Libro de Ezequiel: Autor, versículos, resumen, y más

El Libro de Ezequiel es uno de los textos bíblicos de los profetas mayores. Este en particular está cargado de visiones o profecías narradas con un lenguaje apocalíptico y con mucha simbología. Esto hace que sea algo complejo de comprender, pero su contenido es muy valioso y necesario para el pueblo de Dios. Ven a conocer sobre él.

libro-de-ezequiel-2

Libro de Ezequiel

El libro del profeta Ezequiel es un libro que ciertamente es un reto comprender. Este libro tiene sus dificultades para los lectores de la biblia sobre todo de estos tiempos. Tan sólo una lectura superficial del texto de Ezequiel, inmediatamente deja ver que no se está ante una literatura común como cualquier narración de alguno de los libros históricos bíblicos o el de salmos tan frecuentemente leído, y con los que los lectores pueden estar más familiarizados.

Al leer el libro de Ezequiel se puede observar inmediatamente que se está frente a un tipo de lenguaje bíblico que se conoce como lenguaje apocalíptico, que es una literatura cargada de narrativas de imágenes y de símbolos.

Aunado al lenguaje tan complejo, Ezequiel es un texto bastante extenso, 48 capítulos en total. Es decir que no es como un libro de algún profeta menor, que aunque también posea un lenguaje apocalíptico, su contenido es mucho menor y más breve para calificar e interpretar. ¿Te interesa saber cuáles son los profetas mayores y menores?, conócelos a todos en este enlace: Los Profetas: ¿Quiénes eran?, menores, mayores y más

La complejidad del libro de Ezequiel

Ezequiel, entonces es un texto con una literatura por interpretar muy larga o extensa. Muchos de los críticos bíblicos describen que al leer este texto, se encuentran varias visiones con una narrativa que literalmente no es verdad, aunque simbolizan acontecimientos verdaderos. Ellos dicen que es muy poco común encontrar un capítulo en el que el lector no se vea en un mundo de realidad a través de símbolos. Debido a que el texto contiene mucha narrativa simbólica.

En general esto es lo que hace que el libro de Ezequiel sea bastante complejo de leer, que no sea una lectura sencilla. Esto se debe a que al leer un trozo del texto, ya el lector se está preguntando ¿qué será lo que esto quiere decir? Lo que puede además llevar al lector a indagar más, en otras partes de la Biblia. ¿Sabes cuáles son estas partes? Si las deseas conocer, te indicamos el siguiente artículo, Partes de la Biblia: Estructura, libros y mucho más. Para poder vislumbrar un poco las escrituras y visiones del profeta Ezequiel.

Muchos eruditos de la Biblia, se expresan sobre Ezequiel, como el más extraño de los profetas del antiguo testamento. No obstante es importante señalar que el libro de Ezequiel aunque tiene su complejidad de lectura, posee una composición, un contenido vital y necesario para todo el pueblo de Dios.

libro-de-ezequiel-3

Composición, el profeta Ezequiel y su mensaje

Este texto está entre los principales de los libros del Antiguo Testamento, como libro útil para inspirar, enseñar y corregir a un cristiano e hijo de Dios. Sobre su composición primeramente es importante ver al profeta y su mensaje.

Los primeros tres capítulos del libro de Ezequiel a pesar de que no es directamente la narración biográfica del profeta. Si enmarca y contextualiza al personaje o autor en la narración en la cual da su mensaje. Ofreciendo además información sobre él mismo, donde se identifica como un sacerdote y de quien es descendiente:

Ezequiel 1:3 (LBLA) 3 la palabra del Señor fue dirigida al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos junto al río Quebar; y allí vino sobre él la mano del Señor.

Si bien en la Biblia es habitual leer sobre los diferentes oficios de Jesús, como: maestro, profeta y rey. También existen otros personajes bíblicos que llevaban a cabo más de un oficio, Ezequiel era uno de estos personajes. Porque además de profeta era también sacerdote, esta observación es muy importante tenerla en cuenta, ya que tener el conocimiento de que era sacerdote, logra explicar la narración al detalle de toda la información que describe el libro sobre el templo.

