¿Realmente sabes lo que son los Gatos? El conocimiento común es que se trata de un animal que es carnívoro, de reproducción mamífera, con cuatro patas, que ha convivido con el hombre desde hace aproximadamente 9.500 años, que llegó a tener una posición preponderante en algunas culturas antiguas. Conoce aquí las Características del Gato.
Características del Gato
Tienen la fama de ser independientes y con poco apego a sus propietarios, pero lo cierto es que los gatos son unos excelentes animales de compañía para cualquier persona. Pueden llegar a ser tan cariñosos como los perros, pero van exhibir grandes diferencias, no solo físicas.
¿Cómo son los gatos?
Por lo que respecta a las características físicas del gato, nos encontramos con un mamífero cuadrúpedo, que posee cola, aunque el gato de Manx no la tiene, con garras retráctiles y pelo que recubre todo su cuerpo. Posee unos 230 huesos que le facilitan tener una gran plasticidad y flexibilidad. También llaman la atención sus bigotes, que en realidad son pelos modificados que tienen una función sensitiva.
Como hemos dicho antes, los gatos son animales vivíparos, lo que quiere decir que paren a sus crías vivas en camadas. Los gatitos serán alimentados por la leche de sus madres durante sus primeras semanas de vida. Resultan de gran importancia también su sentido del oído, del olfato y de la vista, lo que es muy útil en su actividad como animal depredador.
Taxonomía de los Gatos
Vamos a empezar este resumen sobre las características de los gatos con su taxonomía, que no es otra cosa que su clasificación científica, que ubica a esta especia de seres vivos dentro del reino animal, de acuerdo a sus peculiaridades que se enuncian a continuación:
- Reino: Animalia.
- Subreino: Eumetazoa.
- Subfilo: Vertebrata.
- Clase: Mammalia.
- Subclase: Theria.
- Infraclase: Placentalia.
- Orden: Carnivora.
- Suborden: Felifornia.
- Familia: Felidae.
- Subfamilia: Felinae.
- Género: Felis.
- Especie: Felis silvestris.
- Subespecie: Felis silvestris catus.
Origen y Evolución
Son múltiples las características de los gatos. Se trata de animales que son inteligentes, elegantes o ágiles, como se los ha calificado, que se han convertido igualmente en términos que se pueden usar para hacer referencia a esta clase de felino que se ha adaptado a convivir con los seres humanos y a vivir tanto en el interior de sus casas, como en las ciudades, formando lo que ha sido denominado como manadas o grupos.
Los gatos se aproximaron a los seres humanos hace alrededor de 10.000 años, por tazón de la cantidad de roedores que se encontraban en los asentamientos humanos, quienes se dieron cuenta del valor que tenían los gatos para el control de esta clase de plaga. Pero, también, en civilizaciones antiguas como la egipcia, los gatos llegaron a ser animales sagrados, dioses y tan estimados como para ser enterrados con dignidades.
Al pasar los años, la relación entre los gatos y los seres humanos ha ido sufriendo diferentes transformaciones, pero los gatos han podido siempre logran la adaptación para cualquier situación y poder sobrevivir. A día de hoy, los gatos son uno de los animales de compañía preferidos aunque, lastimosamente, todavía son muchas las personas que deciden echarlos a la calle.
Con relación al origen de los gatos como especie animal, existen muchas teorías en su entorno, por lo que aún generan discusión cuestiones sobre cómo surgió y en qué lugar. Mamíferos, carnívoros y con celos estacionales, vamos a profundizar en las peculiaridades de los gatos.
Hay docenas de razas de gatos, que exhiben profundas diferencias morfológicas y de carácter, pero todas ellas tienen rasgos de conducta que son típicos de un depredador, con mucha inteligencia y agilidad. Esa es una de las razones por las cuales se dice que los gatos siempre caen de pie.
El gato doméstico tiene una relación de familia con los grandes felinos africanos. Se piensa que su pariente más cercano es el gato salvaje del Medio Oriente. El primer caso que fue registrado sobre la domesticación de un gato se presume que ocurrió en la isla de Chipre, en la época antigua.
