¿Cómo mejorar las relaciones interpersonales?

Todos hemos pasado por una etapa de nuestras vidas donde no sabemos conllevar la relación con nuestros hijos, pareja o jefes, y es ahí donde nos preguntamos ¿Cómo mejorar las relaciones interpersonales? ¡En este artículo conocerás las claves para lograrlo!

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Con las claves esenciales de Stephen Covey construirás mejores relaciones interpersonales.

¿Cómo mejorar las relaciones interpersonales?

Es importante tomar en cuenta que, si bien las habilidades derivadas del autoconocimiento son esenciales para un buen desarrollo personal, las habilidades sociales son claves para tener éxito en tu comunidad. Cuando nos relacionamos con personas que son importantes, en nuestra vida interactuamos por acción u omisión, es por esto que algunas interacciones son positivas, y otras tienen el efecto contrario. Es algo normal en los seres humanos, inevitablemente, en ocasiones estos fallos pueden restar en las relaciones.

Comprendamos a los otros

Es una de las claves principales, indudablemente, conocer y entender a la otra persona. De hecho, podría considerarse la base, sin esto, es complicado que se logren el resto de objetivos que tenemos. Curiosamente, acciones que pueden sumar para nosotros, los otros pueden interpretarlas de forma distinta y podría generar el efecto contrario al que esperamos. Para comprender a otros, escuchar sin juzgar es primordial, hacernos cargo de sus preocupaciones aunque para nosotros sean indiferentes.

Es un buen plan, volver importantes para nosotros, aquellas cosas que son importantes para el otro, de esta forma, los demás sentirán que los comprendemos. Un ejemplo: Darle importancia a las cosas que te transmite tu hijo, de otra forma, se sentirá incomprendido y que no es importante para ti. Esta es una de las reglas doradas para mejorar las relaciones personales y basarlas en el amor, respeto y confianza.

Prestemos atención a los detalles

Las pequeñas cosas, tanto positivas como negativas, son las que tienen un impacto gigante en las relaciones, y por ello es importante cuidarlas. Las demostraciones de afecto y de generosidad frecuentes, sin duda suman a la relación, al contrario de las ironías, reproches, bochornos, que causan el efecto contrario.

  1. Un beso de buenos días cada mañana.
  2. Saludar con respeto en el trabajo, transporte público.
  3. Dar las gracias.
  4. Interesarte por la salud de tu familia y la de tus amigos.
  5. Compartir un rato amable con tus hijos.
  6. Una sonrisa a quien la necesite.
  7. Una llamada telefónica.
  8. Preparar la comida favorita de tu pareja.
  9. Ser un hombro para tus seres queridos para cuando necesiten llorar.
  10. Un buen abrazo cuando las palabras sobran.

Mantener nuestros compromisos

Cuando rompemos una promesa importante, siempre nos llevamos con ello una parte de la persona y de la confianza que depositó en nosotros, además perdemos credibilidad y al hacer una nueva promesa ya no nos creerán. Las personas construimos nuestras expectativas en base a las promesas de los demás, es por eso, que sin importar las circunstancias, es mejor no hacer promesas que no tenemos intención o garantía de cumplir.

Es más común de lo que parece, sentirnos culpables por decepcionar a aquella persona a quien le hicimos una promesa que no pudimos cumplir, o que luego de hacerla consideremos que no es apropiada.

Aclara tus expectativas.

Es muy probable que en algún momento hayas establecido expectativas tácitas basadas tanto en el rol de la otra persona, como en el tuyo propio. Por esto, cuando la otra persona cumple tus expectativas te sientes pleno, pero cuando esto no sucede, te hace sentir mal. Es común hacer valoraciones de la otra persona cuando esta no cumple con tus expectativas, pero, si tú no aclaras tus expectativas, el único responsable de las situaciones negativas que se generen, eres tú mismo, aunque intentes recargar la responsabilidad en el otro.

Es por esto que hablar claro con las otras personas es sumamente importante sobre lo que espera uno de otro dentro de la relación, sobre todo, si están en el comienzo de la misma.

