Los gatos son muy activos y enérgicos, al menos casi todos, y conocer cuando un gato está malo puede no ser fácil. Aparecen con síntomas que pueden ser mortales porque se observan cuando el gato ya está bastante enfermo. Por ello, es vital cómo saber si mi gato tiene fiebre y cómo actuar.
Observar a un gato es vital porque se ocultan muy bien cuando tienen algún malestar, incluida la fiebre. Que tengan esta sintomatología es señal de que puede estar atravesando alguna infección, inflamación u otro tipo de afecciones.
La temperatura normal de un gato oscila entre 38ºC y 39,5ºC, su calor se regula automáticamente, algo que no sucede durante sus primeras semanas de vida. Los gatos recién nacidos no pueden regular su temperatura corporal, al menos en sus 3 primeras semanas de vida. De ahí que sea vital darles calor porque enseguida entrarían en hipotermia. Para conocer cuando un gato tiene fiebre, observa cómo conocerlo con unos sencillos pasos:
¿Cómo saber si mi gato tiene fiebre?
Los gatos tienen una temperatura corporal más alta que la del ser humano y seguramente al tocarlos tengas dudas por si tiene fiebre o no. La mejor forma de saberlo es colocando un termómetro digital, generalmente en el recto entre 1 a 2 cm, haciéndolo con suavidad y con cuidado. La temperatura de un gato adulto es de 38º o 39º. Si el gato es un cachorro será de 39, 5º.
Ahora bien, debes de acudir al veterinario de inmediato si lleva con fiebre más de 48 horas, si tiene más de 40º de temperatura y si muestra otros síntomas como diarrea, vómitos, jadea, maúlla o casi no puede moverse.
¿Cómo podemos conocer si tiene fiebre sin termómetro?
- Observa su nariz, si al tocarla está seca y caliente, es síntoma de que tiene fiebre. Lo mismo ocurre con los perros. Sus patas y orejas también pueden mostrar mucho calor
- Su comportamiento lo delata, si se muestra inquieto, agitado, o más bien muy pausado, es motivo para pensar que está enfermo. Mucho de su tiempo lo suelen pasar acostados, con los ojos irritados, con síntomas claros de que algo no marcha bien.
- Otra de las muestras de su comportamiento es cuando se vuelven poco cariñosos, se esconden o muestran irritabilidad.
- Observa si su pelaje está sucio, opaco o áspero, porque seguramente ha descuidado su higiene personal. Los gatos son muy limpios en sus cuidados y si deja su aseo es indicio de que no está en perfectas condiciones. Se acicalan y limpian su pelo varias veces al día, de ahí que se mantenga limpio y brillante, pero cuando no se mantiene se observa que está descuidado y es síntoma de un gato enfermo o con fiebre.
- Observa su respiración y los latidos del corazón. Si sientes que están acelerados es un indicio de fiebre o que está enfermo.
- Pueden tener también temblores porque sienten escalofríos por la fiebre.
¿Cómo debemos actuar cuando el gato tiene fiebre?
Es importantísima la hidratación. Hay gatos que dejan de beber y comer cuando se sienten enfermos y es importantísimos hacer que beban. Facilita el agua al gato siempre que puedas, que sea agua limpia y fresca. Sino es capaz de beber, habrá que introducirle el agua con la ayuda de una jeringuilla. Hay que colocársela en la boca con cuidado y ofrecerle pequeños sorbos.
La alimentación también es importante, ya que puede suceder que lleve días sin comer sin que lo sepamos. Si se niega a comer es importante buscar algún tipo de alimento que le apetezca, si puede ser húmeda mucho mejor, dado que es más fácil tomarlo. Una vez se recupere de la fiebre ya se puede incorporar el alimento seco.
Hay que mantenerlo fresco y lo mejor es que esté echado en el suelo, sobre todo si es de baldosas. Si el ambiente es demasiado caluroso, se lo puede humedecer parte de su cuerpo, incluyo colocarle algún pequeño pañito húmero en su frente durante algunos minutos. Si es verano, se puede colocar un ventilador para que circule el aire. Si es frío tampoco hay que dejar que pase frío, hay que evaluar cada momento.
No administres medicamentos si no son específicos para gatos. Los medicamentos para humanos no siempre son compatibles, especialmente paracetamol o ibuprofeno. Si se lo ofreces puede ser altamente tóxico.
¿Por qué los gatos pueden tener fiebre?
La fiebre puede derivar por varias causas y nombraremos algunas de las más comunes:
- Observa si se ha producido por un posible golpe de calor, ya que pueden padecer de hipertermia.
- Debido a infecciones bacterianas o virales: algunas de las enfermedades que se pueden nombrar son la rinotraqueítis felina o calicivirus.
- Por enfermedades inflamatorias causadas por hechos comunes como pancreatitis o peritonitis infecciosa felina (PIF).
- Por causas inmunológicas, debido a que el propio cuerpo puede atacar a sus propios tejidos.
- Las infecciones fúngicas también pueden causar fiebre, ya sea por infección por hongos.
- Tumores o cáncer también es una posible causa. Se evalúa con varias analíticas y una exploración más profunda.
- Si el gato está con medicación puede que tenga una mala reacción a dichas sustancias, produciendo fiebre.
Cómo evitar que tu gato tenga enfermedades
- El gato tiene que vivir en un lugar tranquilo. Si siente estrés puede ser más propenso a padecer enfermedades.
- Hazle chequeos regulares en el veterinario, al menos una vez al año para que pueda detectar algún problema de salud a tiempo.
- La vacunación también es otra responsabilidad, para protegerlo de ciertas enfermedades.
- Tiene que tomar con regulación pastillas antiparasitarias, es crucial para evitar que pueda controlar los parásitos, sobre todo en picaduras de pulgas o garrapatas.
- Proporciona una comida sana y equilibrada. Es importante que sea de calidad, con diversidad de alimentos, carne y que contengan taurina.
- Mantén el arenero limpio y los espacios dónde le guste estar. Cambiar el agua con frecuencia es algo que también agradecerá.
Es fundamental detectar la fiebre a tiempo debido a que los gatos ocultan con facilidad sus primeros síntomas. Si sospechas que tiene un comportamiento raro, mucho aletargo o se esconde, no dudes en tomarle la temperatura o llevarlo al veterinario.