Los gatos sufren de piedras (FLUTD) al igual que los perros y los humanos, incluso más que ellos. Pero mientras que, para sus primos peludos ladradores, la localización más frecuente de los cálculos es en el riñón y vías urinarias superiores (riñón y uréter), el gato sufre el efecto de estas formaciones sobre todo en las vías urinarias inferiores, vejiga y uretra.
De hecho, los cálculos urinarios del gato son una de las causas del “síndrome del tracto urinario inferior felino”, el FLUTD, Enfermedad del tracto urinario inferior felino.
Las enfermedades del tracto urinario en perros y gatos son muy frecuentes. Saber reconocer cualquier síntoma puede ayudar a identificar el problema y evitar complicaciones que en ocasiones pueden complicarse. Las enfermedades del tracto urinario inferior en perros y gatos son el tema de este artículo en el que trataremos:
- FLUTD y trastornos del tracto urinario en felinos.
- Diagnóstico y remedios para la enfermedad del tracto urinario en gatos.
- Cómo curar la estruvita.
- Síntomas y patologías de las vías urinarias en perros.
- Nutrición apropiada en caso de Flutd
FLUTD y trastornos del tracto urinario en felinos
La enfermedad del tracto urinario inferior felino (FLUTD, por sus siglas en inglés) sigue siendo una de las principales causas de visitas de felinos en la práctica veterinaria, con una frecuencia notificada del 1 al 6 % de todos los casos observados. Independientemente de la causa subyacente, los gatos con FLUTD muestran un espectro relativamente limitado de signos clínicos:
- polaquiuria;
- hematuria;
- disuria;
- periruria (micción fuera de la taza del inodoro);
- estranguria (dificultad para orinar);
- lamido excesivo de la región perineal/pélvica (como resultado del dolor y la incomodidad locales).
FLUTD es un síndrome con muchas causas posibles. La causa más común es la cistitis idiopática felina (CIF), pero también se deben considerar otras posibles etiologías. En gatos con signos clínicos persistentes, recurrentes o graves, está indicado un protocolo de diagnóstico que debe incluir:
- análisis de orina;
- ecografía de la vejiga.
Una investigación sistemática permite identificar la causa de FLUTD o, en caso de FIC, excluir otras condiciones patológicas, favoreciendo un diagnóstico por exclusión.
La mayoría de los casos de FLUTD se diagnostican en gatos de entre 2 y 6 años de edad, mientras que el diagnóstico es poco frecuente en gatos menores de 1 año o mayores de 10 años.
Los diagnósticos diferenciales para la enfermedad del tracto urinario inferior felino incluyen:
- Cistitis idiopática felina (55-70% de los casos).
- Urolitiasis (15-25% de los casos).
- Tapones uretrales (10-20% de los casos).
- Infecciones del tracto urinario (ITU) (1-10% de los casos).
- Espasmo uretral.
- Estenosis uretrales.
- Neoplasias.
- Trastornos del comportamiento, etc.
Remedios y diagnóstico para felinos
La enfermedad del tracto urinario inferior felino suele verse afectada por el estrés crónico. El tratamiento tiene dos objetivos principales: reducción del estrés a través de modificaciones ambientales y reducción de la irritación/inflamación de la vejiga. Aunque faltan estudios controlados que evalúen la eficacia del enriquecimiento ambiental, numerosos estudios indican un efecto beneficioso.
Cambios que podemos hacer para mejorar la situación:
- permitir que los gatos de interior accedan al exterior;
- poner a disposición una caja de arena para cada gato de la habitación más una adicional;
- la arena debe ser abundante y libre de fragancias;
- mantener limpia la caja del inodoro;
- poner a disposición un comedero y otro para agua por cada gato presente en el ambiente más uno adicional por cada tipo;
- colocar la taza del inodoro y las tazas para comida y agua en un área tranquila y sin molestias;
- animar al gato a explorar el entorno escondiendo comida en diferentes lugares;
- fomentar juegos interactivos que imiten el comportamiento de caza y cambiar los juguetes regularmente;
- poner a disposición un rascador;
- permitir el acceso a numerosos lugares de descanso y vías de escape en los que se puedan esconder para sentirse seguros;
- permitir el acceso a lugares elevados;
- en casos severos, considerar reducir la cantidad de gatos en el ambiente o asignar al gato afectado un hogar exclusivo, ya que el conflicto felino es una de las causas más comunes de estrés.
Un efecto positivo sobre la patología es la producción de orina más diluida obtenida al aumentar la ingesta de agua. Es probable que la mayor dilución de la orina resulte en una menor irritación de la vejiga, pero el beneficio también puede provenir de estimular una micción más frecuente.
Esto puede verse favorecido por:
- Cambiar de comida seca a comida húmeda.
- Si el gato rechaza la comida húmeda, dale una comida seca con una cantidad moderadamente mayor de sodio, para que el gato tenga más sed y para aumentar la absorción intestinal de agua mejorando la micción.
