Probablemente os venga algún que otro nombre a la mente cuando oís hablar del dios del trueno. Sin embargo, existían varias deidades relacionadas con este fenómeno atmosférico, siendo generalmente de las más destacables ya que se puede relacionar fácilmente con el poder, la ira y la furia.
Para que os podáis hacer una idea, vamos a hablar en este artículos sobre los dioses del trueno más conocidos a día de hoy. Además, enlistaremos a otras deidades equivalentes en otras culturas. ¡Espero que os resulte interesante!
¿Quién es el dios de los truenos?
En las culturas politeístas, es decir, aquellas que adoraban a más de una deidad, era muy frecuente que cada uno de los dioses representara algo, ya sea un elemento natural, una habilidad, una característica, etc. Así pues no es de extrañar que existiera un dios del trueno en las diversas mitologías. No resulta raro que, además, estuviera relacionado con la fuerza, pues los truenos son elementos naturales muy potentes e impresionantes. Entre los dioses de los rayos más conocidas a día de hoy se encuentran Thor y Zeus, los cuales vamos a comentar más en detalle a continuación.
Dios del trueno nórdico: Thor
Empecemos por el dios del trueno más famoso a día de hoy: Thor. Su gran popularidad se la debe sobre todo a Marvel, ya que forma parte de este universo de superhéroes. Sin embargo, las historias y relaciones familiares que podemos ver en estas sagas no son del todo correctas. Veamos quién era este dios realmente.
Son varios los dioses que existen en la mitología nórdica, siendo uno de los más destacables Thor, el dios del trueno. Era el primogénito de Odín, también conocido como el Padre de Todos, y la giganta Jörd. Se casó con una de las diosas más bellas de Asgard, llamada Sif. Con ella tuvo dos hijos: Modi y Thrud. En una de sus aventuras en Jötunheim, el lugar de los gigantes, tuvo a su primogénito, Magni. El poderoso Thor, el más fuerte de todos los dioses, vivía con su familia en el palacio Bilskirner, en Asgrad, hogar de las deidades pertenecientes a la estirpe de los ases.
Según la cultura nórdica, Thor no era sólo el dios del trueno y del rayo, si no también del fuego, de la arquitectura y de la juventud. Además, si principal misión otorgada por el mismísimo Odín era la de proteger Midgard, el hogar de los hombres. También hay que destacar que era muy amante de la guerra, por lo que aparece en muchos mitos masacrando a diversos gigantes.
Entre los elementos que suelen acompañar y representar a esta deidad nórdica se encuentra sobre todo su martillo Mjölnir, siendo él el único capaz de sostenerlo sin dificultad alguna gracias a sus guantes de hierro denominados Járngreipr. También es el poseedor de un cinturón que le da fuerza, conocido como Megingjǫrð. Para poder viajar entre los mundos, Thor tenía un carro del cual tiraban dos carneros, Tanngnjóstr y Tanngrisnir. Según la mitología nórdica, los truenos retumbaban a su paso. Sin embargo, la característica más especial de estos animales es que podían resucitar tras ser sacrificados.
Fueron muchos los dioses que fallecieron en la batalla del fin del mundo, el Ragnarok. Entre ellos también se encontraba Thor, que no sobrevivió a su lucha contra la serpiente de Midgard llamada Jörmundgander, uno de los tres monstruosos hijos de Loki.
Dios del trueno greco-romano: Zeus/Júpiter
Como muchos ya sabréis, la mitología griega y la romana están estrechamente relacionadas. Tanto, que sus dioses apenas difieren, a excepción del nombre. Así pues podemos asumir que ambas culturas tienen el mismo dios del trueno. En la mitología griega se conoce como Zeus, mientras que los romanos lo llamaban Júpiter. Ambos eran las deidades principales de su respectiva cultura, los soberanos de los dioses.
A parte de representar el trueno, también representaban el cielo. Se podría decir que son los dioses de los grandes fenómenos atmosféricos y del universo entero. Zeus, o Júpiter, era considerado el rey y padre de los dioses y defensor de los extranjeros, de los suplicantes y de los huéspedes. Además, era el protector de los hombres, de la familia, de la sociedad, de las leyes y del Estado.
Estos dos reyes de los dioses destacaban por sus amplias apetencias eróticas, tanto con diosas como con mortales. Por lo tanto no es de extrañar que tuvieran una gran descendencia. Cabe decir que si los hijos o hijas eran de madre divina, también eran dioses o diosas. Sin embargo, si la madre era mortal, se traba de semidioses o semidiosas, siendo Hércules uno de los más conocidos.
Generalmente se representaba a Zeus / Júpiter como un hombre fuerte y hermoso, con cabello espeso y una barba larga. Muchas veces lo colocaban sentado en un trono de oro y empuñando un rayo, que sería su arma favorita, o un cetro. Como suele pasar en la mitología greco-romana, el dios del trueno tenía un animal que lo representaba, concretamente el águila. Era bastante frecuente que Zeus apareciera acompañado de Hermes y de Ganimedes.
Otros dioses del trueno
Obviamente, existen muchísimas más culturas politeístas que también adoran, o adoraban, a su propio dios del trueno. Veamos algunos ejemplos:
- Ah Peku: Dios del trueno de Lacandón
- Ajisukitakahikone: Dios del trueno sintoísta
- Ao-Pakarea: Dios del trueno maorí
- Aplu: Dios del trueno etrusco
- Asgaya Gigagei: Dios del trueno cherokee (también existían dos dioses del trueno más, llamados «Thunder Twins»)
- Catequil: Dios del trueno inca
- Dongo: Dios del truengo songhai
- Ehlaumel: Dios del trueno yuki
- Hinu: Dios del trueno iroqués
- Illapa: Dios del trueno inca
- Indra: Dios del trueno hindú
- Kapoonis: Dios del trueno de Nisqually
- Lei Gong: Dios del trueno chino
- Perún: Dios del trueno eslavo
- Whaitiri: Diosa del trueno maorí
Como podéis ver, existen varios dioses del trueno diferentes, pero lo que suelen tener en común, al menos en las culturas indoeuropeas, es que son de especial importancia entre las demás deidades de su respectiva mitología, asumiendo un papel de mando o muy cercano a él.