En las relaciones laborales, muchas veces las expectativas no son aclaradas al momento de la contratación, y ocurren situaciones en las que por ejemplo, el contrato estipula que se trabaja hasta las 6:00pm, y cuando el empleado se retira, el supervisor se decepciona porque esperaba más compromiso con la empresa; e igual sucede al contrario, hay empleados que se quedan hasta tarde en el trabajo para que se note su esfuerzo y compromiso, pero suelen ser improductivos.

En el caso de los hijos, las expectativas hay que establecerlas paulatinamente y permanentemente, tanto de padres a hijos, como al contrario. Es por ello que es sumamente importante que preguntes a tus hijos qué esperan ellos de ti y te hagas sensible con sus expectativas. Al principio esto suele parecer complicado, pero es significativo hacerlo, con esto evitamos malos entendidos y decepciones a futuro.

Sé una persona íntegra

Cuando tenemos integridad personal, formamos las bases de una relación de confianza. Si somos detallistas y cumplimos nuestras promesas, pero no somos íntegros, no será posible construir una relación personal duradera, basada en la confianza. Para ser íntegros no es más que simplemente no faltar a la verdad, es además, mantener nuestra palabra sin importar dónde, cuándo y con  quién estemos. Aquí podemos ver más claramente la diferencia:

  1. Cuando escoges tus palabras, de forma que correspondan con algo que ha sucedido en la realidad, eres una persona veraz.
  2. Cuando escoges tus palabras de forma que correspondan con algo que ocurrirá en la realidad, eres una persona íntegra.

En otras palabras, la integridad conlleva cumplir promesas y satisfacer las expectativas además de solo decir la verdad. Ser leal con los demás aunque no estén presentes es una de las maneras de ser íntegro, lo cual generará confianza en los que si están presentes en ese momento.

Si nos mostramos agradables y cordiales con una persona en su presencia, y luego en su ausencia las criticamos, no estamos siendo personas íntegras. Otro caso podría ser, que nos cuenten algo netamente confidencial, y luego se lo contemos a alguien más cercano, esto se considera deslealtad.

Discúlpate sinceramente

Si por razones de la vida, no pudiste cumplir tus promesas o llenar las expectativas que tienen los otros de ti, lo mejor es disculparse lo más rápido posible, y con el corazón en la mano.

Para disculparnos, debemos trabajar la confianza en nosotros mismos, las personas con autoestima baja tienen problemas para disculparse, porque los hace sentir vulnerables. Sin embargo, las disculpas sinceras generan positivismo, mientras que las disculpas poco sinceras y forzadas, tienen el efecto contrario.

Entrega amor incondicional

Cuando amamos incondicionalmente a las personas, les ayudamos a sentirse seguras y valoradas por lo que son, por su esencia. Si no entregamos nuestro amor incondicional, las demás personas se sienten limitadas por miedo a las consecuencias que se asocian con no escuchar nuestros consejos, exigencias, condiciones y ruegos.

Con esto, entendemos que, ofrecer nuestro amor incondicional favorece la cooperación, contribución, autodisciplina e integridad de parte de la persona que lo reciba, porque se sentirá libre de comportarse, expresarse, como desea ser, plenamente.

El amor incondicional significa amar sin esperar algo a cambio, si lo practicamos diariamente, tengamos por seguro que más temprano que tarde, recibiremos lo que estamos esperando de las demás personas.

Confía en lo que dices y haces

Una buena forma de mejorar las relaciones interpersonales, es tener siempre una actitud confiada, para poder generar confianza a los demás. cuando nos mostramos inseguros y dudosos, creamos una respuesta defensiva por parte de los demás. Practicar la confianza es algo de todos los días, debemos darle la oportunidad a nuestro ser, y tengamos por seguro que nuestras relaciones interpersonales mejorarán.

