la muerte. Enki creó a los seres humanos y en un lugar donde no podían temer a los animales ni las plantas. Pero después descubrió que los humanos tenían un comportamiento inadecuado y tuvieron que ser expulsados del paraíso.
No obstante, la Iglesia atribuye a este Jardín del Edén como un paraíso perdido, de inocencia y armonía entre la humanidad y Dios. Dicho lugar es un lugar idónea para introducir al hombre, pero con el final fatal de inducir tal lugar al pecado.