La vida litúrgica de la comunidad católica se fundamenta en siete sacramentos, es por esto que es importante saber cuáles son los sacramentos, y que significan y en qué momento deben realizarse. Este es un tema en el que cualquier creyente de esta fe debe profundizar.
¿Qué es un sacramento?
Un símbolo sensitivo y poderoso mediante el cual se rememora y se declara la gracia divina. Es una palabra derivada del latín sacramentum, vocablo construido a su vez por las palabras sacrare, que quiere decir hacer santo y el sufijo mentum, que quiere decir medio para. En este sentido, un sacramento es un medio para la santificación de la persona. En el cristianismo existe una larga tradición sacramental. Si quieres saber más sobre estos temas puedes leer ¿cuántos milagros hizo Jesús?
A pesar de que su único significado en el cristianismo existen varios sacramentos distintos, estos varían según la rama del cristianismo que se considere, a pesar de esto todos tienen dos comunes que son el bautismo y la celebración de la cena del señor. El bautismo es el sacramento mediante el cual la persona se abre a recibir la gracia del Espíritu Santo, con lo cual pasa, a su vez, a formar parte del cuerpo de creyentes de la iglesia.
En lo referente a la cena del señor, este es el recordatorio de la última cena de Jesucristo, antes de su crucifixión, en este se comparte la enseñanza y se hace una analogía del acto de compartir el pan y el vino. Esto simboliza el sacrificio de Jesús, y su consumo expresa la nueva alianza para la vida eterna. Este sacramento recibe diferentes nombres según la denominación del cristianismo: santa misa, santo oficio, cena del Señor, culto, etc.
¿Cuáles son los sacramentos de la iglesia?
Estos sacramentos fueron dejados en las enseñanzas de Cristo en su paso por esta vida, y se los confió a sus apóstoles, que a su vez se encargaron de propagar la fe. Por medio de ellos se espera alcanzar la divinidad y la vida eterna. Si te preguntas ¿cuáles son los sacramentos?, pues estos son: bautismo, confirmación, eucaristía, penitencia, unción de los enfermos, orden y matrimonio.
En total son siete, y el fiel cumplimiento de ello, a lo largo de nuestra vida como creyentes de la fe, nos lleva por el camino de la vida cristiana. Los sacramentos no son simples requisitos, es necesario tener la preparación adecuada para realizar cada uno de ellos, se debe conocer su significado, y la responsabilidad que adquirimos, como cristianos, cada vez que tomamos uno de ellos, no solo es una responsabilidad individual, es una responsabilidad colectiva.
Primer sacramento: Bautismo
Este es el sacramento con el que se inicia la vida en el cristianismo. Recibe el nombre de bautismo, porque se asocia con el rito con el cual se bautiza al iniciado; en este ritual el bautizado es sumergido en el fallecimiento de Cristo y resucita con él “como una nueva criatura”. Se llama también “baño de regeneración y renovación en el Espíritu Santo”; e “iluminación”, el bautizado se convierte en “hijo de la luz”.
Segundo sacramento: Confirmación
En la Vieja Coalición, los iluminados avisaron que el espíritu del hijo del padre descansaría sobre el Mesías deseado y más que todo del seguidor mesiánico. Todo su paso por esta tierra y la única misión del hijo de Dios se despliegan en una total relación con el espíritu santo. Los apóstoles reciben el espíritu santo en pentecostés y anuncian “las maravillas de Dios”.
Informan a los iniciados en la fe, los bautizados, por medio de la imposición de las manos, la gracia del mismo hijo de Dios. A lo largo de los siglos, el templo ha continuado viviendo del espíritu y comunicándolo a sus hijos. Se puede ver como una forma de confirmar nuestra fe en el señor, ya que el bautismo es la decisión de nuestros padre de educarnos en la fe, y la confirmación es nuestra decisión de seguir en este camino hacia la vida eterna.
Tercer sacramento: Eucaristía
La Comunión es la inmolación misma de la humanidad del hijo de Dios en la apología de su paso por esta tierra. Este sacramento fue instituido por él para recordar su sacrificio por los siglos, hasta su siguiente venida, la inmolación de la Cruz, creyendo así a la Iglesia el memorial de su muerte y resurrección. Es signo de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual, en el que se recibe a Cristo.
