Clavelina: Características, Cultivo, Cuidados y más

La clavelina, es una planta de flor pequeña que no requiere de un cuidado especial para poder desarrollarse de manera correcta, de hecho, la misma se puede cultivar en maceta y permanecer allí durante toda su vida, aunque, si lo deseas, también puedes colocarla en el jardín para darle un toque colorido y hermoso.

Características de la clavelina

El nombre científico de la planta clavelina, es Dianthus chinensis, se trata de una planta herbácea perenne que proviene del norte de China, Corea, Mongolia y el sudeste de Rusia. Esta planta no llega a medir más de 30 o 50 centímetros de altura, lo que la hace una planta ideal incluso para colocar en espacios pequeños.

La misma se encuentra siendo conformada por tallos erguidos de las cuales crecen hojas de color verde opaco o grisáceo, estas son pequeñas, delgada que no llegan a medir más de 3 o 5 centímetros de largo por unos 2 o 4 milímetros de ancho.

Por lo general, esta planta florece desde la época primaveral hasta el verano, por ello también se conocen como Flores de verano. Las flores que nacen de esta planta, miden alrededor de 2 o 3 centímetros de diámetro, las mismas, pueden ser solitarias o crecer en pequeños grupos los cuales siempre llegan a ser muy vistosos.

El color de estas flores puede variar entre el rosa, blanco, púrpura, rojo e incluso pueden ser bicolores, es decir, presentar dos tonos de colores en una misma flor.

Características de la clavelina

Cuidados que requiere la clavelina

La clavelina, es una de las Plantas de ornato ideales para aquellas personas que se encuentra iniciando con el cuidado de las plantas, pues esto se debe a que la misma, no requiere de grandes cuidados ni de necesidades especiales.

Vamos a conocer un poco sobre los cuidados esenciales que estas plantas requieres para poder tener una visa óptima:

Ubicación

La clavelina se puede colocar en cualquier rincón del jardín o balcón, sin embargo, es esencial que la misma reciba luz directa del sol, pues esta es esencial para el correcto desarrollo de la planta. Si se tiene en un lugar donde el sol no la alcance, sus tallos crecerán siendo débiles y la probabilidad de florecimiento será muy baja.

Riego

En la época más calurosa, es decir, durante el verano, esta planta deberá ser regada de manera constante, incluso, se podría decir que lo ideal es que se riegue de manera diaria. En cambio, en los demás meses, su riego puede ser un poco menos constante, podría realizarse cada 3 o 4 días, de esta manera tendrá la suficiente humedad que necesita para tener un buen desarrollo.

Si la planta se tiene colocada en una maceta, se debe tener presente que, una vez que transcurren 10 minutos de haber sido regada, se le deberá quitar el agua sobrante, pues un constante demasiado prolongado con el agua, puede ocasionar que las raíces se pudran y se dañen. Como es de esperarse, el encharcamiento no es ideal para estas plantas.

Abonado

Lo ideal, es que sea abonada con abono líquido especial para las plantas florales o con guano, especialmente desde el comienzo de la primavera hasta estar finalizando el verano o comenzando el otoño, de esta forma, la planta podrá contar con los nutrientes necesarios que son requeridos para mantenerse siempre hermosa.

Poda

Lo ideal es que las flores que se van marchitando, sean cortadas para que no puedan dañar el resto de la planta, de la misma forma, también se deberán cortar aquellos tallos que poco a poco se vayan secando.

Otra recomendación es que se haga una rebaja o poda pequeña (no mayor a 5 centímetros) durante la primavera o el otoño, de esta forma se asegura que la planta tenga más talos a medida que va creciendo.

Plantación y trasplante

Para trasplantar una clavelina, lo ideal es que se haga durante la primavera, pues es en esa época cuando la temperatura comienza a elevarse y estar por encima de los 15 ºC.

En el caso de que se tenga en una maceta, lo recomendable es que el trasplante se realice una vez cada 2 o 3 años.

