¿Con ganas de leer una novela del género noir? El libro El Puñal, escrita por el periodista y escritor argentino, Jorge Fernández Díaz, es perfecta para ti. Quédate con nosotros para conocerla.
Un gran «hard-boiled» para disfrutar
Libro El Puñal
Sumido en un mundo oscuro donde domina el caos, la mafia y los políticos más corruptos que puedan existir. Remil, un ex combatiente de las Malvinas, bajo el cargo de su jefe, el Coronel Cálgaris, se verá envuelto en una aventura llena de peligros y pasiones desatadas.
El libro El Puñal, se nos cuenta desde la perspectiva del mismo Remil, por lo tanto, tenemos ante nosotros entonces, una novela con narrador del tipo protagonista, que es algo bastante característico de las novelas de este género.
Te invitamos a leer un historia de uno de los grandes autores del siglo pasado: Libro El Jilguero.
A nuestro personaje principal se le pondrá a cargo de una abogada española, Nuria Menéndez Lugo, quién lo sumirá en lo más profundo y en lo más oscuro del mundo, y a quién deberá proteger con su vida.
Esta misión se le es asignada por urgencia por parte de su jefe, El Coronel, ya que para entonces, la organización en donde trabaja, se encuentra en una situación económica muy grave, y la única manera de poder recaudar los fondos para poder sostener esta organización tan secreta, es la de proteger a esta abogada sensual, en palabras del propio Remil: “en esa foto personal e imaginaria, la dama blanca viste de negro y tiene las facciones duras y a la vez sensuales (…)”
La relación guardaespaldas-autoridad, se verá juzgada entre una balanza del destino donde se coloca la atracción sexual de ambos personajes y el deber, de cumplir con su misión y más aún cuando esta periodista, es amante del jefe supremo. Es por ello, que esta relación es el principal detonante que causa los acontecimientos durante toda la historia que nos presenta el escritor sobre Remil.
Filosofía del protagonista
Yendo a lo más profundo de la psique de nuestro protagonista, analizando un poco de su filosofía, notaremos que él mismo no se califica como un héroe como tal y aunque no lo dice explícitamente, sí podemos deducir que él se siente más como un antihéroe: “Así que eso somos, amigos. Ni héroes de corazón puro ni héroes cansados. Solo somos héroes infames. Aventureros sin moral en los desagües de este país lleno de gente honesta y desinteresada”.