Cuando se pregunta cuáles son los sacramentos, se debe aclarar que este en particular es una especie de celebración cristiana, en la cual el alma se colma de felicidad y se pone en gracia con el señor, y nos recuerda el obsequio de la vida eterna. Hay que ver la eucaristía como misterio de fe y amor, se trata la presencia real de Jesús en la eucaristía y se afirma que cuando comulgamos recibimos al mismo Cristo. Es por esto que para comulgar debemos estar en paz con el señor.
Cuarto sacramento: Confesión
Cuando somos bautizados se nos entrega el don divino de la nueva vida en la gracia del señor, este sacramento no elimina las debilidades del espíritu, no elimina la propensión humana a pecar, el hijo de Dios estableció este sacramento para la conversión de los bautizados que se han alejado de él por el pecado. Para aprender más sobre temas de religión puedes leer valores cristianos.
Sobre la confesión se deben aclarar dos aspectos. Primero hay que entender porque hace falta la presencia de un religioso, un individuo que pueda absolver las faltas mediante el sacramento de la intercesión. En segundo lugar se debe ver este sacramento como una reconciliación con la vida cristiana, encaminada a la vida eterna. Es una admisión de que somos seres humanos, y que también cometemos faltas, pero estamos dispuestos a recapacitar y a mejorar.
Quinto sacramento: Unción de los enfermos
Cuando hablamos de cuáles son los sacramentos, este particularmente es uno de los más reconfortantes para los cristianos. Es un acto litúrgico comunitario, que lo debe realizar un sacerdote, consiste en ungir con óleo sagrado a un fiel que se encuentre con problemas de salud, en peligro de muerte o sencillamente por su edad. Este es un momento en que la reconciliación y la paz son necesarias para el espíritu del buen cristiano, es la oportunidad de estar en paz con Dios.
Este sacramento tiene un significado espiritual muy nutritivo, ya que le concede al aquejado o al adulto mayor un don especial que lo fortalece en la gracia del señor, que lo reconforta en su malestar, y de esta forma lo prepara para el encuentro con el señor. Con el sacramento de la Unción de enfermos (antes conocido como Extrema Unción) la Iglesia acude en ayuda de sus hijos, que empiezan a estar el trance de dejar esta vida. Este sacramento ayuda a entrar en armonía a la vida eterna.
Sexto sacramento: Orden sacerdotal
La ordenación de un sacerdote es un sacramento, que consiste en el acto de consagrar a la persona como personal al servicio de la institución religiosa y de Dios. Cuando se recibe este sacramento se dedican por completo y en forma voluntaria al servicio del señor. El sacramento de la orden concede el título para ejercer actos eclesiásticos que se refieren al culto de Dios y a la salvación de las almas.
Existen tres niveles de clérigos: El obispado, concede la integridad de la ordenanza y torna el aspirante en genuino descendiente de los discípulos y le son cedidos los oficios de instruir, consagrar y gobernar; el presbiterado, configura el candidato al Cristo clérigo y buen pastor. Es capaz de actuar en nombre de Cristo y administrar el culto divino; el diaconado, confiere al candidato la disposición para el servicio en la Iglesia.
El sacramento del Orden es aquel por el cual, la gestión dejada por el hijo de Dios a sus acólitos, sigue siendo practicada en la institución católica hasta el fin de los tiempos. Para las carestías sociales de la Iglesia y de la comunidad civil, Jesucristo instituyó el Orden sacerdotal y el Matrimonio, ordenados a la salvación de los demás; por eso se les conoce como sacramentos al servicio de la comunidad.
Séptimo sacramento: Matrimonio
La mancomunidad nupcial del hombre y de la mujer, instituida y organizada con legislaciones propias dadas por el hijo de Dios, está establecida por su propia naturaleza a la comunión y al bienestar de los consortes, y a la propagación y educación de los hijos. Jesús enseña que, según la tradición, la unión matrimonial es indisoluble, lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre. Para aprender más sobre estos temas puedes leer parábolas de Jesús.
Este sacramento, es la garantía y el compromiso de hacer crecer a la comunidad cristiana, formando a las familias como propagadores de la fe, es el compromiso de esa unión de ir de la mano por la vida siguiendo las enseñanzas de la palabra, y obrando para bien y en alabanza al hijo del señor.