Cómo tranquilizar a un perro

¿Tienes un perro que muestra ansiedad? ¿O que tiene miedo en ciertas situaciones? ¿O simplemente es puro nervio por su edad o por la raza? Sea cual sea el motivo, es importante poder solucionarlo. Por este motivo vamos a explicar en este artículo cómo tranquilizar a un perro.

Obviamente, debemos conocer y entender el origen de esa ansiedad que muestra nuestro can. Así que no sólo daremos algunos trucos y consejos sobre cómo tranquilizar a un perro, si no que hablaremos también sobre las causas más habituales que provocan este nerviosismo en ellos.

Cómo tranquilizar a un perro: Causas de la ansiedad

Antes de dar algunos consejos y trucos para tranquilizar a nuestros amigos peludos, primero debemos entender que existen diferentes tipos de nerviosismos y ansiedades. Por este motivo es de suma importancia determinar primero la causa por el cual nuestro perro pueda estar inquieto o nervioso. Veamos algunos de los factores más habituales que afectan a nuestros canes:

1. Cambios en el entorno o en su rutina diaria.
2. Estrés relacionado con problemas de comportamiento, como el aislamiento o el aburrimiento.
3. Problemas físicos o de salud, como dolor o enfermedad.
4. Experiencias traumáticas previas, como el abandono, el maltrato o una mala socialización temprana.
5. Genética: Algunos perros son más propensos a la ansiedad debido a su raza o linaje.

Los síntomas de ansiedad en los perros pueden variar dependiendo de la causa subyacente y la gravedad del problema. Algunos síntomas comunes incluyen ladridos excesivos, destrucción de objetos, orinar o defecar en lugares inapropiados, morder o masticar cosas, escaparse, temblores, aumento de la sudoración, y pérdida del apetito. Si sospechas que tu perro está teniendo problemas de ansiedad, es importante hablar con tu veterinario para determinar la causa y encontrar una solución apropiada.

Cómo tranquilizar a un perro: Trucos y consejos

Una vez que tenemos claro cuál es la causa del ansioso comportamiento de nuestros canes, toca averiguar cómo tranquilizar a un perro. Existen varias maneras de calmar a los canes que están experimentando ansiedad o estrés. Algunos métodos comunes incluyen:

• Ejercicio: Lo más importante es asegurarnos de que nuestro perro tenga suficiente actividad física, y a ser posible de calidad. Esto quiere decir que, dependiendo de la raza, necesitará como mínimo un paseo largo de 40 minutos o más al día, siendo los cortos (como mínimo dos) de no menos de media hora. Durante este rato que pasamos con nuestro amigo podemos jugar con él, enseñarle trucos premiándolo con chuches para perros y dejarlo socializar con otros canes. Es altamente recomendable que, a ser posible, evitemos hacer siempre el mismo camino y buscar zonas más naturales y menos urbanas.
• Entrenamiento: Trabajar con un adiestrador de perros o un etólogo puede ayudar a corregir problemas de comportamiento y mejorar la confianza de nuestro perro. Esto no sólo resultará más relajante y agradable para nosotros, si no también para nuestro amigo peludo, pues no sólo es importante mantener su salud física mediante ejercicio y visitas regulares al veterinario, si no también mantener su salud mental.
• Técnicas de relajación: A día de hoy existen muchas técnicas de relajación para perros. Entre ellas se encuentra la terapia con música, los masajes, el uso de feromonas y el olfato, entre otras. Ahora mismo están muy de moda las llamadas «alfombras olfativas». Son unas alfombras con varias tiras sueltas, como flecos gruesos, en los que podemos esconder comida (galletas, premios, pienso, etc.). Para encontrarla, el perro tiene que utilizar su olfato, ya que no queda expuesta a simple vista.
• Compañía y cariño: Pasar tiempo de calidad con nuestro can y brindarle un ambiente seguro y estable puede ayudar a reducir su ansiedad.
• Evitar reforzar comportamientos inapropiados: Es importante evitar reforzar comportamientos inapropiados, como ladrar o morder, con atención o recompensas.

Es importante mencionar que cada perro es diferente y algunos métodos pueden ser más efectivos que otros. Lo más recomendable es trabajar con un profesional (veterinario, adiestrador o etólogo) para determinar la causa de la ansiedad de nuestro amiguito y encontrar una solución apropiada. Sobre todo si el origen de su ansiedad puede estar relacionado con alguna enfermedad, la cual necesitará ser detectada, revisada y tratada por un especialista.

Perros con miedo

Desgraciadamente, existen muchos perros con miedo, ya sea por maltrato, abandono o por genética. En estos casos es importante tener en cuenta el pasado del animal en cuestión. Si no se conoce, hay que ir observándolo para averiguar qué le puede estar causando tanto malestar. En el caso de que su miedo sea a personas, hay que dedicarle tiempo y paciencia, dejándole su espacio y respetando los límites que nos ponga. En este caso, la mejor opción es acudir a un etólogo y que este nos de algunas pautas a seguir según cada caso.

Los perros también pueden tener miedo ambiental. ¿Esto qué es? Pues bien, se trata de miedo a ruidos «raros», a la multitud, a los coches, etc. Suele ser el caso de canes que han crecido en el campo, ajenos al ajetreo y al ruido urbano. Al no estar acostumbrados a tantos estímulos desconocidos para ellos, pueden tener una reacción de miedo y de ansiedad. Al igual que en el caso anterior, lo mejor es acudir a un etólogo y que nos guíe para solucionar este problema.

También está el caso más conocido y que muchos perros y propietarios sufrimos cada año: Miedo a los petardos. Muchos canes sufren una barbaridad durante las fiestas del pueblo, fin de año o San Juan. Si no podemos alejarnos de esa movida, existen algunos métodos que podemos probar para que nuestro amigo peludo no lo pase tan mal. En los centros veterinarios y en tiendas de mascotas podemos encontrar feromonas que resultan calmantes para los perros. Existen en diferentes formatos, como sprays o difusores que se conectan a un enchufe. En casos muy graves podemos acudir al veterinario para que nos recomiende alguna medicación.

Llegados a este punto hay que destacar que lo mejor es evitar exponer a los perros a sus miedos, la terapia de choque no es buena para ellos. Además, no pasa nada por acariciarlos o mostrarles afecto en situaciones en las que lo pasan mal, pues el miedo no se refuerza ya que no es una conducta, es una emoción.

En resumen podemos decir que tranquilizar a un perro requiere tiempo y dedicación. La clave es conseguir cansarlos y pasar tiempo de calidad con ellos. Eso sí, en casos más graves relacionados con enfermedades o miedos, lo más recomendable es acudir a un profesional.