- Identifica lo que el gato prefiere beber: agua saborizada, agua en un tazón o agua corriente, etc.
- Evita recipientes que puedan alterar el sabor del agua (como algunos plásticos y metales).
Estruvita: cómo curarla
La gran mayoría de los urolitos felinos consisten en cambio en estruvita u oxalato de calcio, con una frecuencia aproximadamente igual. A diferencia de los perros, los urolitos de estruvita rara vez se asocian con infecciones del tracto urinario en los gatos. El pH urinario (la estruvita tiende a formarse más fácilmente en la orina alcalina) y el tipo de cristales presentes en el sedimento pueden proporcionar indicaciones útiles sobre la naturaleza probable del urolito, sin embargo, es necesario un análisis cuantitativo de los cálculos urinarios en gatos para un diagnóstico preciso. El tratamiento inicial de la urolitiasis puede ser quirúrgico (estruvita u oxalatos urinarios) o médico (disolución dietética de estruvita), según el tipo de cálculo presente y la preferencia del propietario/veterinario. Contiene oxalato de calcio y estruvita.
Para el tratamiento de la urolitiasis, es mejor elegir alimento capaz de inducir:
- Orina insaturada de estruvita, para lograr su disolución y prevenir recurrencias;
- pH controlado ligeramente ácido (6,0-6,3), ideal para controlar la estruvita y que a su vez no sea perjudicial para el oxalato;
- Alimentar con comida húmeda (de una lata) es ideal, ya que aumenta la ingesta de agua y produce una orina más diluida; sin embargo, algunos gatos tienen una fuerte preferencia por los alimentos secos, por lo que es importante buscar la comida adecuada con el veterinario. Está indicado un análisis exhaustivo del sedimento en todos los casos persistentes/recurrentes, combinado con un urocultivo (y pruebas de sensibilidad) cuando se sospeche infección.
La obstrucción uretral ocurre casi exclusivamente en gatos machos y puede ser secundaria a varias causas, que incluyen:
- tapones uretrales,
- uretritis,
- espasmo uretral,
- estenosis uretrales,
- detención de urolitos en la uretra.
Síntomas y patologías de las vías urinarias en perros
Son frecuentes las patologías relacionadas con las vías urinarias, desde infecciones bacterianas (raras en gatos) hasta cálculos urinarios en perros. Si a su perro se le diagnostica una enfermedad del tracto urinario, su veterinario trabajará con usted para tratar los síntomas y las causas subyacentes para garantizar que su perro esté lo más sano y feliz posible.
Al igual que en los humanos, el tracto urinario del perro se encarga del almacenamiento y expulsión de la orina, la cual contiene productos de desecho, residuos de las funciones esenciales del organismo. Incluso los trastornos más leves del tracto urinario pueden ser dolorosos e incómodos para los perros, lo que influye en su comportamiento, mientras que los más graves, como la obstrucción, pueden causar más problemas de salud e incluso ser fatales.
Por estos motivos es fundamental consultar a un médico veterinario ante los primeros síntomas de la aparición de la enfermedad.
Se pueden observar algunos síntomas frecuentes que pueden ayudar a entender si el perro padece una patología del tracto urinario:
- dificultad para orinar;
- esfuerzo al orinar;
- micción más frecuente o intentos fallidos de orinar,
- pérdida de orina o incontinencia urinaria;
- orina turbia;
- gotas de sangre en la orina;
- dolor;
- aumento de la sed;
- apetito reducido.
Asesoramiento veterinario
El veterinario realizará, al igual que con el gato, un examen minucioso del perro y le pedirá información sobre el consumo de agua y la micción (frecuencia o cuál es su actitud al orinar). De hecho, esta información le ayudará a establecer las posibles causas de su dolencia.
Una vez realizado el diagnóstico, el veterinario le explicará el tipo de tratamiento a realizar. Algunas condiciones urinarias graves, como piedras que bloquean el flujo de orina, pueden requerir cirugía o el uso de un catéter para aliviar la incomodidad de su perro. Otros problemas pueden implicar tomar antibióticos o seguir una dieta específica especialmente formulada para la enfermedad del tracto urinario inferior.
Nutrición adecuada para perros.
La alimentación del perro afectado por la enfermedad debe modificarse con el fin de facilitar y mejorar la salud de las vías urinarias con alimentos húmedos y secos que favorezcan las condiciones óptimas de las vías urinarias inferiores, dando acceso al animal a abundante agua limpia de bebida y animándolo a beber con frecuencia. De hecho, el agua diluye la orina y ayuda a que orine con más frecuencia, limpiando su cuerpo.
Es necesario elegir alimentos formulados para mejorar el buen funcionamiento de su sistema urinario . En particular, existen productos alimenticios diseñados para promover la salud del tracto urinario al disolver ciertos tipos de cálculos y crear un entorno desfavorable para la formación de nuevos. Estas fórmulas están destinadas a diluir la orina y afectar la composición mineral y el pH de la orina del perro. Una vez recuperados, los animales aún deben someterse a controles periódicos para evitar reincidencias.