El cosmos es un lugar lleno de incógnitas que todavía están aguardando por ser respondidas. Entre tantas, se encuentra el comportamiento errático de las rocas espaciales. Con base en ello, el miedo latente al impacto de un asteroide potencialmente peligroso, es cada vez más elevado. A pesar de que, actualmente, no exista un riesgo confirmado, no deja de ser una preocupación.
Instituciones como la NASA, se han encargado de develar aquellas rocas gigantes o asteroides, relacionados con la Tierra. Los astrónomos y toda la comunidad científica perteneciente a tal institución, han aclarado que las probabilidades de impacto son mínimas. Incluso, son hasta ínfimas, pero nunca está demás conocer cara a cara lo que asecha al planeta.
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¡La definición de asteroide potencialmente peligroso más resumida y entendible está aquí!
En el universo, se ha concluido que todo está conectado indirectamente. Cada cierto tiempo ocurren eventos astronómicos que relacionan a los planetas o el paso de cometas a lo largo del cosmos.
Cada anécdota ocurrida en el basto universo, posee un aspecto en común que es estudiada desde tiempos antiguos. Esta cualidad, es nada más y nada menos que la órbita o la trayectoria de algún objeto espacial.
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En ciertas oportunidades, las órbitas de distintos cuerpos tienden a relacionarse, atrayéndose o repeliéndose. Como consecuencia, se originan colisiones, impactos, desviaciones u otros hechos de interés.
Sabiendo esto, un asteroide potencialmente peligroso es aquel asteroide, meteoro o cometa próximo a la Tierra. Se le considera de esa manera porque su órbita se intersecta con la Tierra a una distancia mínima, con un determinado riesgo de impacto.
Cabe destacar nuevamente que, aunque no existan riesgos ahora ni en el futuro de un impacto, son objetos que no deben perderse de vista. De lo contrario, las consecuencias pueden ser devastadoras o ampliamente contraproducentes.
Por su parte, un asteroide potencialmente peligroso también se le conoce como un objeto capaz de producir daño. En función del tamaño, velocidad y fuerza de impacto, puede pasar desapercibido o desencadenar momentos apocalípticos.
Se estima que este tipo de choques de asteroides de más de 50 metros o más de 1 kilómetro de distancia, ocurren cada cierto tiempo. En resumidas cuentas, no son acontecimientos aislados, sino más, cíclicos. Un ejemplo absolutamente claro de ello fue la extinción de los dinosaurios hace millones de años.
Asteroide potencialmente peligroso en 2020. ¿Cuál o cuáles fueron los más temidos durante el pasado año?
Para nadie es un secreto que el año 2020 fue sinónimo de calamidad debido a distintas circunstancias ocurridas. La instauración de la pandemia y la caída de la economía, así como el colapso de la salubridad, colocó en jaque a la humanidad.
Por si fuera poco, los problemas terrenales no eran nada comparados con los del cosmos. Durante el año pasado, no solo un asteroide potencialmente peligroso en 2020 causó temor, sino varios de ellos.
Un asteroide potencialmente peligroso en 2020 hubiese sido la guinda del pastel. Sin embargo, transcurrieron de forma desapercibida sin causar nada más que un pequeño susto. Incluso, algunos de ellos ni siquiera fueron tan reconocidos.
Aun así, para la comunidad científica, los meses de julio y noviembre fueron de alta tensión. Precisamente durante esas etapas del calendario, se avistaron los objetos rocosos próximos a la Tierra más contundentes del año.
Sin lugar a dudas, cualquier error del cálculo hubiese sido una catástrofe. No obstante, pasaron rápidamente sin dejar devastación a su paso. Debido a que causaron tanto revuelo entre los astrónomos, vale la pena conocer cuáles fueron estos asteroides.
El imponente asteroide 2020ND
El 24 de julio del pasado año 2020, significó una fecha de alta incertidumbre. La NASA tenía avistado a un asteroide potencialmente peligroso de más de 150 metros de diámetro acercándose cada vez más.
Viajando a una velocidad de más de 48 mil kilómetros por hora, en aquel entonces simbolizó una amenaza real. Sin embargo, el riesgo de colisión se sabía mínimo, por lo que el asteroide terminó avanzando a más de 5 millones de km del planeta.
Los peculiares asteroides Apolo
En noviembre del año pasado, dos asteroides Apolo estaban destinados a transcurrir el mismo día. Específicamente, el 26 de noviembre de 2020 tanto el Apolo 2020 WPI como el Apolo 2020 UR6, pasarían prácticamente al mismo tiempo.
De acuerdo a los datos arrojados por la NASA, el asteroide Apolo 2020 WPI era el más preocupante de los dos. Con una envergadura de entre 300 a 560 metros de diámetro, pasaría a más de 8 millones de km a 23mil km/s de velocidad.
Por otro lado, el asteroide Apolo 2020 UR6, tenía una estimación en tamaño igual al Empire State. Sin embargo, en comparación con su hermano cercano, su velocidad de paso no superó los 20mil km/s.
El gigante asteroide Atón
El mes de noviembre fue quien albergó más avistamientos de asteroides potencialmente peligrosos. En ese sentido, el Atón 2000 W0107, generó más preocupación de lo debido gracias a su medio kilómetro de tamaño.
Aunque transcurriría a más de 4 millones de km alejado de la Tierra, no dejó de causar una preocupación latente. A una velocidad de más de 25mil km/s, sin duda alguna su impacto hubiese sido más que atómico.
¡La NASA alerta por un asteroide potencialmente peligroso! ¿2021 será igual que 2020?
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La noticia acerca de que la NASA alerta por un asteroide potencialmente peligroso, no tardó en dar la vuelta al mundo. El asteroide 2009 JF1, observado constantemente por esta institución, podría impactar en mayo de 2022.
Si el año 2020 fue sinónimo de pandemia, este estará relacionado con los eventos astronómicos. Además del asteroide mencionado anteriormente, en enero de 2020, un cuerpo rocoso del tamaño de la Torre Eiffel, arribará.
Con más de 250 metros de diámetro, la NASA alerta por un asteroide potencialmente peligroso de nombre “2016 CO247”. De los cinco aproximamientos calculados en el corriente mes de enero, el seguimiento de este asteroide destaca por encima del resto.
Aun así, la preocupación solamente será cuestión de un solo día, puesto que no representa un escenario real de impacto. Sin embargo, perderlo de vista puede ocasionar en el futuro, un evento que no se quiere vivir.