La manera en como influye la luna en la marea viene dada a través de fenómenos y gravedad. Es decir, las mareas son ascendidas y descendidas del nivel del mar que se originan varias veces al día. La gravedad del astro rey y, sobre todo, la de la luna, cautiva el agua de los océanos y excita las mareas. Asimismo, la Luna atrae el agua que está más cercana a ella. Igualmente, la parte del océano que se encuentra de cara a la luna se arquea hacia ella.
Conjuntamente, en el lado inverso de la Tierra el agua se tuerce en sentido reverso. Por la acción de la inercia. La Luna conquista a toda la Tierra, no sólo al agua. La inercia se afronta a la gravedad y proyecta en sentido contrario. Por esa razón el océano del otro lado de la Tierra del mismo modo se abomba, no obstante, no tanto como la otra parte, es decir, menos. Esto se puede explicar mejor si consideramos la influencia de la luna en todo el planeta.
La prominencia del océano hace que en la playa se vea cómo el agua del mar se aísla y vuelve varias veces al día. Las mareas no se originan siempre a la misma hora, todos los días. Transforman con las etapas lunares, ya que la Luna surge en el cielo a diferentes horas, algo que podemos ver en el fenómeno conocido como mareas vivas, un proceso que se relaciona con la atracción lunar.
La altura de las mareas asimismo cambia, y no es la misma en todas las zonas. En los periodos crecientes y menguantes, las mareas son más chicas y se citan mareas muertas. Al contrario, cuando hay Luna nueva y llena, el Sol, la Luna y la Tierra se ordenan y las mareas son ascendientes. Se exclaman mareas vivas. Las mareas más agudas se causan en Luna nueva, ya que la gravedad de la Luna y del Sol hala en la misma orientación y se añaden.
Como influye la luna en la marea de acuerdo a sus fases
La expresión “marea” es un vocablo genérico que se utiliza para precisar a las subidas y bajadas alternas del nivel del mar con relación a la tierra, las cuales se provocan por la afinidad gravitatoria que la luna y el sol ejercitan sobre las aguas oceánicas. En realidad, el dominio de la gravedad de la luna y el sol igualmente induce a las “mareas” en los grandiosos lagos, en la atmósfera, e inclusive en la corteza de nuestro planeta, sin embargo a un valor mucho menor y por tanto no tan expeditamente visible.
En torno a lo expuesto, dichas mareas son el aumento y caída habitual de las magnas masas de agua. Los vientos y las corrientes agitan el área del agua produciendo las olas. La afinidad gravitatoria de la luna hace que los océanos se arqueen en trayectoria hacia nuestro satélite. Otro abombamiento se da en el lado disímil de nuestro planeta, ya que la Tierra del mismo modo se ve encantada hacia la luna, lo que se considera un fenómeno natural fascinante.
Por otro lado, los niveles de los océanos oscilan a diario a medida que el sol, la luna y la Tierra están en contacto. Como la luna anda cerca de la Tierra, a medida que ambos organismos viajan juntos en torno al sol, las fuerzas gravitatorias concertadas producen las subidas y bajadas de los océanos a nivel mundial. Además, se puede explorar más sobre este tema en el artículo sobre la influencia de la gravedad.
Tipos de mareas
Cuando el sol y la luna se ordenan, se dan da un impulso gravitatorio enormemente enérgico, lo cual excita mareas muy altas y muy bajas, citadas mareas vivas. Cuando el sol y la luna no están organizadas, las fuerzas gravitatorias se abolen entre sí, por lo que las mareas no son tan manifiestamente altas y bajas. A esta clase de mareas se les designan mareas muertas, en las cuales la influencia de la luna es menos intensa.
1. Mareas vivas
Cuando la luna está en su período llena o nueva, el impulso gravitatorio del sol y la luna se ajustan. En esos instantes, las mareas altas por consiguiente serán muy altas, y las bajas por su parte serán bajas. Este fenómeno se puede entender como parte de la influencia de la luna en las mareas y están asociadas a la fuerza que ambas ejercen sobre el agua.
