El racionalismo y la ilustración hace algún tiempo atrás predominaban todo lo artístico y literario; no obstante, estos no reflejaban la realidad de este mundo que es más bien irracional, lleno de emociones e imperfecciones y eso en definitiva es su esencia; así es como aparecen las Características del Romanticismo.
Características del Romanticismo
Para comenzar a conocer las fundamentales características del romanticismo, es importante que se aborde el cómo se originó este nuevo movimiento artístico y filosófico que influyó a la sociedad en esa época, y marcó el comienzo de una nueva forma de manifestación artística en todos los ámbitos.
El romanticismo apareció en la Europa del siglo XVIII, este era una nueva corriente que se centró en una estética diferente, una nueva filosofía y una nueva forma de hacer y entender el arte. Se venía ya de los tiempos de la ilustración, un período en el que prevalecieron la razón y el humanismo dejando de lado las emociones, los sentimientos y los sueños.
Por tanto, como respuesta a este mundo tan pragmático apareció el romanticismo, una apuesta por el yo subjetivo y por la exaltación de las emociones y el mundo onírico. Con ello se volvió al pasado, al folklore y a las tradiciones nacionales, en sí era un manera para re-descubrir la individualidad del país y sus características; esto condujo a un florecimiento del nacionalismo y al regreso al mundo grecolatino, y la Edad Media. Esta nueva corriente a su vez marcaba en cada disciplina artística diferentes desafíos y áreas por explorar.
Características del Romanticismo en la Pintura
En el caso de la expresión artística en la pintura, implicó una verdadera transformación en cuanto a cómo la sociedad apreciaría a este tipo de artes, que desde tiempos anteriores solo eran casi propios del Estado y la Iglesia quienes en principio eran sus iniciales impulsores empleándolo usualmente para sus propagandas.
Asimismo, las características del romanticismo establecieron a través de la vinculación del arte con la aplicación de la conciencia y la creatividad propia, nuevas condiciones para la ejecución y construcción del arte; y así es como lo detalla el historiador Ernst Gombrich, en lo siguiente:
«La verdadera concepción y la manera en que el arte pudiera manifestar la personalidad, sólo podía establecerse cuando en el arte se agotase todos sus otros propósitos.»
Así fue como muchos artistas y escritores románticos, entendieron el arte como un medio de manifestación propia y en efecto una vocación. De esta manera muchos decidieron prescindir de los mandados viéndose impulsados a vender sus obras para no «venderse» como artistas. Entonces, junto con el culto al artista que se presentó como provisor de contenido religioso, aumentaron los artistas prohibidos y financieramente en bancarrota, porque era más seguro para la nueva audiencia confiar en el arte tradicional.
Romanticismo Literario
Fue una revolución literaria que se inició en Europa a fines del siglo XVIII cuando algunos escritores abandonaron las reglas de estructura y estilo de los autores clásicos y empezaron a hablar de la naturaleza, de las aflicciones amorosas en un tono personal y lleno de melancolía como contexto tomado del alivio sentimental. Esta nueva tendencia comenzó en Alemania, llegó a Inglaterra y Francia y se extendió a otros países.
En respuesta a la cultura aristocrática que aún prevalece, los escritores se enfocaron hacia la melancolía de la Edad Media, los tiempos de la fundación de sus países, la apreciación de los personajes heroicos y valientes, y las costumbres tradicionales; esta revolución alcanzó su mayor apogeo en el siglo XIX. Los fundamentos teóricos del romanismo en la literatura fueron creados en Alemania por Hegel, Schelling y Fichte, filósofos del idealismo clásico (también conocido como romanticismo filosófico).
Nacionalismo
Los románticos predican el nacionalismo, fomentan la exaltación de la naturaleza nacional, el retorno al pasado histórico y la creación del héroe nacional. En la literatura europea, los héroes nacionales son hermosos y valientes caballeros medievales; en Brasil, son los indios, igualmente bellos, valientes y civilizados.
La naturaleza también se glorifica en el romanticismo, se ve como una amplificación de la nación o un abrigo de la revuelta vida de las ciudades del siglo XIX; el enaltecimiento de la naturaleza consigue los confines de continuación del escritor y su momento emocional.
Romanticismo en la Música
Los grandes composiciones musicales del romanticismo se desarrollaron a lo largo del período musical en Occidente, desde fines del siglo XVIII hasta inicios del siglo XIX. Este movimiento musical estaba vinculado a lo literario y artístico del mismo nombre que surgió en Europa a mediados del siglo XVIII, principalmente en Alemania.
