El hombre es un ser pecador debido a su imperfección, sin embargo, a través del arrepentimiento sincero y puro de corazón, pudiera llegar al encuentro con Dios y rectificar su camino por la senda del bien, si deseas conocer más sobre este tema, te invitamos a leer el siguiente artículo.
¿Qué es el arrepentimiento?
El hombre se encuentra en una constante búsqueda de la verdad sobre la palabra de Dios y es allí cuando se inicia el despertar de su fe en Jesucristo, en aquello que no ve pero sabe que está allí, en lo que ha existido desde siempre y escucha sus plegarias, dando respuestas y algunas veces de la manera más inesperada.
En este sentido, si una persona está verdaderamente arrepentida y le abre su corazón a Dios, mostrándose humillado ante él y pidiendo perdón por todos los pecados cometidos, seguramente este le dará su gracia y estará encaminado a la sanación de su alma y a la vida eterna, para convertirse en un hombre de bien y digno ejemplo a seguir.
El arrepentirse involucra un cambio profundo en el alma de esa persona que desea corregir sus malos pasos, por lo tanto, deberá demostrarlo con hechos y acciones que sean del agrado de Dios, ya que esto dice más que mil palabras.
No es suficiente decir que se está arrepentido si al poco tiempo vuelve a cometer las mismas faltas, es decir, vuelve a tropezar con las mismas piedras, de esto no se trata el arrepentimiento, así que debe evidenciarse un cambio radical de conducta y fe para demostrar que efectivamente este sentimiento proviene de lo más profundo de su alma.
Si deseas saber cómo puedes arrepentirte sinceramente te invitamos a ver el siguiente video:
¿Cómo liberar los pecados cometidos?
Así como Dios le dijo a Adán que el arrepentimiento era parte de la herencia que debía enseñarle a sus hijos para poder habitar la tierra y no sufrir a causa de su pecado, ya que un hombre pecador no era digno del reino de Dios y la vida eterna, es importante resaltar, que Jesús fue el único hombre perfecto en este mundo, por lo tanto, nunca cometió pecado.
El arrepentimiento es la única vía para liberar todos los pecados cometidos en una vida y que de alguna manera impiden el crecimiento espiritual de esa persona, por lo que si constantemente se está consciente de que se hace el mal y no el bien, se está cometiendo un pecado perpetuo, lo cual Dios desaprueba con furia.
Debemos recordar que Jesucristo sufrió por todos los pecadores del mundo y esa carga tan pesada y dura le tocó asumirla con amor y entereza hacia su prójimo, para permitir que los hombres obtuvieran una oportunidad, una pequeña esperanza de habitar el reino de Dios, sin embargo, la tarea es difícil y se debe pensar en el arrepentimiento y cambio de conducta.
Para profundizar más en el arrepentimiento te recomendamos leer el siguiente artículo: Predicar el evangelio en el descubrirás la importancia de arrepentirse de los pecados.
Pasos del arrepentimiento
Conoce a continuación los pasos del arrepentimiento.
- El primer paso para arrepentirse de corazón, es que se reconozca que se ha cometido una falta grave en contra de sí mismo, otra persona o se ha ofendido a Dios.
- Segundo paso, es repudiar los pecados cometidos y tomar la decisión de más nunca incurrir en ellos, ya que esto va en contra de los designios de Dios.
- El tercer paso es la confesión del pecado, donde el rechazo hacia estos permita dar un testimonio del mal que esa persona ha ocasionado a otros, ya que Dios y Jesucristo escucharán su suplica humilde y si es sincera será perdonado.
- Cuarto paso es restituir los daños causados hacia esas personas que han sido víctimas de la ofensa cometida.
- El quinto paso, tal vez sea el más difícil, pero es el más importante de todos y consiste en perdonar a los demás, ya que es vital para que Dios perdone los pecados de una persona, porque si esta se negara a perdonar a su prójimo no es digna de ser perdonada por Dios.
- Finalmente el sexto paso, es respetar los mandamientos de las santas escrituras y hacer el bien al prójimo, lo cual es la mejor acción que pueda evidenciar que existe arrepentimiento de corazón.