Y no sólo al describir la visión del templo futuro en los últimos capítulos del libro, sino también en la descripción que hace en el resto de los capítulos, sobre las cosas que suceden en diferentes lugares o espacios del templo. Sólo alguien que conozca lo que sucede dentro del templo puede hacer estas descripciones al detalle. Ezequiel era conocedor de ello, por ser sacerdote del templo.

Contexto histórico del Libro de Ezequiel  

Ezequiel nació en el tiempo en que el profeta Jeremías iniciaba su ministerio. Además Ezequiel se encontraba en tierra de los caldeos junto al río Quebar. En las orillas de este río se había establecido una gran concentración de judíos deportados y exiliados en Babilonia, durante el siglo VI antes de Cristo, en los tiempos del rey Nabucodonosor II.

Ezequiel junto con Daniel fueron dos de esos deportados a Babilonia. Ambos fueron profetas, así como también contemporáneos o de edad similar. No obstante, Daniel fue llevado en la primera oleada de deportados israelitas del reino del sur al exilio en Babilonia. Por otro lado, Ezequiel fue llevado en la segunda oleada en el año 597 antes de Cristo. Puedes leer más de este profeta y compañero de Ezequiel en el Libro de Daniel: Profecías y cautiverio en babilonia

Las deportaciones de los israelitas al exilio babilónico no se realizaron de una sola vez, sino que lo hicieron en tres oleadas y en años diferentes antes de cristo:

  • Primera oleada en el año 605
  • Segunda oleada en el año 597
  • Tercera oleada en el año 587

Además de que ambos eran profetas contemporáneos y coincidían en el mismo lugar, Babilonia. En el libro, el autor hace referencia a Daniel en tres oportunidades.

Las deportaciones babilónicas y asirias

Las deportaciones de los babilónicos eran diferentes a como las realizaban los asirios. Los diferentes grupos étnicos deportados a Babilonia podían habitar juntos en congregaciones raciales o étnicas. No obstante, con los deportados a Asiria no pasaba igual, como es el caso de los israelitas del reino del norte. El reino del norte sufrió la caída y el exilio en Asiria años antes que el reino del sur en el 722 antes de Cristo.

La manera como lo asirios afrontaban las deportaciones era dividiendo a los pueblos conquistados en diversos grupos, y a su vez los distribuían en diferentes lugares de su imperio. Esta estrategia asiria perseguía el objetivo de debilitar a los pueblos conquistados de forma que no se unieran. Evitando con esto futuros alzamientos o que se revelaran ante el imperio.

Los asirios actuaron así con los deportados del reino de norte. Siendo una de las razones por las que fue desapareciendo el pueblo de este reino. Este pueblo israelita fue absorbiendo cada vez más la cultura asiria y perdiendo su identidad como nación judía.

En el caso de la deportación babilónica que es el contexto del libro de Ezequiel el imperio permitía a los deportados de otras naciones que vivieran juntos como u grupo étnico. Es por esto que Ezequiel puede ministrar o predicar a los israelitas como nación, aun estando en cautiverio. Incluso algunos eruditos o estudiosos de la Biblia, sugieren que fue a partir de estos tiempos que surge la práctica de los cultos en las sinagogas. Porque al estar Israel lejos de su tierra, el pueblo comenzaría a tener esos sitios para enseñar las escrituras.

Otra característica de las deportaciones babilónicas, era que el imperio se aprovechaba de las habilidades que tuvieran los exiliados y es así como se llevan a jóvenes como Daniel.

El ministerio de Ezequiel

El ministerio de Ezequiel permaneció durante aproximadamente dos décadas. Los primeros cinco años de su ministerio, básicamente se desarrollan, desde el primer capítulo hasta el 24, casi la mitad del texto. Mientras que el resto de sus 15 años de servicio a Dios transcurren entre los capítulos del 33 al 48.