Durante este período, la música se volvió más expresiva y emotiva convirtiéndose en un séquito de temas literarios, artísticos y filosóficos contemporáneos. El tamaño de la orquestación aumentó dramáticamente en el Romanticismo, al igual que el rango dinámico y la diversidad de los instrumentos utilizados.
Los conciertos públicos se han convertido en un eje de la sociedad urbana de clase media, a diferencia de épocas históricas anteriores cuando los conciertos se pagaban y representaban principalmente para la aristocracia. Entre las características del romanticismo, podemos citar un nuevo abandono de lo natural, una fascinación por el pasado (especialmente por las leyendas medievales), una nueva mirada hacia lo místico y lo sobrenatural, un anhelo de infinito y un enfoque en lo fantástico, el espiritual y fantasmal.
El nacionalismo también fue un motivo entre los músicos del romanticismo; la exposición de sentimientos intensos en las composiciones ha sido esencial para la mayoría de las artes que se han desarrollado en este tiempo histórico.
La composición programática, la oda musical, la melodía conmovedora, la ópera Bel Canto y el preludio de concierto son géneros que surgieron y enaltecieron durante el tiempo romántico como modos alternativos a las sonatas y sinfonías clásicas.
Valores y aspectos programáticos del movimiento romántico
Los diversos artistas que se sumergían en este nuevo movimiento del romanticismo, usualmente representaban sus obras empleando una serie de valores y aspectos que se vinculan estrechamente con las características del romanticismo, la nueva manera de manifestación artística de esa época, entre ellos tenemos:
Imaginación vs. inteligencia
Como respuesta al rechazo del verdadero valor emblemático de la imaginación, por calificarla como contradictoria a lo que representaba el alma de la razón y la moral que se derivó durante el arte neoclásico; los pintores decidieron darle un nuevo significado a la imaginación aumentando está a través de dos modos: usándola como elemento creativo y como conocimiento.
Sublimidad vs. belleza clásica
Durante esta época los artistas se alzan rechazando el prototipo clásico que hacía representación a la belleza (orden, equilibrio y armonía), ya que está comúnmente era predecible y repetitiva, por lo que deciden plasmarla por la idea de lo sublime.
Por lo que la comparación entre ambas era muy notable: mientras el prototipo clásico origina deleite y simpatía, lo sublime, es decir lo contrario, representa el descontento una emoción o agitación trascendente que resulta de la discrepancia entre la grandeza imaginativa de lo contemplado y lo que la razón espera. Lo sublime mueve, sacude y perturba al que observa de una manera cautivadora; esto lo saca de su lugar de comodidad y lo obliga a explorar otras formas de belleza distintas al orden, el equilibrio y la armonía.
Subjetividad vs. objetividad
El romanticismo sugiere que sea el punto de vista del artista lo que se presente en sus obras, es decir, su subjetividad mediante su sentimiento, su juicio, sus ansiedades y ambiciones. En este sentido, hace libre al artista de la sumisión implantada por las ambiciones de un comprador o el público, en particular la redime del compromiso y encargo; y es así como se instaura el término arte como manifestación individual.
Nacionalismo vs. universalidad
Hubieron dos valores que participaron tanto en el arte romántico como en el neoclásico, no obstante, estos interactuaron de manera muy diferentes en ambas manifestaciones artísticas; esto es tan así que historiadores como Eric Hobsbawm manifiestan que:
«Lo romántico así como lo neoclásico, representa las 2 partes de una moneda».
Entre las diferencias entre estas manifestaciones en vinculación al nacionalismo se tiene: mientras que en el arte neoclásico defendió la idea del estado nacional como un mandato racional y un medio de desarrollo civilizador, el romanticismo valoró la noción de identidad nacional. En este sentido, el estado agrupa a los hijos de la nación, de la fraternidad.
Aspectos formales y estilísticos del romanticismo
A través de las características del romanticismo se presentaron diversos elementos y estilos, los cuales el artista podía explorar para plasmar en sus consecuentes obras, estos son:
Diversidad de estilos
Sin duda alguna, la libertad de manifestación que aportó el romanticismo a los artistas fue contundente para estos tiempos, ya que una de las características del romanticismo más importantes es la variedad de estilos desvaneciendo toda norma académica y denotando la búsqueda de la manifestación intrínseca. Por lo que el romanticismo este en la rama que esté (ej: arte o literatura), pueden ser considerado como un estilo generalizado.
