Queremos hablar de las curiosidades de las abejas, pues son unos insectos fundamentales para nuestro planeta y para las personas. La miel tiene numerosos beneficios a nivel tópico o como alimento. La cera ha ayudado a la humanidad a poder ver en la oscuridad durante cientos de años y, sobre todo, la polinización que realizan ayudan a que el planeta Tierra al completo siga funcionando. El día que no haya abejas, ese día deberemos temer lo que pueda pasar.
Por todo ello, hoy vamos a hablar de estos pequeños insectos vitales. De datos curiosos e interesantes que igual no conocías sobre ellas. Y, también, de algunas cosas que los seres humanos podemos hacer en beneficio de las abejas para ayudar a que sigan haciendo su importante labor.
Curiosidades de las abejas
Es conocido que las abejas son criaturas esenciales para nuestro planeta, ya que desempeñan un papel crucial en el ecosistema y en la agricultura. Aunque, es cierto, que en ocasiones se las ha relegado solo a insectos que fabrican miel, son mucho más que eso. Son unos insectos complejos tanto en vida como en comportamiento. Por ello, a continuación os traemos curiosidades sobre las abejas.
Datos que no sabías de estos insectos vitales
A día de hoy existen más de 20.000 especies de abejas alrededor de todo el mundo. La más conocida de todas ellas es la abeja melífera, aunque otras como las abejas solitarias o los abejorros son igualmente esenciales para la polinización.
Abejas, polinización y ecosistema
Las abejas son polinizadoras fundamentales para un gran número de plantas y de cultivos. Aproximadamente un tercio de los alimentos que consumimos dependen de la polinización de las abejas. Por ejemplo, frutas como la manzana, fresas o almendras, así como muchos vegetales necesitan de dicha polinización. Su trabajo como polinizadoras no solo beneficia al ser humano sino que es vital para la biodiversidad de los ecosistemas.
La comunicación
Las abejas se comunican entre sí mediante movimientos y feromonas en lo que parece una especie de baile zumbante. El waggle dance (baile del meneo) es una de las formas de comunicación mas características. Cuando una abeja encuentra una fuente importante de néctar, regresa a la colmena y realiza unos movimientos a modo de baile donde especifica e indica la dirección y la distancia de dicha fuente de alimento. Este baile es fundamental para la búsqueda de alimento y nos muestra lo complejo de la comunicación entre abejas.
La colmena
Las colmenas son sociedades muy organizadas donde hay tres tipos de abejas: la reina, las obreras y los zánganos. La reina es la única hembra fértil y su función principal es poner huevos. Las obreras son hembras estériles que realizan diversas tareas, desde cuidar a las crías, hasta recolectar néctar y polen para hacer miel, entre otras cosas, pero también se encargan de la defensa de la colmena. Los zánganos son machos que tienen el propósito de aparearse con la reina.
Vida de la abeja
Las abejas obreras pueden vivir entre 5 y 6 semanas, mientras que la reina puede llevar a vivir hasta 5 años. Cada uno de los tipos de abejas de una colmena tienen una función muy clara y toda su vida se la pasan realizando dicha función.
En las colmenas, realizan panales usando la cera que producen sus glándulas. Cada una de las celdas es hexagonal para maximizar el espacio y aprovechar más los recursos (necesitan usar menos cera). Es un diseño muy eficiente.
Hibernación y climas fríos
Las abejas no hibernan en realidad, lo que hacen es formar una especie de masa en la colmena para mantener el calor durante épocas de frío. Las abejas se reagrupan y, se alimentan de la miel que han ido recolectando en las épocas de calor, por ello, en apicultura, siempre hay que dejarles miel a las abejas cuando se recolecta dicha miel para el consumo humano.
La Miel
La miel es el producto más conocido de todos los que elaboran las abejas. Posee, además, multitud de propiedades antibacterianas y antioxidantes. Otro dato curioso, es que la miel no se descompone, por lo que se ha podido encontrar intacta en tumbas egipcias enterradas hace millones de años. Este producto es el resultado de la recolección de néctar y polen, que las abejas depositan en las colmenas donde lo convierten en miel mediante el siguiente proceso, que quizá es una de las curiosidades de las abejas más interesantes: llevan el néctar a la colmena donde lo regurgitan y baten sus alas para secar dicho néctar y que espese, en este proceso de deshidratación se concentran los azúcares dando lugar a la miel.
Cuando una celda está llena de miel, con la consistencia adecuada, las abejas sellan esa celda con cera para conservarla. Este será el alimento para la época de invierno o cuando las flores ya no den suficiente néctar.
¿Qué podemos hacer para ayudar a las abejas?
Existen diversas cosas que nosotros, los particulares que no nos dedicamos a la apicultura ni nada parecido, podemos hacer por las abejas. Como veremos son cosas sencillas, que cualquier persona con una terraza, azotea, jardín, balcón, ventana o lugar donde poner plantas, podemos hacer. De manera que vivamos en el campo o en la ciudad tenemos algo al alcance de la mano que podemos hacer para ayudar a las abejas y, por tanto, ayudar al planeta.
Plantas que benefician a las abejas
Las abejas tienen que volar distancias largas en muchas ocasiones, que tengan entre las casas y barrios humanos pequeñas zonas donde parar es algo muy beneficioso para ellas. Por ello, para ayudarlas podemos plantar en nuestro jardín, terraza, balcón o ventana algunas plantas que atraen a las abejas. Plantas donde puedan descasar o incluso recoger polen para luego llevarse a la colmena y fabricar miel, cera, propóleos, jalea, etc..
Quizá la duda la tengamos en qué podemos plantar que sea beneficioso para ellas. La respuesta es que hay numerosas plantas y podremos elegir la que más nos guste. Por ejemplo: podemos poner una planta de lavanda o de menta para aromatizar nuestros balcones y, al mismo tiempo ayudar a las abejas. Otra opción es la caléndula que además tiene unas flores muy beneficiosas para la realización de pomadas. O quizás girasoles y poder aprovechar sus semillas para comerlas. El borrago, el cebollino, el tomillo, la salvia o el trébol son otras buenas opciones para tener en nuestros jardines, terrenos o casas.