Las patatas fritas se han vuelto el aperitivo y el acompañamiento perfecto para nuestra alimentación. Tienen un sabor que siempre apetece y prácticamente gusta a todo el mundo. Según los datos, se consumen más de 6 mil toneladas de patatas en el mundo, especialmente en Argentina, donde su consumo se centra entre una y dos veces por semana. Conoceremos el verdadero origen de las patatas fritas, ya que es un alimento estrella en la gastronomía de muchos países.
Las preferencias de su consumo son dispares, ya que dependiendo del país se acompañan con un tipo de salsa. El kétchup es la salsa estrella, aunque el 35% de la población las prefiere con cheddar y bacon, el 20% con kétchup, el 25% solo con queso cheddar y el 10% con mayonesa. Están riquísimas, pero hay que valorar su alto porcentaje en grasas y almidón, un hecho que dispara la obesidad y problemas cardiovasculares.
No queda muy claro donde se inició el origen de las patatas fritas. La patata es importada de América y de ahí al resto de Europa y el mundo años más tarde. El hecho de freírlas hace que se desconozca, ya que hubo países con necesidades culinarias o por realizar una receta mayor.
¿Cuál es el origen de las patatas fritas?
El origen de las patatas fritas es bastante dispar, pero hoy podemos celebrar los 170 años de su creación. Según las investigaciones y observaciones parece que no queda claro quién las inventó y desde qué año datan. Hay tres países que se disputan esta guarnición: Francia, Estados Unidos y Bélgica.
La versión de Estados Unidos
Según la leyenda, parte de Estados Unidos en 1853 bajo las manos del cocinero George Crum. Trabajaba en el centro turístico en Moon Lake Lodge, en Saratoga Springs, en el estado de Nueva York. Un magnate de los ferrocarriles Cornelio Vanderbilt protestó porque las patatas eran demasiado gruesas y el cocinero propuso cortarlas más finas y en láminas. El toque final es la asombrosa idea de freírlas, algo que deslumbró e hizo repetir tal plato.
La versión Belga
Según esta versión, tal invento culinario debió de realizarse muchos años más atrás. Según los datos, en 1680 hubo un pequeño contratiempo con la comida y no podías consumir su agraciado pescado porque estaba congelado. Ante la contrapartida es mejor innovar y por ello crearon las papa fritas. Dicho acontecimiento ocurrió en la ciudad de Namur, capital de la región de Valonia, de habla francesa. Tal hecho se remonta mucho antes que la invención descrita de Estados Unidos.
Hoy en día Bélgica reclama el poder de creación de las patatas fritas, un icono de dicho país y su gastronomía. En Brujas podemos encontrar el museo de este alimento, el Frietmuseum, en cuya página se defiende como un plato nacido en Bélgica. Pero sigue habiendo partidarios que no defienden que hay nacido en tal país.
La versión Francesa
Pierre Leclercq es el profesor de la Universidad de Lieja y quien ha hecho investigaciones al respecto. Según sus afirmaciones, es real que los belgas pudieran utilizar las patatas fritas como un método tradicional, pero no defiende la teoría de su creación en 1680.
Según su investigación, las patatas fritas no se introdujeron en la región hasta 1735, ya que fueron traídas de América. Por lo datos, dicha teoría se podría desvanecer, además de otros datos. Sostiene que los habitantes de Namur no freían las patatas en su forma tradicional, en bastoncillos, sino en rodajas y por último, concluye que la grasa no podría utilizarse para su preparación. La grasa en aquella época era un bien muy apreciado y de lujo, por lo que mezclarlo para su consumo sería desperdiciar una materia tan valorada.
Los defensores de su creación afirman que su inicio se remonta en París, en los puestos ambulantes de comida en el Pont Neuf, el puente más antiguo de la ciudad. Sobre este dato, es difícil concluir si las patatas fritas tenían forma de bastoncillo o eran simples rodajas.
Otros datos apuntan a que la primera receta de patatas fritas se menciona por primera vez en un libro parisino de 1775, con el nombre del libro La cusinière républicaine en 1795. En el siglo XIX se convirtió en una de las recetas con más éxito de París. Este hecho se puede comparar con otras comidas populares que han surgido a nivel mundial, como la hamburguesa y que tienen su origen en distintos lugares.
Junto a esta receta tan famosa, un músico llamado Fréderic Krieger quiso llevarse esta delicia a Bélgica en 1844, donde crearía su negocio Fritz, con las “papas fritas a la parisina”.
¿Cómo se elaboran estos codiciosos bocados?
Unas patatas fritas no tienen gran misterio. Se pelan las patatas, se cortan en bastones y se fríen en abundante aceite. La idea es que queden cremosas por dentro y crujientes por fuera. En España le damos una fritura en aceite de oliva y quedan especialmente buenas.
El aceite de girasol alto oleico y el aceite de semillas es otra de las opciones para su uso y el más utilizado. Se puede hacer una primera fritura de 120º a 130º para que se cuezan ligeramente. Cuando estén casi cocidas las sacamos y echamos en un plato.
Las podemos dejar tapadas durante horas hasta el momento de utilizarlas y a temperatura natural. En el momento de hacer uso de ellas se vuelve a hacer una segunda fritura. Esta vez se calienta el aceite entre 160 y 180 grados y se dejan dorar, esto hará que cojan un crujiente especial.
Actualmente Estados Unidos es la cuna de la patata frita, generalmente hecha en formato congelado que después llega a tener un toque muy crujiente. Un hecho que gusta mucho y se consume abundantemente, y algo que produce gran obesidad. Tienen grasas, almidón e hidratos de carbono que llegan a perjudicar la salud de una persona si se consume en grandes cantidades.
Se han llegado a catalogar como comida basura, siempre que no se utilice aceite de buena calidad y llegando a producir colesterol, diabetes y enfermedades cardiovasculares, ya que también contiene un gran porcentaje de sal innecesario.
En Bélgica se mantienen por su lucha por la exclusividad de la patata frita. Aunque sigue siendo una teoría dudosa, no dejan de lado su cultura y ofrecen patatas fritas de gran calidad en sus restaurantes. Dando un paseo por sus calles se pueden observar puestos de patatas fritas naturales, hechas de forma tradicional.