Es tanto así, que el romanticismo no puede tampoco ser calificado en un tiempo, sino como una corriente al límite de otros (neoclasicismo, realismo, simbolismo, prerrafaelismo). No obstante, si se puede certificar que el romanticismo generó un predominio evidentemente revelador en la exposición artística del siglo XIX, anunciando lo que sería el concepto de escritura y arte moderno.
Liberación de las reglas
En el romanticismo tanto los artistas como los escritores se redimieron de la inflexibilidad de los reglamentos académicos, sin embargo, esto no significó el abandono de estos por completo; aunque en uno que otros casos, parece que los reglamentos se esfuman totalmente. También existen otros que se someten a la manifestación subjetiva propia, siendo utilizada como un necesidad expresiva que surge. En todos los contextos, el artista su voluntaria liberación de la inflexibilidad académica en busca de un estilo propio que lo identifique.
Ironía romántica
Esta fue una de las características del romanticismo más sondeada e indagada en estos tiempos románticos, primordialmente en lo literario. Es una especie de postura de la mente hacia las formas de cómo se visualiza la realidad, que delibera los fines del entendimiento del juicio. La ironía abre así innumerables oportunidades en el trabajo artístico.
Evasión de la claridad y la definición
Los artistas románticos se interesan por los estados emocionales, especialmente aquellos que revelan cierto bochorno. Si la pintura es una metáfora del mundo personal, a sabiendas tan confuso, al pintor le interesa la transmisión de la atmósfera psicológica, y para ello utiliza la falta de claridad y definición. Lo mismo ocurre con la literatura y la música del movimiento romántico.
Influencia del arte barroco, especialmente en el romanticismo francés
En el caso de Francia, el romanticismo volvió a dirigirse a los maestros del Barroco, a quienes la ilustración había condenado como confusos, extravagantes y adornados. El Barroco fue releído desde el toque romántico, aunque dirigido hacia novedosos temas de incentivo moderno; las grandes escenas abigarradas reaparecieron, pareciendo caóticas y exuberantes.
Fines expresivos dominan sobre los acabados o la precisión formal
Mientras que el neoclasicismo hizo un verdadero esfuerzo por disimular los procedimientos que hicieron que el espectador olvidará al artista como intermediario entre él y la idea, los románticos recuerdan su presencia dejando el procedimiento a la vista, es decir, permitiendo conscientemente la imperfección, la asimetría, la inexactitud o la forma inacabada, ya sea pintura, música o literatura.
Dinamismo
Las obras románticas dimiten de la singularidad de las obras neoclásicas y optan por obras aplicadas y colmadas de resistencia.
Temas del romanticismo
Los temas empleados en el romanticismo pueden abocarse a las distintas manifestaciones temáticas (literatura, pintura y música), y entre los más recurrentes y populares, podemos encontrar los siguientes:
Los estados de ánimo y los sentimientos
Los temas representativos más comunes en la pintura romántica derivan de la expresión del mundo subjetivo de los artistas. Temas como los relacionado a estas emociones de melancolía, soledad, inquietud, desamparo, amor, demencia, deseo, pánico o terror eran los más habituales, de hecho, se puede decir que estos temas fueron transversales en todos los temas desarrollados en el romanticismo, una descripción de ellos:
El Amor
Como tema central de sus composiciones, el autor romántico no ve el amor como un momento feliz, sino como un momento de sufrimiento. El amor como algo imposible que suele terminar en desgracia, un amor que consigue conmover al lector a través de su extrema sensibilidad.
La muerte
La muerte fue de por sí, una de las primordiales preocupaciones de los artistas románticos, y fue abordada desde muchos ángulos. También hubo una afición particular en el tema del suicidio durante el período romántico, que a su vez fue alentado por la influencia de la novela de Goethe Las desgracias del joven Werther.
La historia
Los artistas románticos apegados a los valores políticos libertarios y nacionalistas describieron con frecuencia los temas de la historia que suscribieron estos valores. Este elemento tuvo una adhesión específica en el romanticismo estadounidense, plenamente ajeno al estímulo por el pasado grecolatino.
En Europa así como en América, el arte romántico representa pasajes históricos de la Edad Media y otros períodos, así como en los tiempos modernos, lo que en cierto modo es un requerimiento del origen de la nación y de la emancipación. La Revolución Francesa de este modo, fue uno de los temas predilectos en el argumento del arte francés.
El romanticismo también representa a la figura del héroe, pero en comparación a la manifestación neoclásica que lo personaliza como un ser templado y autocontrolado lleno de virtudes morales, el romanticismo lo distingue como excesivo, lleno de pasión y trágico.