Alimentación
Los gatos son animales estrictamente carnívoros. Su alimentación cuando se encuentran en la naturaleza está basada en la caza de roedores, aves y lagartos, aunque no es raro que en ocasiones consuman plantas, según se dice, para poder suplementar su dieta.
En el caso de los gatos domésticos, se puede elegir entre muchas opciones, como son la comida casera, las croquetas para gatos, el alimento húmedo o el deshidratado, pero siempre adecuado a la etapa de la vida en la que se encuentra el gato, para que no sufra de deficiencias nutricionales.
Al contrario de la creencia popular, en la que la imagen de los gatos está unida a un tazón de leche, los gatos adultos no requieren tomar ese alimento. De hecho, a medida que crecen se vuelven intolerantes, porque pierden la enzima que necesitan para poder digerir los lácteos, cuestión que hace que la leche pueda ser indigesta para ellos.
Domesticación del Gato
Estudios filogenéticos que fueron dados a conocer en el año 2007, en revistas científicas, se dice que las diversas razas de gatos, que son causa de una hibridación y de siglos de selección artificial, tienen trazos de la genética de las cinco primeras gatas salvajes que pudieron ser objeto de domesticación hace alrededor de 10.000 años en el Oriente Medio.
Se tiene la idea de que los antiguos egipcios fueron los primeros en incluir a los gatos en la vida doméstica, así como en los signos religiosos, en los que disfrutaban de un lugar preminente. Pero, también es probable que hayan sido los antiguos asirios o alguna cultura predecesora los que lo hicieron.
Se piensa que la razón fundamental por la que se quiso domesticar a los gatos en épocas antiguas, fue su capacidad para cazar a los roedores que habían invadido los lugares en los que hacían su vida las comunidades humanas.
Ciclo Vital del Gato
Los gatos nacen por camadas que pueden estar compuestas entre 1 y 10 individuos, luego de un lapso de gestación de unos dos meses, y las crías recién nacidas se conservarán junto a su madre por un lapso de 30 días como mínimo.
Alcanzan la madurez sexual a los 4 o 5 meses en la hembra y a los 6 o 7 meses en el macho. El celo tiene una duración de 4 a 7 días, pero en varias oportunidades al año, durante el cual la hembra suele maullar de forma más frecuente y los machos hacen competencias por adquirir el derecho a copular. Cuando uno de los machos adquiera ese derecho, entonces tendrá que enfrentarse con la hembra, quien se resistirá a esa unión hasta que pueda ser finalmente sometida.
Ni es usual que la fecundación se produzca con el primer intento. Cuando el acto de la cópula haya finalizado, la hembra comienza un período de aseo en el cual se mostrará especialmente hostil.
Esperanza de Vida
La vida de los gatos es de unos 12 a 14 años en promedio, pero hay estudios que señalan que es posible que las hembras pueden vivir incluso dos años más. De hecho, la esterilización y el cautiverio aumentan las expectativas de vida de estos animales, pero, por el contrario, los gatos callejeros que se encuentran en entornos urbanos tienen una expectativa de vida que no supera los dos años de edad, en razón de lo difícil del entorno.
Los gatos sufren un período de vejez abrupto, a diferencia de los seres humanos, y suele durar un año, hasta que fallecen. En este lapso, el gato exhibirá poco nivel de energía y se mantendrá dormido la mayoría del tiempo.
Comportamiento y Sociabilidad
Los gatos son cazadores natos y son un poco ariscos, por lo que no se trata de criaturas muy sociables o que prefieran vivir en comunidades. Tienen un potente instinto territorial y su grado de independencia es muy alto. Esto último los convierte en muy populares como animales de compañía, lo que es un contraste relevante con su pariente salvaje, cuya tendencia a la vida gregaria es mucho más acentuada.
