La vainilla es una de las especias más apreciadas y consumidas a lo largo del mundo, algo que se debe a su aroma y sabor tan característicos y deliciosos. Su origen, aunque pueda sorprendernos está en una región tropical y en una flor con forma de orquídea.
Si quieres saber más cosas sobre esta especia que no falta en la repostería, pero tampoco en cremas, velas, jabones y todo lo que tiene el agradable olor avainillado, quédate a conocerlo todo en el artículo que hemos preparado hoy.
Origen y cultivo de la vainilla
La vainilla lleva siendo utilizada desde la antigüedad por las culturas prehispánicas, como los totonacas en el actual estado de Veracruz, México, quienes se dice que serían los primeros en cultivarla. Los aztecas, bajo el dominio de Moctezuma II, también usaban la vainilla como ingrediente para saborizar el chocolate. Sin embargo, la especia no sería conocida fuera de América hasta la llegada de los colonizadores europeos en el siglo XVI.
El origen salvaje de la vainilla se remonta a la región tropical de América Central y México, donde crece en la forma de una orquídea del género Vanilla. La planta más comúnmente asociada con la producción de vainilla es la Vanilla planifolia, aunque existen otras especies que también producen esta especia como serían la Vanilla tahitensis y la Vanilla pompona.
El nombre «vainilla» procede del término español «vaina», en referencia a la vaina donde están las semillas de la planta. Y es que la vainilla, se obtiene de los frutos inmaduros de la planta, que son largas y delgadas vainas que, una vez recolectadas, pasan por un cuidadoso proceso de curado para que su aroma y sabor se desarrollen.
Proceso de cultivo
Cultivar la planta de la vainilla no es un proceso sencillo, requiere de condiciones ambientales muy específicas. Estamos hablando de una planta que crece de manera natural en un clima tropical, por lo que prefiere condiciones cálidas y húmedas con temperaturas que oscilen entre los 21ºC y los 32 ºC. Además, el sol directo y abundante le es perjudicial por lo que necesita una sombra parcial, acostumbrada como está a crecer bajo la sombra de los árboles.
Por otro lado, una complicación añadida que es al mismo tiempo una característica interesante de la flor de la vainilla: su polinización. Las flores son hermafroditas, pero se abren exclusivamente una vez al año y su vida es muy breve. Esto implica que la polinización debe realizarse de manera manual. En su hábitat natural las abejas son las encargadas de polinizar estas y otras muchas flores, pero cuando estas obreras no están presentes debe ser la mano humana del cultivador quien polinice las flores para asegurar una buena cosecha.
Cosecha y curado
Una vez las flores están polinizadas, comienzan a producir vainas (como las que pueden verse en la imagen de los árboles en la zona inferior). Estas vainas tardan en madurar entre 7 y 9 meses. Una vez listas, se cosechan y se someten a un proceso de curado que puede durar hasta otros seis meses. Este proceso es esencial para que las vainas desarrollen el aroma y sabor característicos de la vainilla. Este proceso consiste en blanquear las vainas en agua caliente, dejarlas secar al sol y almacenarlas en condiciones ambientales controladas.
Producción global
El mayor productor de vainilla que existe a día de hoy está situado en Madagascar, donde se produce el 80% de toda la producción mundial. El 20% restante se produce en México, Indonesia, India y Tahití. Sin embargo toda la producción de la vainilla está pasando por problemas asociados al cambio climático y la gran demanda de producto que supera a la oferta. Todo ello ha elevado el precio de la vainilla hasta convertirla en una de las especias más caras del mundo.
Usos de la vainilla
La vainilla puede utilizarse en una gran variedad de productos y puede tener una gran variedad, por tanto, de usos. En la industria alimentaria, es un saborizante importante de helados, repostería, chocolate y bebidas. Pero además de en la alimentación, que siempre ha sido el principal de sus usos, se emplea en el mundo de la perfumería y la cosmética o cuidado personal debido a su aroma dulce y por los beneficios que posee para la piel como: antioxidante, antiinflamatorio y calmante.
La vainilla, además, tiene múltiples e interesantes propiedades como ser antioxidante, antiinflamatoria, poseer efecto calmante, mejora la digestión y es bactericida. Por todo ello, también es usada en terapias alimenticias o aromaterapias. Otra propiedad asociada a la vainilla es el aumento del deseo sexual como un afrodisíaco.
Ahora bien, no todo lo que se vende como vainilla es vainilla natural, también existe la vainilla artificial, que es mucho más económica pero que carece de las propiedades y del sabor característico y natural de la vainilla sacada de la naturaleza. Debemos tener cuidado, por tanto, a la hora de adquirir vainilla cuál de las dos opciones estamos comprando.