Los capítulos que quedan entre estas dos partes del ministerio de Ezequiel. Es decir desde el capítulo 25 al 32 del libro, se puede encontrar una sección con contenido de profecías relacionadas con las naciones adyacentes o vecinas a la concentración del pueblo judío. Según lo dicho las visiones proféticas del libro se pueden dividir en tres grandes bloques

-Primeros años de ministerio de Ezequiel: Profecías contra Judá y Jerusalén, los capítulos del 1 al 24

-Profecías contra las naciones extranjeras, los capítulos del 25 al 32

-Últimos años del ministerio de Ezequiel: Profecías de esperanza y salvación para Israel, capítulos del 33 al 48

El mensaje del profeta

De la misma forma que ocurre con el resto de los profetas de la Biblia, el mensaje del profeta Ezequiel se basa en el juicio de Dios a causa de su pueblo pecador y al mismo tiempo la promesa divina de liberación y de salvación. Promesa que indica que pronto vendrá la restauración del pueblo y la redención del pecado.

Este mensaje que se puede encontrar en otros profetas forma parte de la historia de redención del pueblo de Dios que estaba viviendo los días a la amenaza de la invasión extranjera, como lo había profetizado Isaías. Así como también el pueblo de Dios que ya estaba viviendo bajo estos eventos de cautiverio, como es el caso del profeta Jeremías que estuvo entre los dos escenarios.

Ezequiel después de la deportación muestra como Dios, hizo sufrir al pueblo de su verdad, de forma de mantenerlo dentro de la esperanza y que pudiera comprender por qué estaba viviendo esa situación de cautiverio. Debían comprender y saber cuál era la razón por la que habían sido deportados y exiliados.

Precisamente estos libros proféticos de la Biblia siempre lo explican. No solo para el pueblo de Dios de esos tiempos, sino que también para el de hoy en día. Para que nosotros también lo podamos comprender y aprender la lección.

Los Temas del libro de Ezequiel

Sobre la temática dicen algunos eruditos que así como los temas del juicio y de la salvación son centrales en el libro de Jeremías, de igual forma sucede con el profeta Ezequiel. El ministerio de Ezequiel se inició posterior al de Jeremías, y estaba dirigido especialmente a los exiliados en babilonia.

Dicho ministerio se prolongó hasta al menos el 571 a.C. y el mensaje que iba a transmitir como portavoz que era él de Dios, representaría un desafío muy duro y bastante difícil de realizar.

La tarea asignada por Dios a Ezequiel no es el tipo de diseño o asignación que algún servidor de Dios pueda querer escuchar. Ezequiel estaba recibiendo el llamado de Dios para transmitir un duro mensaje a su pueblo como se puede observar en el capítulo 2:

Ezequiel 2:3-8, Y me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a gentes rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día. 4 Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor. 5 Acaso ellos escuchen; pero si no escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocerán que hubo profeta entre ellos.

6 Y tú, hijo de hombre, no les temas, ni tengas miedo de sus palabras, aunque te halles entre zarzas y espinos, y moras con escorpiones; no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde. 7 Les hablarás, pues, mis palabras, escuchen o dejen de escuchar; porque son muy rebeldes. 8 Mas tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas rebelde como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que yo te doy.

Luego al final del capítulo 2 e inicio del 3, Dios le dice a Ezequiel que el rollo que le está dando debe comérselo.

Ezequiel 3:1-2 Me dijo: Hijo de hombre, come lo que hallas; come este rollo, y ve y habla a la casa de Israel. 2 Y abrí mi boca, y me hizo comer aquel rollo

La Gloria de Dios

Un tema que resalta de manera muy interesante al iniciar la lectura del libro de Ezequiel, es el tema de la gloria de Dios. En hebreo el Kavod YHWH, y normalmente traducido como la gloria de Dios.

Ezequiel esboza a la gloria de Dios que habitaba con el pueblo de Israel. La misma que descendió en el templo o tabernáculo en Jerusalén, esa gloria que estaba con ellos. Esa gloria de Dios, la visión refleja cómo se va, es decir el pueblo de Israel la estaba perdiendo.

Esta primera visión que aparece en el texto, según comentan los eruditos es una visión francamente impresionante y que además tiene un primer propósito, impactar al profeta Ezequiel. Porque lo que Ezequiel ve a través de la visión es una especie del trono de Dios en movimiento. El trono de Dios tenía ruedas:

Ezequiel 1:12 Y cada uno caminaba derecho hacia adelante; hacia donde el espíritu les movía…

1:16 El aspecto de las ruedas y su obra era semejante al color del crisólito…

1:20 Hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban…

1:26 Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre él.

