El contacto cero es una práctica cada vez más utilizada en situaciones de relaciones tóxicas o conflictivas. Se trata de una estrategia que consiste en cortar todo tipo de contacto con una persona que pueda ser perjudicial para nuestra salud emocional y mental. Aunque puede resultar difícil implementarlo, el contacto cero es una forma efectiva de proteger nuestra salud y avanzar hacia una vida más saludable y positiva.
En este artículo exploraremos en profundidad qué es el contacto cero, cuándo se utiliza, cómo se lleva a cabo y qué beneficios puede ofrecer para nuestra salud emocional. También abordaremos algunos de los mitos y malentendidos sobre esta estrategia, así como algunos consejos prácticos para implementarla con éxito. Si estás considerando implementar el contacto cero en tu vida, o simplemente quieres saber más sobre esta práctica, sigue leyendo.
¿Qué es el contacto cero?
Comencemos explicando qué es exactamente el contacto cero. Pues bien, en el contexto de las relaciones personales se refiere a una estrategia para superar una ruptura amorosa o una relación tóxica al limitar o eliminar completamente el contacto con la otra persona. Esta estrategia consiste en evitar cualquier tipo de interacción con la ex pareja o persona tóxica, ya sea por medio de mensajes, llamadas, correos electrónicos, redes sociales o en persona.
El objetivo de esta práctica en una relación es ayudar a la persona a recuperarse emocionalmente y a avanzar en su vida sin la interferencia o la influencia negativa de su ex pareja o persona tóxica. Al establecer una distancia emocional y física, la persona puede enfocarse en su propia recuperación emocional, su bienestar y su crecimiento personal, en lugar de ser arrastrada hacia atrás por una relación tóxica o dolorosa.
A pesar de que suena muy bien, hay que destacar que puede ser difícil de implementar, especialmente si la persona todavía siente un fuerte apego o dependencia emocional de su ex pareja o persona tóxica. Sin embargo, muchas personas encuentran que el contacto cero es una herramienta efectiva para superar una relación y avanzar hacia una vida más saludable y feliz.
¿Cuándo se utiliza?
Ahora que ya sabemos qué es el contacto cero, veamos cuándo se utiliza. Se aplica principalmente en situaciones de relaciones tóxicas o conflictivas, ya sean relaciones amorosas, amistades o incluso relaciones familiares. El objetivo de esta estrategia tan popular es proteger el bienestar emocional y mental de la persona que lo implementa, ayudando a superar la situación de una forma más saludable y positiva.
Algunos de los casos más comunes en los que se utiliza el contacto cero serían los siguientes:
- Después de una ruptura amorosa: Cuando una relación termina de forma dolorosa, esta práctica puede ser una forma de sanar emocionalmente y evitar caer en patrones destructivos de comunicación.
- En relaciones abusivas: Puede ser una forma de protegerse de una persona abusiva y evitar cualquier tipo de contacto que pueda ser perjudicial.
- En relaciones tóxicas o conflictivas: Cuando la relación con una persona se ha vuelto tóxica o conflictiva, el contacto cero puede ser una forma de poner fin a la dinámica negativa y avanzar hacia una vida más saludable y feliz.
- Para superar una adicción o un hábito negativo: También puede ser útil para superar adicciones o hábitos negativos, como el alcoholismo o la ludopatía, eliminando cualquier contacto con personas o lugares que puedan ser perjudiciales para la recuperación.
Qué es en sanidad
Como dato curioso vamos a comentar que el contacto cero es un término que también se utiliza en la sanidad. Ahí se conoce también como distanciamiento social o aislamiento social. Se trata de una medida preventiva utilizada para evitar la propagación de enfermedades contagiosas, como virus y bacterias. La idea detrás de esta estrategia es limitar el contacto físico cercano entre personas para reducir la transmisión de enfermedades.
En el contexto de la pandemia de COVID-19, el contacto cero se ha convertido en una práctica común para evitar la propagación del virus. Esto implica evitar el contacto cercano con personas que no viven en el mismo hogar, mantener una distancia física de al menos dos metros cuando se está en público, evitar saludos físicos como abrazos y apretones de manos, y usar mascarillas y desinfectantes de manos para reducir el riesgo de transmisión. También puede implicar trabajar y estudiar desde casa, evitar reuniones y eventos masivos, y limitar las salidas no esenciales.
