No es ningún secreto que los romanes adoraban antiguamente a muchas deidades diferentes. Cada una de ellas representaba ciertos aspectos de la vida y poseía rasgos específicos que los distinguían. Uno de ellos es el dios Mercurio, que probablemente os suene más con el nombre de su análogo griego.
Si queréis saber más sobre esta deidad romana, os recomiendo que sigáis leyendo. En este artículo explicaremos quién es el dios Mercurio, cuál es su análogo griego y cómo lo solían representar. En el caso de que os guste la mitología romana, estos conocimientos no os pueden faltar.
¿Quién es el dios Mercurio?
Seguramente ya sabréis que, en la mitología romana, los diversos dioses tienen nombres de planetas. Por lo tanto no es de extrañar que exista uno llamado Mercurio. Se trata del dios del comercio y, según los mitos y las leyendas, es hijo de Maia Maiestas y de Júpiter. El nombre del dios Mercurio proviene del término latín merx, que se traduce como «mercancía». A parte de ser la deidad romana del comercio, también representa los mensajes, la elocuencia, la comunicación, la adivinación, las fronteras, los viajeros, la suerte, los ladrones y las artimañas.
Si bien es cierto que las formas más antiguas correspondientes a esta deidad están relacionadas con el dios etrusco llamado Turms, la gran mayoría de la mitología y de las características de Mercurio tienen su origen en su análogo griego conocido como Hermes, del cual hablaremos más adelante.
Hay que destacar que el dios Mercurio ha servido de inspiración para darle nombre a diferentes cosas en el mundo científico, como por ejemplo el planeta Mercurio, la planta mercurial y el elemento mercurio. Además, el término «mercurial» se utiliza normalmente para referirse a alguien o a algo inestable, errático o volátil. Esta manera de expresarse deriva de los vuelos rápidos que realizaba el dios Mercurio para llegar de un lugar a otro. De hecho, es el mensajero de los dioses.
¿Qué dios griego representa Mercurio?
Las deidades de la mitología romana y la griega están estrechamente relacionadas. Cada una tiene su análogo en la otra cultura. Como ya hemos mencionado anteriormente, el dios Mercurio se llama Hermes en la mitología griega, donde también desempeña su rol como dios mensajero y del comercio. También representa lo mismo que Mercurio: A los viajeros, las fronteras, las astucia, los mentirosos, los ladrones, etc. Además, es el encargado de guiar las almas de los difuntos en el inframundo.
En la mitología griega, Hermes es hijo de Zeus (el equivalente al dios Júpiter) y de la pléyade Maya. A pesar de no ser una de las deidades más destacables del olimpo, aparece en muchos mitos y leyendas, siendo uno de los más conocidos aquel que trata sobre los cambios de las estaciones. Cuenta que el dios del inframundo, Hades, rapta a Perséfone para convertirla en su esposa. Tras este suceso, la madre de la víctima, que es Deméter, la diosa de la tierra fértil y de las estaciones, entristeció mucho. En consecuencia maldijo la Tierra hasta recuperar a su hija. De esta manera se inició una época de agonía para los seres humanos.
Tras ese suceso, Zeus decide enviar a Hermes al inframundo para que este negocie con Hades la liberación de Perséfone. Al final consiguen llegar a un pacto: Ella tendrá que pasar seis meses con Hades en el inframundo, y los otros seis meses podría permanecer junto a su madre Deméter en la Tierra. La diosa de las estaciones y de la tierra fértil entristece durante la ausencia de su amada hija, lo que se refleja en las estaciones más frías del año: Otoño e invierno. En cambio, cuando Perséfone vuelve junto a ella, se pone muy feliz, dando paso a las estaciones de primavera y verano.
¿Cómo se representa a Mercurio?
Como ya hemos mencionado anteriormente, el dios Mercurio no es una deidad original creada por los romanos, si no que se adaptó siguiendo el ejemplo del dios griego Hermes cuando ambas religiones se sincretizaron en el siglo III a.C. Hasta entonces, en la mitología romana existían los llamados Dei Lucrii, que eran los dioses de las actividades económicas, pero estos fueron sustituidos por Mercurio.
Por este motivo, esta deidad romana se asemeja tantísimo al dios griego Hermes. A la hora de representarlos, ya sea mediante textos, dibujos o esculturas, solían vestir un tipo de sombrero llamado pétaso y unas sandalias aladas llamadas talarias. En algunas ocasiones incluso añadían las alas directamente a los tobillos del dios. Además, sostienen en casi todas sus representaciones un caduceo. Se trata de una vara de heraldo que se distingue por dos serpientes entrelazadas. Es el símbolo del comercio y de las instituciones económicas. Fue un regalo que le hizo Apolo a Hermes.
También es muy habitual relacionar a las deidades con diferentes animales, pues estos representan diferentes cosas, igual que los dioses. En el caso de Mercurio o Hermes, estos solían aparecer junto con uno de los siguientes animales:
- Un gallo: Es el heraldo que anuncia el nuevo día.
- Una cabra o un cordero: Representan la fertilidad.
- Una tortuga: Según la mitología griega, Hermes creó la primera lira utilizando un caparazón de una tortuga. De ahí que se suela asociar con este animal.
Puesto que el dios Mercurio no forma parte de las deidades primitivas que llegaron a sobrevivir el período más antiguo del imperio romano, conocido también como «monarquía romana», no tenía ningún flamen asignado. Los flamines eran los sacerdotes más prestigiosos de la Antigua Roma, pudiendo llegar a equipararse incluso con los pontífices. No obstante, el dios mensajero romano sí que tenía una fiesta importante en su nombre cada 15 de mayo. Se llamaba «la Mercuralia» y durante esta festividad, los mercaderes cogían agua de su pozo sagrado para rociársela sobre sus cabezas.
A pesar de que ya no exista una creencia muy extendida de la mitología romana, sus mitos y protagonistas resultan sumamente interesantes. Las antiguas culturas politeístas están llenas de leyendas muy curiosas y entretenidas que han inspirado muchas novelas literarias e historias.