El paisaje
El romanticismo regresa al paisaje de dos maneras: primero, para salvar la distancia entre el hombre y la naturaleza que resulta de los cambios socioeconómicos; el segundo como metáfora del mundo interior del sujeto. Esto de nuevo es un desdén al racionalismo neoclásico, que en la totalidad de sus contexturas optó los hechos internos y templados para llamar la atención del espectador hacia el mensaje.
El universo literario mítico y legendario
Los románticos partieron en busca de nuevos contenidos en la literatura de todos los tiempos, obviando las referencias grecolatinas. En su mayoría acuden a esa literatura que suministra elementos fantásticos, especímenes maravillosos, bestias, mitológicas alternativas, entre otros.
La cultura popular
Adicionalmente, hubo un interés creciente en la representación de la cultura popular, que se creía depositaria de la identificación nacional; la visión de la cultura popular no sería necesariamente bucólica. También podría estar vinculado al universo mágico-religioso y a una cierta justificación del «caos» que tanto inquietaba a los ilustrados.
La nostalgia de la fe y la espiritualidad
Neoclásicos y románticos creían que todos los tiempos pasados eran mejores, pero ambos de diferentes formas. Los neoclásicos se oponían al papel de la tradición a la que culpaban de fanatismo, y por eso creían ver un modelo racionalista en el pasado grecolatino.
Mientras tanto, los románticos se oponían al exceso del racionalismo ilustrado y añoraban el tiempo medieval y los tiempos «primitivos». Lamentaron la desaparición de la espiritualidad y el sentido de la magia en la vida; al mismo tiempo, valoraron el pasado popular como fuente primordial del ser nacional. Esta mirada nostálgica fue también como la aceptación de una pequeña muerte que el romanticismo pictórico lamenta una y otra vez en sus cuadros.
El aborigen americano
Otro de los grandes temas del linaje del pasado como la melancolía es el mundo aborigen americano, al que interpretaron como símbolo de la unidad entre el ser humano y la naturaleza. Por supuesto, fue una idealización inspirada en el concepto de buen salvaje de Jean-Jacques Rousseau.
Asuntos exóticos
Fue con los románticos que comenzó a extenderse el interés por las llamadas «culturas exóticas», con un sentido único del color y la composición. Una de las corrientes más extendidas es el orientalismo, que se refleja no solo en el estudio de los criterios estéticos sino también en los sujetos representados.
Personajes del Romanticismo
Fueron muchas la figuras que aportaron al romanticismo, en este participaron sin distinción tanto hombres como mujeres. A continuación te mostramos los nombres de algunos de ellos según el tipo de expresión artística en la que se desenvolvieron y algunas de sus obras más representativas, estos son:
Escritores
La literatura fue muy representativa en el romanticismo, a través de innumerables obras literarias elaboradas por los escritores siguientes:
- Mary Shelley con su famosa obra literaria Frankenstein (1829)
- Edgar Allan Poe y su libro El corazón delator (1843)
- Víctor Hugo con su obra literaria Los Miserables (1962)
- Johann Wolfgang von Goethe y el desarrollo en su escrito de Las penas del joven Werther (1774)
- Alexandre Dumas con su obra reconocida El Conde de Montecristo (1844)
- José de Espronceda y su novela El estudiante de Salamanca (1840)
- Lord Byron con su destacada obra Las peregrinaciones de Childe Harold.
Pintores
Los artistas más reconocidos que aplicaron en sus obras las características del romanticismo y todo lo envuelto en ello, se hallan los siguientes:
- Francisco Goya y su obra Los sueños de la razón producen monstruos (1799)
- William Turner con su pintura Lluvia, vapor y velocidad (1844).
- Leonardo Alenza con su manifestación artística en Los románticos o Suicida (1837)
- Théodore Gericault el romanticismo en su obra La Balsa de la Medusa (1819)
- Eugene Delacroix y su expresión artística en La libertad guiando al pueblo (1830)
- Caspar David Friedrich con la elaboración de su pintura El caminante sobre el mar de nubes (1818)
Compositores
Fueron muchos los músicos y compositores que fueron participes de este movimiento llamado romanticismo, entre ellos se destacan:
- Ludwig van Beethoven con su Sinfonía Nº 9 (1824)
- Franz Schubert y su composición Ellens dritter Gesang o Ave María (1825)
- Robert Schumann en su desarrollo de Dichterliebe (Amor y vida de un poeta) (1840).
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