El objetivo de esta prácticas a nivel sanitario es frenar la propagación de enfermedades contagiosas para proteger tanto a individuos como a la comunidad en general. Aunque puede ser difícil, especialmente para personas que viven solas o dependen del contacto social para su bienestar emocional, es una medida importante para prevenir la propagación de enfermedades contagiosas y mantener a las personas seguras y saludables.
¿Cómo se hace el contacto cero?
Ahora que ya sabemos qué es el contacto cero y cuándo se utiliza, veamos cómo aplicarlo. Para ello es necesario limitar o eliminar completamente cualquier tipo de contacto con la otra persona, ya sea de forma física, por teléfono, mensajes de texto, redes sociales, correos electrónicos, entre otros. A continuación, se detallan algunos pasos para implementar el contacto cero:
- Eliminar toda forma de contacto: Es importante eliminar los números de teléfono, los perfiles en las redes sociales y los correos electrónicos de la persona. Así conseguiremos evitar la tentación de contactarla o ser contactados.
- No responder a mensajes o llamadas: Si la otra persona intenta contactar, no hay que responder. Si la persona insiste en intentar comunicarse, se puede bloquear el número de teléfono o las redes sociales para evitar recibir mensajes.
- Evitar lugares frecuentados: Resulta fundamental evitar lugares frecuentados por la otra persona para no tener cualquier tipo de encuentro involuntario.
- Buscar apoyo: También es de suma importancia contar con el apoyo de amigos y familiares para superar la situación y no caer en la tentación de romper el contacto cero.
El contacto cero puede ser difícil de implementar y mantener, especialmente si la otra persona insiste en intentar contactar. Sin embargo, es importante recordar que el objetivo es proteger el propio bienestar emocional y avanzar hacia una vida más saludable y feliz. Es recomendable buscar ayuda profesional si la situación se vuelve muy difícil o si se experimentan sentimientos de depresión o ansiedad.
¿Qué no hacer durante el contacto cero?
Durante el contacto cero, es importante evitar ciertos comportamientos y acciones que pueden dificultar el proceso de superación y prolongar el dolor emocional. Algunas cosas que no se deben hacer durante el contacto cero incluyen:
- No enviar mensajes: Si la persona está implementando el contacto cero, es importante no enviar mensajes de texto, correos electrónicos o mensajes a través de las redes sociales a la otra persona. Aunque pueda ser tentador enviar un mensaje o buscar una respuesta, esto puede interrumpir el proceso de superación y prolongar el dolor emocional.
- No buscar excusas para contactar: No se deben buscar excusas para contactar a la otra persona, como, por ejemplo, para devolver algo que le pertenece o para preguntar sobre su bienestar. Estas excusas pueden ser una forma de intentar mantener el contacto y prolongar el dolor emocional.
- No seguir a la otra persona en redes sociales: Es importante evitar seguir a la otra persona en las redes sociales, ya que esto puede ser una fuente de tentación para revisar su perfil y mantener el contacto indirectamente.
- No aceptar reuniones o citas: Resulta fundamental no aceptar reuniones o citas con la otra persona, ya que esto puede ser una forma de mantener el contacto y prolongar el dolor emocional.
- No dejar que la otra persona rompa el contacto cero: Si la otra persona intenta romper el contacto cero, es importante mantener la distancia y no responder. Si es necesario, se puede bloquear su número de teléfono o eliminar sus cuentas de las redes sociales para evitar cualquier tipo de contacto.
¿Qué siente una persona cuando le hacen contacto cero?
Cuando una persona se somete a una situación de contacto cero por parte de otra persona, puede experimentar una serie de emociones y sentimientos dependiendo de la situación y la relación previa que tuvo con la persona que está implementando el contacto cero.
En algunas ocasiones, la persona puede sentirse rechazada, abandonada o incluso humillada al ser ignorada o evitar cualquier tipo de contacto por parte de la otra persona. También pueden sentirse confundidos, frustrados o enojados por la falta de comunicación, especialmente si están buscando respuestas o una explicación para la situación.
Por otro lado, el contacto cero puede ayudar a las personas a sanar y superar una situación difícil o una relación tóxica, permitiéndoles procesar sus emociones y pensamientos en privado y enfocarse en su propio bienestar emocional y físico. En cualquier caso, las emociones y sentimientos que una persona experimenta durante una situación de contacto cero pueden variar según las circunstancias individuales, la relación anterior y el impacto emocional que la situación ha tenido en la persona.
¿Y vosotros qué opináis del contacto cero? ¿Os ha ayudado alguna vez? Podéis dejarnos vuestra experiencia en los comentarios.