Características de la Avispa de Mar o Medusa y Más

A la Avispa de Mar se le considera como el animal más venenoso del mundo, ya que con un simple contacto puede hacer llegar su veneno a tu sangre. Sus toxinas no solo afectan la piel sino que además atacan al corazón y al sistema nervioso pudiendo ocasionar la muerte. Por suerte se le localiza solamente en Australia y en la región del Indopacífico. Te invitamos a conocer más de esta insólita criatura.

Avispa de mar

La Avispa de Mar

A pesar de su simple nombre, la avispa de mar cuenta con uno de los más poderosos venenos que se conocen y que en muchos casos puede ser letal para los humanos. Por su aspecto característico igualmente se le conoce como medusa de caja o cubomedusa, de las cuales hay muchas variedades. Científicamente se le denomina Chironex fleckeri siendo parte de la familia Chirodropidae.

Afortunadamente el hábitat de esta avispa de mar se encuentra esencialmente restringido a las aguas de Australia y una que otra zona del océano Índico oriental y del Pacífico. Los reportes de su presencia en otras regiones son escasos. Por otro lado de las casi 40 variedades de cubomedusas que se han identificado hasta la fecha, sólo unas pocas cuentan con un veneno mortal para el ser humano, entre ellas se encuentra la avispa de mar.

Descripción General

El más resaltante rasgo de esta medusa es su apariencia en forma de campana, que se podría comparar en tamaño con un balón de básquetbol. La «campana» de esta especie es más cuadrada que las de otras especies, a lo que se agrega que es más transparente y de un color azul pálido que usualmente se confunde con el mar.

En contraste a la creencia popular sobre su desplazamiento y a diferencia de las medusas comunes, que mayormente son ciegas, esta criatura cuenta con cuatro agrupaciones de veinte ojos. Pero no está claramente determinado si pueden seguir objetos con la vista ni tampoco cómo pueden procesar las imágenes. Poseen sistema nervioso central, pero casi imperceptible. Aún así, su habilidad para reaccionar y desplazarse con gran rapidez ha asombrado a la comunidad científica, la cual ha observado una importante evolución vinculada con su capacidad de adaptarse.

Avispa de mar

Cuenta con 60 tentáculos de unos 80 centímetros de longitud, pero cuando se encuentra de cacería pueden llegar a extenderse hasta los 3 metros de largo. En cada uno de esos tentáculos se localizan unas 5.000 celdas urticantes denominadas cnidocitos que se activan con el simple contacto. Cada celda está constituida por cuatro receptores fotosensibles que emplean para guiarse, eludir objetos y reconocer a sus presas. Llega a nadar en impulsos de 1,5 metros por segundo, lo que le aporta velocidad suficiente para capturar peces.

Comportamiento

Las medusas realizan una serie de actividades cada día, particularmente de caza. No son criaturas violentas, pero sí de gran peligro para el hombre. De acuerdo a una reciente investigación de la revista National Geographic, las avispas de mar se tornan más letales a medida que envejecen. En su juventud, cuando atrapan camarones, tienen veneno solamente en el 5% de sus células urticantes, en contraste, en su adultez, ese número se dispara al 50%, lo que les posibilita cazar presas de mayor tamaño.

Distribución

La avispa de mar se puede conseguir en las aguas cálidas litorales al norte de Australia y Nueva Guinea, así como en los mares de Filipinas y Vietnam. Comprende regiones del océano Índico occidental y del océano Pacífico, pese que aún se continúa estudiando si se encuentra presente en otras áreas del globo terráqueo.

Depredadores

Ni la misma avispa marina puede estar a salvo de los depredadores. Ciertamente no cuenta con gran cantidad de adversarios marinos, pero algunos clases de peces y tortugas como la variedad carey (Eretmochelys imbricata) y la tortuga plana (Natator depressus) al parecer no se sienten afectadas negativamente por su veneno.

Sintomatología

En forma general, el contacto de la víctima con sus tentáculos no pasa desapercibido, dejando lesiones que se pueden ver, que, de un color rojo se enrojecen más llegando a inflamarse el área afectada. Luego de pasados unos 20 minutos se da inicio al síndrome irukandji, el cual se manifiesta por un profundo dolor en todo el cuerpo, triplicándose el ritmo cardíaco, duplicándose la tensión sanguínea y por lo regular la muerte se produce luego de una embolia cardíaca.

Sus síntomas se evidencian igualmente en problemas para respirar, náuseas y vómitos, inflamación y dolor graves, pulso cardíaco lento y muerte del tejido de la piel. No obstante, ciertos animales son invulnerables a la toxina, como las tortugas de mar, que comen de ellas sin padecer ningún daño. Para el caso de los humanos, si el veneno ingresa en el sistema sanguíneo, la persona puede llegar a fallecer en menos de tres minutos.

De ser afectado por la avispa de mar, la práctica inicial de tratamiento es aplicar vinagre sobre el área aquejada, ya que cuenta con cualidades regulatorias sobre los nematocistos, orgánulos intracelulares responsables de permitir el ingreso del veneno. Simultáneamente debe notificarse de forma inmediata al sistema de emergencias, que en las áreas en las que se encuentra presente este animal, usualmente está preparado para estos eventos.​ El tratamiento tópico con vinagre de las heridas por contacto reduce su peligrosidad.

Veneno

Los tentáculos inoculan un veneno tan poderoso, que con una cantidad de apenas 1.4 miligramos pueden dar muerte a una persona adulta y saludable. El que sea una especie sumamente venenosa no es el más grave problema. Lo que más alarma es que, como citamos previamente, su color es traslúcido o azulado y no emite ningún sonido, lo que permite que el bañista nade inadvertidamente desconociendo el peligro que le acecha.

En los relatos de las personas que han padecido picaduras de una avispa de mar, se señala que el dolor de los tentáculos al tocar la piel es sumamente doloroso y que éste permanece por varias semanas después del suceso. En algunos de ellos quedan enormes cicatrices. Otros testimonios cuentan de personas que ingresan en estado de shock a causa del dolor o que padecen fallos respiratorios algunos segundos luego del ataque, aunque ello solo se ha dado en unos pocos casos.

De no ser la persona afectada atendida a tiempo, los síntomas se tornarán más peligrosos. Si el veneno en un inicio llegase a introducirse en la sangre, no hay medicina o alternativa con la que se salve a la persona. Este animal no ha sido estudiado por los científicos de forma completa, por lo que aún se ignoran ciertas fases de su ciclo de vida.

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