Su forma de comunicación se hace por medio de maullidos y de lenguaje corporal, esencialmente, aunque los machos son proclives a utilizar su orina como manera de demarcar su territorio, lo cual demuestra que poseen un sistema comunicativo que se basa en los olores, parecido al de los perros. Son animales muy sensibles al estrés, lo que puede producir conductas agresivas y erráticas en ellos.
Pelaje de los Gatos
El pelaje de los gatos es tan diversos como sus razas, pero en líneas generales se diferencian dos clases de razas: las que tienen el pelo corto y las que poseen pelo largo, ambas son consideradas como mestizas. El porcentaje de gatos que tienen sangre pura en el planeta no supera el 10% de los individuos totales.
En lo que respecta a su coloración, el pelaje puede oscilar entre el monocromo, pasando por combinaciones de colores y varios tonos de color atigrado, que son los llamados gatos romanos. No obstante, la existencia de tres o cuatro colores en un mismo gato es favorable para las hembras, mientras que los machos poseen la tendencia a ser de un solo color o de dos colores.
La selección artificial que ha sido impuesta por causa de su domesticación ha dado origen a la proliferación de algunos tonos, formas y colores de pelaje sobre otros. Sin embargo, hay análisis que han indicado que la mayor variación de color tuvo lugar en la especie durante los momentos iniciales de su domesticación, antes de que surgieran las numerosas razas que han existido y aún existen.
Metabolismo
Los gatos son animales que se desgastan mucho energéticamente, por lo que tienen la tendencia a dormir mucho en el transcurso del día. Tienen una naturaleza nocturna, que los vuelve activos cuando cae el sol, por lo que es normal que se muestren más activos y exigentes a partir de esas horas.
Las razas que tienen el pelo corto, en líneas generales, suelen ser mucho más estilizados e inquietos, mientras las que tienen el pelo largo son más serias y aletargadas. En general, poseen un ciclo cardíaco veloz, y conservan una temperatura corporal de entre 38 y 39 grados centígrados, que es un poco más alta que la de los seres humanos.
Como legado de su pasado absolutamente carnívoro, los gatos no tienen capacidad para sintetizar algunos de los ácidos grasos que son indispensables. Por esa razón su hígado es extremadamente sensible a la grasa, y que sea menos efectivo que el ser humano o que el perro para desintoxicar su torrente sanguíneo. Por ello, alimentos como el chocolate, con niveles demasiado elevados de teobromina, podría resultar un veneno para un gato.
Clasificación Científica del Gato
El nombre científico del animal al que llamamos de forma común gato es Felis silvestris catus, basado en el hecho de que se trata de una subespecie doméstica de los gatos salvajes. No obstante, en la literatura científica se ha aceptado el uso de Felis silvestris para los gatos de vida libre y Felis catus para los domésticos.
Siendo parientes de los grandes depredadores felinos, los gatos han heredado un excelente sentido de la visa y del oído, así como un cuerpo esbelto y ágil, que posee colmillos y garras retráctiles. No hay en español una nomenclatura específica para los grupos de gatos tal y como existe para los perros, que es una jauría. Tampoco existe un término para designar a los gatos en su etapa de crías. Los términos que se usan por defecto son colonia y cachorro.
Enfermedades más comunes del Gato
Debido a que los gatos tienen el hábito de higienizarse a sí mismos, por medio del lamido constante, lo cual es absolutamente práctico, tienden a ingerir su propio pelo y acumularlo en el interior del estómago, desde donde luego es regurgitado y expulsado. Si estas bolas de pelo no fueran regurgitadas, provocarían una obstrucción intestinal por acumulación, y tendrían que ser sometidos a una cirugía para extraer el pelo acumulado.
De otra parte, el sobrepeso es un problema usual en los gatos caseros que tienen poca actividad diaria y un exceso de alimentos. Es cierto que estos requerimientos dependen, en muchas ocasiones, de la raza y del tamaño del gato, pero un gato saludable no debería sobrepasar los 4,5 kilogramos de peso. La obesidad en los gatos, de la misma manera que ocurre con los seres humanos, de origen a la diabetes mellitus, la lipidosis hepática y los riesgos vasculares.