1:28 … Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová. Y cuando yo la vi, me postré sobre mi rostro, y oí la voz de uno que hablaba.

El Reino de Dios está en cualquier lugar

Esto muestra muy claramente que Dios reina desde cualquier lugar del mundo. El Señor no se circunscribe a un lugar o sitio en particular. Y en cualquier lugar se puede tener un encuentro con el Señor. En esta parte Ezequiel se da cuenta que esta ante la presencia del Señor y se postra ante él.

En la actualidad quizás el pueblo de Dios no necesite tener este tipo de visiones, pero sí de tener encuentros con el Señor. Necesitamos tener ese tipo de apreciación de la gloria de Dios y poder reaccionar ante su presencia como lo hizo el profeta Ezequiel.

El tener esa manifestación de la Gloria de Dios en Babilonia, tan lejos del lugar donde el pueblo acostumbraba a estar ante su presencia, en el templo. Debió significar para Ezequiel una de las manifestaciones más gloriosas del Señor, que cualquier otro personaje de las escrituras pudo haber tenido.

Dios con esta manifestación le decía a Ezequiel, -Yo soy el soberano no temas a Nabucodonosor-. Dios es el soberano de un reino que se mueve, el Señor es el rey absoluto de todo el universo.

El celo de Dios

En el capítulo 8:3 se puede leer en el libro:

Ezequiel 8:3-4 (TLA): Esa figura extendió lo que parecía ser una mano, y me agarró por el pelo. Entonces una fuerza dentro de mí me levantó por los aires y me llevó a Jerusalén; una vez allí, me dejó a la entrada del portón interior, que da al norte. Allí habían colocado un ídolo, pero allí también estaba el Dios de Israel en todo su esplendor, tal y como antes lo había visto en el valle. Al ver Dios aquel ídolo, se puso celoso y se enojó.

La gloria de Dios que venía con el pueblo de Israel desde éxodo 24 compartía el lugar con una imagen que provoca el celo de Dios. Su pueblo ya tenía ídolos y Ezequiel ve en este pasaje la misma gloria de Dios de la visión que había tenido en el valle. Luego en Ezequiel 9:3 la gloria de Dios se va a la entrada del templo. Más adelante del texto en Ezequiel 11:23 se eleva de en medio de la ciudad y se detiene sobre el monte que está al este de la ciudad.

En cuanto a esto, si alguien mira desde el templo de Jerusalén en dirección hacia el este, lo que ve es el Monte de los Olivos. Quiere decir que en la visión de Ezequiel la gloria de Dios se estaba colocando sobre el monte de los Olivos. Donde el mismo Señor Jesucristo muchos años después observa desde allí al templo y dice que será destruido.

El Juicio de Dios 

El libro inicia dejando saber que está compuesto de visiones. Desde el mismo primer versículo del capítulo 1 dice: -los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios-.

Al leer toda la parte del juicio se van a encontrar varias visiones y a su vez el lector preguntándose qué significa esto y qué significa esto otro. Pero son visiones que usa Dios para explicar en la mayoría de los casos su juicio.

En Ezequiel 3:7 Dios lo alerta diciéndole que la casa de Israel en verdad no lo querrá escuchar, que no quieren escucha a su Dios. En los versos siguientes Dios le hace ver a Ezequiel que a él lo ha hecho de forma especial para poder hacer frente a ese pueblo rebelde que es la casa de Israel.

Entonces según esto Ezequiel representaba la diferencia ante un pueblo tan necio y rebelde. Dios le estaba diciendo a Ezequiel, pero tú vas a ser diferente y tú vas a responder distinto a lo que yo tu Dios te digo.

Ezequiel –hijo de hombre-

Por otro lado es importante notar en este libro, que Dios repite con frecuencia la expresión para nombrar a Ezequiel, que es -hijo de hombre-. Como diciéndole, sí tú representas una diferencia, pero eres solo un simple hombre débil, necesitas de mi fuerza y de mi gracia para poder llevar a cabo el llamado al que te envío.