El miedo es algo recurrente en los seres humanos, puede tensar la comunicación y convertirse en un obstáculo de las relaciones interpersonales. No necesitamos convertirnos en personas locuaces, simplemente, rescatar esa chispa de naturalidad en la conversación.}

Sonríe

Cuando nos preguntamos ¿Cómo mejorar las relaciones interpersonales?, se nos vienen a la cabeza muchas formas que pueden resultarnos en principio complicadas, pero esta es una de las más importantes y sencillas, sonreír. Una sonrisa puede abrirnos muchas puertas, las sonrisas derriban barreras y construye un clima emocional de amabilidad, lo más importante de todos, no cuesta un centavo.

Pensemos la sonrisa como una señal de aceptación de paz, es un gesto tan amable como la buena comunicación. La sonrisa rompe el hielo e inspira confianza, no hay nada mejor como mejorar nuestras relaciones interpersonales de una forma tan sencilla como sonreír. Está comprobado que las personas se sienten más seguras de acercarse a alguien que sonríe, a una persona que no lo hace.

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Cuando aprendemos las técnicas sabemos cómo mejorar las relaciones interpersonales, y generar confianza a los demás.

Importancia de aprender cómo mejorar las relaciones interpersonales

Cuando aprendemos cómo mejorar las relaciones interpersonales, somos más felices y tenemos una capacidad de socializar mucho más avanzada, recordemos que estas están presentes desde el principio de nuestra vida, en cualquiera de los ámbitos donde nos desenvolvamos.

Todos los seres humanos necesitamos movernos en un entorno que nos estimule, que nos permita crecer y mejorar día a día, un entorno donde nos sintamos identificados, tanto en el ámbito familiar, como escolar y laboral.

Entre las habilidades sociales que aprendemos desde niños se encuentran las destrezas para hacer amistades y para mostrar a demás los sentimientos. Acciones como presentarse, establecer una conversación, participar en actividades comunes para nuestra edad, pedir o dar ayuda, hacer cumplidos o disculparse, así como expresar cariño, son básicas para poder desenvolvernos de manera satisfactoria en nuestro entorno más cercano.

De igual forma, desde pequeños nos deben enseñar otras técnicas, como el autocontrol, pedir permiso, saber responder en los momentos de ira y hostiles, evitar problemas o abordar situaciones algo más complicadas, como un problema, una pelea, una acusación o una negociación.

Las buenas relaciones interpersonales nos hacen sentirnos competentes en las más diversas situaciones y obtener un estímulo social que nos aporta equilibrio y alegría.

Necesitamos hacer nuevos amigos y mantener las amistades antiguas, compartir nuestras experiencias con los demás y empatizar con las que viven otros, la empatía es otra clave de las buenas relaciones interpersonales. Sentirse solo y aislado ocasiona un sufrimiento psicológico muy difícil de manejar para cualquier persona, sin importar su edad.

Si las relaciones personales nos producen un sentimiento de ansiedad debemos pensar en la posibilidad de tratarnos por un experto (psicólogo), quien nos ayudará a comunicarnos mejor a través de sencillas y acertadas técnicas.

La idea es convertirnos en personas más abiertas con los demás, no es anormal necesitar ayuda para lograrlo, para esto los especialistas han estudiado y toda la información que les propiciemos sobre nosotros es completamente confidencial y se utiliza para encontrar las herramientas correctas para desarrollar nuestra autoestima y seguridad en nosotros mismos, de manera que podamos tener relaciones interpersonales satisfactorias.

Las relaciones que hacemos con las demás personas a lo largo de nuestra vida son significativas, los otros cumplen un papel importante en nuestro desarrollo personal y nuestro bienestar. Por medio de otros obtenemos refuerzos sociales que auspician nuestra adaptación al entorno. Conocer cómo mejorar las relaciones interpersonales nos abre muchas puertas, sin embargo, carecer de estas herramientas puede provocarnos dificultades en nuestro desenvolvimiento diario.

Nuestras capacidades de comunicación y relación interpersonal, no deben evaluarse solo por el hecho en que la conducta de las demás personas satisface nuestras propias necesidades, también debe ser por el grado en que nuestras propias actitudes satisfacen a los otros. Tal vez por eso hay un dicho que dice que “hay que dar para recibir”.

Si este artículo te ha interesado, no olvides revisar: Técnicas de PNL.


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