Otras dolencias comunes de los gatos es la toxoplasmosis, que se transmite al ser humano, y es especialmente peligrosa para la salud en el embarazo. La toxoplasmosis se transmite por contacto con las heces de un gato infectado, y el gato se infecta de otros congéneres o de comerse a roedores que estén infectados.
El mejor método de prevención para la toxoplasmosis es acostumbrar al gato a alimentarse exclusivamente de alimentos que estén controlados, y hacer uso de herramientas adecuadas para la deshacernos de las heces.
Por último, se conoce en gatos la transmisión del Virus de la Inmunodeficiencia Felina (VIF), que es una variedad gatuna del Sida; así como del Virus de la Leucemia Felina (VLF); de la Rabia y de numerosos parásitos internos y externos, como el ácaro que les provoca la sarna.
El Gato en la Cultura
Desde que el gato fue adoptado por la civilización humana, ha resultado ser un animal misterioso, atrayente e turbador al mismo tiempo. Para los antiguos egipcios, los gatos personificaban animales muy vinculados con los temas sagrados. De hecho, la diosa Bastet, que era la diosa de la protección del hogar y de la armonía y felicidad cotidianas, se personificaba con una cabeza de tipo felino.
En la tradición oriental, se piensa que los gatos son guardianes de la sabiduría, como ocurre en la tradición tibetana, o como acompañantes funerarios en el tránsito hacia el mundo de los muertos. También se vinculó a los gatos en su momento, creencia que se mantiene a día de hoy, con un modelo que simboliza la femineidad agresiva, taciturna, que se observa en la figura felina de las esfinges.
En la tradición judeocristiana, que dominó el occidente durante la Edad Media, por el contrario, siempre se tuvo una mala opinión de los gatos, tal vez por el rechazo a su origen oriental o su vínculo tan cercano con las representaciones religiosas paganas.
Se indicó que era un vehículo para la brujería y el ocultismo, fue la mascota preferida de los alquimistas y sacerdotes oscuros, y por esa mala propaganda se los quemaba vivos o se los lanzaba desde lo alto de las edificaciones. Esa mala fama le valió ser asociado con los malos augurios, como pasa con los gatos negros, o que se le atribuya que poseen siete o nueve vidas, lo que aún en un dicho popular.
Clasificación de las Razas de Gato
Aunque se sabe que existen alrededor de más 50 razas diferentes de gatos, las que más se conocen pueden ser clasificadas en cuatro clases, en función de su morfología y de su apariencia:
- Pelo corto, cuerpo no muy largo y voluminoso. Por ejemplo el Persa o el Himalayo.
- Pelo semilargo. Es muy numeroso. Como el Angora Turco o el Maine Coon.
- Pelo corto. Es el más común de todos, abarca 18 razas distintas, como el Europeo, el Azul Ruso o el Sphynx.
- Tipo oriental. Son gatos esbeltos y musculosos, como el Siamés.
Curiosidades de los Gatos
Una de las características más particulares de los gatos machos es que su pene posee espículas. La razón de ser de estas estructuras es que al terminar la cópula, la gata requiere de un estímulo para que se produzca la ovulación. Las espículas del pene, al salir a contrapelo, producen ese estímulo.
Otra curiosidad sobre la anatomía de los gatos es la capa tricolor, que solo se da en las hembras, ya que el color rojo se asocia al cromosoma X. Además, los gatos se convirtieron en algunas culturas en animales venerados, implementándose castigos para aquella persona que osara hacerles daño.
Dado que fueron asociados con celebraciones paganas, acabaron por ser asociados también con actividades demoníacas y con la brujería. Así, en muchos sitios, los gatos negros fueron asociados con la mala suerte.
Se dice que los gatos poseen siete vidas, un número que se considera de buena suerte y que los gatos siempre caen de pie. Aunque esta última afirmación no es del todo verdadera, lo que realmente ocurre, y eso es otra curiosidad, es que los gatos tienen la capacidad de enderezar su cuerpo para caer bien cuando se lanzan desde lo alto.
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