La segunda sección del libro desde el capítulo 4 hasta el 32, son las palabras de juicio. Por lo que casi las dos terceras partes del libro de Ezequiel se concentran en el tema del juicio.

Dios en el llamado que tiene para Ezequiel hace énfasis en lo que está sucediendo con la casa de Israel. Este énfasis de Dios en el juicio es la consecuencia por los pecados del pueblo. Israel necesitaba entenderlo y en la actualidad el pueblo de Dios también lo debemos hacer como reflexión de vida.

Dios les habla del juicio, llama al pueblo al arrepentimiento, que se aparten de los ídolos. La presencia del Dios de Israel se había ido, porque el mal había llegado al sumo del desastre.

Por tanto el pueblo no sabía que era peor si el exilio que estaban experimentando o el hecho de que la gloria de Dios se había apartado de ellos. En esos tiempos el papel de los profetas era crucial para que el pueblo de Dios pudiera comprender por qué les pasaba lo que estaban viviendo.

El juicio a las naciones extranjeras

Dentro de esta parte del libro sobre el tema del juicio se puede encontrar entre los capítulos 25 y 32 lo referente al juicio de Dios contra las naciones vecinas. Donde Dios les dice: como ustedes se burlaron de mi pueblo, cuando yo los castigaba. Ahora yo los voy a castigar a ustedes. Ese es el tema de esta parte del texto y se hace mención de diversas naciones que estaban siendo castigadas por haberse burlado del pueblo de Dios.

Las profecías de esperanza y salvación 

En la última sección del libro de Ezequiel los capítulos del 33 al 48, Dios es el soberano y el Señor, y se había propuesto levantar a un pueblo de las cenizas. Es por esto que en el capítulo 37 se puede leer la visión del valle de los huesos secos. Ese mismo pasaje del texto de Ezequiel es el que estaba en la mente de Jesús en el Nuevo Testamento cuando conversaba con Nicodemo, sobre el nuevo nacimiento en el Espíritu de Dios y su obra. Entonces Dios dijo a Ezequiel -hijo de hombre estos huesos son toda la casa de Israel-, él tenía el poder de levantar a su pueblo y restaurarlo una vez más.

En la actualidad cuando se observa el mundo en el que se está viviendo, donde existe tanta maldad, corrupción, se hace el llamado interior a la reflexión: Es que quizás de todo esto ¿puede salir algo bueno?

Ante esto no se debe perder la esperanza, porque ahora se tiene el mensaje de la salvación. En estos tiempos para la gloria de Dios se predica a Jesús y los muertos vivirán, su espíritu solamente tiene que decir vive y vivirá, ¡Amén!

Tal como el Señor nos levanta a nosotros en estos tiempos, Dios estaba alimentando, alentando a su pueblo a través de las visiones de Ezequiel. Dios les dice así que él iba a recoger a su pueblo y le promete a un buen pastor descendiente de David, a Jesucristo.

Algunos de los puntos más destacados:

  • Predicción contra los pastores del pueblo de Dios, Ezequiel 34:1-31
  • Declaración de Juicio contra Edom, Ezequiel 35:1-15
  • Profecía sobre la bendición de la tierra, Ezequiel 36:1-15
  • Promesa del retorno a Jerusalén, Ezequiel 36:16-38, 37:1-14
  • Ilustración de dos varas en simbología de la unidad de la Nación

El conflicto con Gog y Magog, capítulos 38 y 39. Estos capítulos básicamente confirman que el pueblo de Dios nunca será vencido nuevamente, ninguna superpotencia surgirá en el futuro para dominar totalmente al pueblo restaurado de Dios, tal como lo dijo Jesús.

Visiones referentes a la restauración del templo en los capítulos 40 y 48. Donde se dan las descripciones de un nuevo templo. Algunos eruditos aplican esta parte a la iglesia del nuevo pacto, ellos dicen que Dios se está refiriendo a nosotros como templo del señor. La iglesia de Jesucristo es el templo de Dios, amén.


Sé el primero en comentar

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

  1. Responsable de los datos: Actualidad Blog
  2. Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios.
  3. Legitimación: Tu consentimiento
  4. Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  5. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE)
  6. Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.