La cultura Chavín es considerada por los especialistas como la primera cultura altamente desarrollada en el Perú prehispánico, su influencia se extendió rápidamente por todo lo que hoy es el norte del país. Todo el arte de esta antigua cultura asombra por su calidad mereciendo especial mención la Cerámica Chavín.
Cerámica Chavín
La cerámica Chavín refleja la evolución artística que experimentó esta cultura a través de todos estos años sirviendo de influencia para otras culturas.
Cultura Chavín
La cultura Chavín floreció en los Andes centrales y del norte, alrededor de los años 900 al 200 a.C., siendo una de las primeras y principales culturas preincaicas. El centro religioso de Chavín de Huántar fue un importante punto de peregrinación de toda la región andina y fue especialmente influyente tanto en las culturas contemporáneas como las posteriores incluyendo a desde los Paracas hasta los Incas.
Este centro está ubicado significativamente en el punto de encuentro de dos ríos que pertenecen a una tradición andina típica, los ríos Huachesca y Mosna, en la cuenca alta del río Marañón, en el actual departamento de Áncash y estuvo en uso por más de cinco siglos.
Esta área está a tres mil ciento cincuenta metros sobre el nivel del mar y abarca las zonas de vida quechua, suni y puna. En la periodización del Perú precolombino, el Chavín es la cultura principal del período del Horizonte Temprano en las tierras altas del Perú, caracterizado por la intensificación del culto religioso, la aparición de cerámicas estrechamente relacionadas con los centros ceremoniales, la mejora de Técnicas agrícolas y el desarrollo de la metalurgia y los textiles.
Arte Chavín
El arte de la cultura Chavín representa el primero que se extendido por todos los Andes y con rasgos característicos reconocibles del estilo original. En el arte chavín se pueden reconocer dos etapas perfectamente definidas. La primera etapa corresponde a la construcción del «Templo Viejo» en Chavín de Huántar aproximadamente entre el año 900 y el año 500 a.C.; La segunda etapa corresponde a la construcción del «Nuevo Templo» en el mismo lugar hecho ocurrido aproximadamente entre el año 500 y el 200 a.C.
En el arte Chavín, se presentan decoraciones de pared en forma de tallas, esculturas, cerámicas. Los artistas prefirieron representar plantas y animales no nativos, como jaguares y águilas. Uno de los motivos más importantes en el arte de Chavín es la figura de felinos, que fue de gran importancia religiosa y se repite en muchas esculturas.
Ejemplos típicos del arte Chavín son tres artefactos conocidos: el obelisco de Tello , las «cabezas de espinas» y el Lanson. El Obelisco de Tello es una vara escultórica gigante con imágenes de plantas y animales, incluidos caimanes, pájaros, cereales y personas. Probablemente, la imagen en el obelisco transmite la historia de la creación de la tierra. Las cabezas de espiga, que se encuentran en todo el Chavín de Huántar, son tallas masivas de jaguares que se asoman desde la parte superior de las paredes interiores.
Probablemente el artefacto más interesante es Lanson, que es un pilar de granito de más de cuatro metros y medio de altura que atraviesa el techo del templo. Tiene una imagen de una deidad con colmillos (mitad jaguar, mitad serpiente, mitad humano), la principal criatura de culto del pueblo Chavín. Al estudiar la cerámica chavín se descubrieron dos tipos de vasos un tipo multifacético con una imagen tallada y otro tipo pintado de un color de forma redondeada.
Cerámica Chavín
La cerámica Chavín es mejor conocida por los decorados que se encuentran en las galerías de los templos Chavín la vajilla por lo general es monocromática pudiendo ser rojo opaco, marrón o gris. Las vasijas eran solidas y pesadas principalmente en el primer periodo.
Las formas principales son cuencos abiertos con lados verticales o ligeramente expandibles y bases planas o suavemente redondeadas, frascos y botellas con estribos. La superficie puede modelarse en relieve o decorarse mediante incisión, estampado, cepillado, ruleta o estampado de balancín dentado, todo lo cual puede aplicarse a zonas particulares en contraste con otras lisas. Algunos cuencos tienen diseños con incisiones profundas en las caras internas y externas.
Con el paso del tiempo la cerámica Chavín presentó muchos cambios, por ejemplo, los primeros caños de estribo eran relativamente pequeños, muy gruesos y pesados presentando una brida gruesa. Con el paso del tiempo, los estribos se volvieron más ligeros y los picos más largos; la brida se redujo y hasta finalmente desaparecer. Los cuellos de los matraces sufrieron cambios similares.