Multiplicación

La multiplicación de la clavelina se realiza únicamente por medio de las semillas, estas deberán plantarse durante la primavera. Para que se realice de una manera correcta, se puede seguir los siguientes pasos que te ayudarán a cultivar una clavelina de manera adecuada:

  1. Lo primero que se debe hacer es comprar las semillas o conseguirlas de alguna manera. Por lo regular, estas semillas no son muy costosas, y se pueden encontrar en casi todos los viveros o tiendas de jardinería.
  2. Una vez que se las tenga, lo ideal es que se coloque en un vaso de agua durante 24 horas, esta es una forma precisa para poder conocer cuáles serán las semillas que germinarán y cuáles no. Para conocer cuáles son las que lograran germinar de forma segura, solo debes tomar aquellas que se hundan en el agua, las que permanezcan flotando, no es seguro que vayan a germinar.
  3. Ahora es el turno de tomar un semillero donde se van a colocar la semillas de clavelina, este puede ser una bandeja de semillero, una maceta, algunas pastillas de turba, envases de agua o leche, vasos de yogurt u otros recipientes. En este paso, no es importante el recipiente que se use, sino que el mismo tenga un agujero por donde pueda escurrirse el agua sobrante.
  4. Lo siguiente es rellenar el recipiente con sustrato de cultivo universal el cual deberá mezclarse con un 30% de arlita, perlina u otro compuesto similar.
  5. En este paso, se deberán colocar un máximo de tres semillas por envase, una vez que se coloquen, deberán ser cubiertas con una capa muy delgada del mismo sustrato universal.
  6. Para finalizar, se deberá pulverizar un poco de agua y en caso de que se requiera, colocar una etiqueta con el nombre de la planta y la fecha en la que se ha sembrado la semilla.

Cuando ya se han realizado toso estos pasos, se deberá colocar el semillero en el exterior, en una zona donde la luz del sol le dé de manera directa. Se deberá mantener una buena humedad en el sustrato, pero siempre se deberá evitar el encharcamiento, pues esto puede hacer que las semillas se dañen.

Una vez que transcurran alrededor de 7 o 14 días, las semillas comenzarán a germinar. Lo ideal es que estas se mantengan a un temperatura de entre 16 y 20 ºC, de esta manera el germinado será mucho mejor y más saludable.

Plagas

Por lo regular, la clavelina no suele ser atacada por plagas, sin embargo, si esta se encuentra en condiciones desfavorables, puede verse atacada por las siguientes:

  • Pulgones: parásitos pequeños que no llegan a medir más de 0,5 centímetros, puede ser de color verde, marrón o amarillo, estos se pueden encontrar frecuentemente en los capullos o en los brotes tiernos y recientes y se alimentan de los mismos, esto causa la aparición de manchas de un verde claro en la zona afectada.
  • Cochinillas: estas pueden presentarse en el tipo algodonoso o lapa. Las mismas se encuentran ubicadas en la parte posterior de las hojas lo cual causa manchas en la misma.
  • Chupadores: en este caso estamos tratando de larvas de insectos las cuales segregan un líquido que les sirven como protección, una vez que lo hacen, luego comienzan a emitir burbujas. Este líquido afecta a la planta.

Para poder controlar estas plagas, las mismas se pueden eliminar con las manos o haciendo usos de un pincel o bastoncillos impregnados en alcohol de farmacia. Será bastante sencillo hacerlo, pues al estar tratando con una planta pequeña, no será muy complicado hacerlo.

Enfermedades

En el caso de que se riegue de manera excesiva, esta planta es propensa a contraer hongos, especialmente el Phytophthora, es por ello que, aunque es muy importante que la planta se riegue constantemente, no se debe realizar en exceso ni dejar que la misma se encharque.

Si se nota que la planta deja de crecer y desarrollarse, sus hojas se comienzan a poner amarillentas y tiene un aspecto triste o enfermo, deberás tratarla con un fungicida y comenzar a reducir la cantidad de riegos que se estaban realizando.

Rusticidad

Es una planta resistente, razón por la cual puede dejarse en el exterior durante todo el año, especialmente si se encuentra en zonas con climas templados o cálidos.

Es muy resistente al frío, por lo cual puede llegar a tolerar heladas de hasta -6 ºC, sí que no será un problema tenerlas en el exterior en aquellos lugares donde el invierno no es tan crudo.


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