A este fenómeno se le frecuenta como mareas vivas, y se da cuando la Tierra, el sol y la luna están distribuidos. Las fuerzas gravitacionales de la luna y el sol ayudan colectivamente a la marea. Las mareas vivas ocurren durante la luna llena y la luna nueva.
2. Mareas muertas
Cuando la luna está en sus etapas de cuarto, el sol y la luna están ubicados en un ángulo recto, lo cual excita abombamientos en los océanos que se inhabilitan unos a otros. La secuela es muy poca a discrepancia entre lo que pasa con la marea alta y la marea baja, fenómeno al que se trata como mareas muertas. Este fenómeno es interesante y su estudio se puede hallar en el contexto de la mitología lunar.
Las mareas muertas son fundamentalmente frágiles, y suceden cuando las fuerzas gravitacionales de la luna y el sol son derechas entre sí. Las mareas muertas ocurren cuando las fases de la luna se encuentran en cuarto creciente y en cuarto menguante.
Formación de las mareas
Acorde a que la Luna gira alrededor de la Tierra su fuerza gravitacional realiza una atracción sobre el continente y océanos. Y esta es una manera de detectar como influye la luna en la marea ya que en ese mismo sentido la gravedad de la Tierra inspecciona a la Luna e impide que se sobresalga de su órbita. También es interesante conocer la formación del sistema solar, ya que influye en cómo se configuran estos eventos y la naturaleza de la luna.
La afinidad de la Luna agita montaña e incrementa una pequeña pero visible marea en la cápsula terrestre. También, encanta los mares y océanos, enalteciendo varios metros el nivel del agua en algunas zonas. Este resultado es análogo al de un electrodoméstico que pasa sobre una alfombrilla y forma un bulto. Además, hay detalles interesantes que se pueden encontrar en las curiosidades de la luna que enriquecen la comprensión de estos fenómenos.
La fuerza que ejercita la Luna origina un desarrollo de la marea que enaltece el nivel de los océanos. Acorde gira la Tierra y nuevas regiones quedan bajo la autoridad lunar, la creciente se mueve con demora, estableciendo olas altas en una zona y bajas en otra. El descenso se exhibe en una cuarta parte del círculo terrestre por delante del camino de la Luna y al mismo recorrido por detrás, siempre y cuando tenga océanos.
La órbita de la Luna alrededor de la Tierra es conmovida por gran diversidad de elementos y al igual que las mareas depende del perímetro del océano. En otras palabras, un claro ejemplo de esto sería el mar Mediterráneo, habitualmente rodeado por tierra, casi no muestra mareas, y el Golfo de México sólo un flujo al día. Además, existe una relación más profunda entre la Luna y la Tierra que se puede explorar en el artículo sobre la .
Resulta insólito que un desarrollo de la marea se muestre a unos 13.000 Km. de trayecto al otro lado de la Tierra. La autoridad gravitacional de la Luna en aquel lugar es casi 7% menor que en el lado más contiguo, pero la potencia centrífuga de la Tierra estimula a los océanos hacia afuera.
Esto hace que la pleamar y la bajamar en esa porción del mundo. De no ocurrir así, habría sólo una enorme pleamar y una bajamar en cada giro de la tierra. Pero, como se puede verificar si se halla junto del mar, el lapso entre mareas es de unas seis horas, y hay dos de cada una al día, un fenómeno natural que refleja la influencia lunar sobre nuestro planeta.
Finalmente, para distinguir como influye la luna en la marea sin el dominio de la Luna, nuestros océanos y mares poseerían mareas, sin embargo menos vivas. La afinidad gravitacional del Sol interviene además sobre la Tierra. Esta fuerza, mucho más enérgica en su principio es la que ejerce la Luna, ayudando menos en la acción gracias a la distancia que nos aparta del Sol.