La decoración en algunos de estas cerámicas es extremadamente llamativa; algunas tiene diseños florales tallados, y otro tiene una superficie rugosa en la que hay una serie de depresiones circulares cóncavas con un pulido notablemente alto. Las vasijas de pico de estribo Cupisnique, algunas de las cuales fueron modeladas en figuras antropomorfas, animales o frutas, fueron el comienzo de una tradición de modelado naturalista en la costa norte, que persistió a lo largo de su historia.. Hacia el final del período, entró en uso una cerámica bicolor.
Hay un área considerable en la costa sur peruana con su centro en el Valle de Ica, donde se han encontrado fuertes influencias de la cultura Chavín en el estilo de cerámica de Paracas y dos textiles pintados en puro estilo Chavín han sobrevivido del mismo valle. La cerámica de Paracas era muy diferente a la de Chavín, pero varios motivos han permitido que los dos estén estrechamente relacionados.
Paracas comenzó prácticamente al mismo tiempo que Chavín, alrededor de mil antes de Cristo, y se prolongó durante toda su envergadura y más allá de ella, tal vez hasta alrededor de doscientos antes de Cristo. La forma más característica de la cerámica de Paracas era un vaso globular cerrado con una base algo aplanada, que tenía dos boquillas estrechas conectadas por un puente plano, o más frecuentemente, con una boquilla reemplazada por una cabeza humana o de pájaro.
Los cuencos redondos simples eran muy comunes. La vajilla era más comúnmente negra o pardusca muy oscura, y gran parte de la superficie estaba cubierta con decoración perfilada por incisión y pintada en policromía con colores duros, brillantes y resinosos después de la cocción. Un panel con una cara felina en un extremo de un recipiente de caño y puente era una de las formas más frecuentes de decoración.
El arte Paracas también se distingue por sus hermosos textiles bordados, que generalmente se encuentran en la mortaja de los muertos importantes. El bordado tuvo una popularidad en este momento que luego perdió, pero también se utilizó una gama sorprendentemente amplia de técnicas de tejido en varias partes de la costa.
La cerámica Chavín fue principalmente monocroma, fue modelada, pulida y se le hicieron incisiones, aplicaciones y líneas como forma de decoración. La forma que por lo general fue la más utilizada es la vasija que presenta un cuerpo globular con asa en forma de estribo y el gollete en forma cilíndrica. El pueblo chavín conoció y utilizó el oro, la plata, el cobre y es probable que también conociera algunas aleaciones. Para fundir estos metales se cree que utilizaron hornos fabricados de arcilla, con carbón vegetal como combustible.
La técnica utilizada con los metales fueron la cera perdida, el labrado el repujado y la incisión. Los objetos metálicos hallados actualmente son: herramientas, adornos corporales, objetos rituales y armas.
La cerámica Chavín fue pulida de color negro, marrón oscuro, gris o pardusco con incisiones, aplicaciones y tallado. Las típicas formas de las cerámicas son botellas con cuello largo, platos y cuencos. Cerámica con decoración alto relieve con fines ceremoniales. El desarrollo de la cerámica Chavín presenta tres periodos:
Período Urabarriu
El período Urabarriu va desde el año novecientos antes de Cristo hasta el doscientos antes de Cristo. Durante este período el templo de Chavín de Huántar se encontraba en una zona rodeada de pequeñas áreas residenciales donde se albergaban algunos cientos de personas. Los residentes de la zona se dedicaban principalmente a la caza y fue durante este período cuando los chavines comenzaron con el cultivo de maíz y de papas.
La cerámica de la etapa Urabarriu estuvo muy influenciada por otras culturas. La evidencia arqueológica encontrada da a entender que durante este período los centros de producción de cerámica Chavín se encontraban muy dispersos posiblemente por la escasa demanda de una población que se encontraba diseminada.
Período Chakinani
El período Chakinani transcurrió entre el año quinientos antes de Cristo y el año cuatrocientos antes de Cristo. Durante este tiempo las residencias alrededor del templo de Chavín de Huántar crecieron enormemente por la constante migración de personas. Fue durante esta etapa que la cultura Chavín inició la domesticación y la cría de la llama reduciendo la cacería de ciervos. Durante esta fase hubo mayor comunicación y comercio con otras civilizaciones lejanas.
Período Rocas o Janabarriu
El período Rocas o Janabarriu va desde el año cuatrocientos antes de Cristo hasta el año doscientos cincuenta antes de Cristo. Durante este periodo hubo un aumento considerable de la población. Los asentamientos residenciales pasaron a ser grandes centros urbanos, en los valles con alta densidad de población y algunas comunidades en las zonas de mayor altitud. Durante este periodo comienza a perfilarse la diferenciación social y la especialización en el trabajo.
El horizonte temprano fue sucedido por lo que se ha denominado el período intermedio temprano. El inicio del Intermedio Temprano marcó el declive de la influencia cultural de Chavín y el logro de picos artísticos y tecnológicos en varios centros, tanto en la costa como en las tierras altas.
A continuación le dejamos algunos enlaces de su interés: