Inspirándose en el modelo arquitectónico griego clásico, los romanos crearon un nuevo estilo arquitectónico el cual puede ser contemplado a través de los grandes y hermosos vestigios que se mantienen aún en estos tiempos. En relación a esto, este artículo te trae información interesante e importante sobre la Arquitectura Romana y más.

La arquitectura romana
Desde la instauración de la República Romana en 509 a.C. hasta aproximadamente el siglo IV d.C. se hizo muy presente la concepción de la arquitectura en esta civilización que se manifestaron a través de la construcciones de grandes obras. Siendo las últimas un reflejo de lo que sería la arquitectura bizantina antigua o tardía. Sin embargo, ningún modelo trascendental se mantuvo hasta el año 653 a.C., aunque ya cerca del año 100 d.C. donde regía el Último Imperio, en su totalidad se conservaron significativos modelos de la arquitectura romana.
Así que a pesar de que el Imperio Romano cayera en decadencia, se mantuvo la influencia de su diseño arquitectónico por muchos siglos más, siendo este uno de los más representativos en toda Europa Occidental a partir del año 1000 d.C. siendo esta extensión y reseña del modelo arquitectónico romano básico denominada arquitectura románica.
La arquitectura romana más que el resto del arte romano, manifestó la practicidad, el ingenio dinámico y el pensamiento planificador de sus autores. Así que cuando el Imperio Romano consiguió extenderse por el Mediterráneo y vastas regiones de Europa Occidental, se les encargó la tarea a los arquitectos romanos representar a través de magnas obras arquitectónicas la grandeza y el poder de Roma, además de que estas mejoraran la calidad de vida de sus ciudadanos.
Con el propósito de demostrar la magnificencia de este Imperio, los romanos sobresalieron mediante la aplicación de un conjunto de metodologías arquitectónicas bastante significativas como:
- El arco.
- La bóveda.
- La cúpula.
- El empleo del hormigón.
Fueron a través del empleo de estos procesos que los arquitectos romanos esbozaron y cimentaron varias de las obras públicas más trascendentales de la historia de la arquitectura, entre los que se hayan templos, monumentos, baños públicos, basílicas, arcos del triunfo y anfiteatros.
Como forma de fortalecer aún más los principios del tiempo de solidez y tranquilidad en el que se mantuvo el Imperio denominado Paz Romana, los arquitectos planificaron la ejecución y montaje de un sinnúmero de acueductos, así como un conjunto de drenajes, puentes y una desarrollada serie de vías, a su vez que los urbanistas planearon a través de planos la construcción con base a campamentos militares con la finalidad de fundar nuevas metrópolis desde cero.
En gran parte el arte y el diseño arquitectónico que sirvieron de inspiración para los arquitectos romanos, fue tomado de los etrusco y los griegos, es decir, tomaron elementos de la denominada arquitectura clásica. De igual forma, se instruyeron sobre la arquitectura piramidal egipcia y la mampostería. Así que la arquitectura, es el aporte único de la antigua Roma al arte y la historia cultural de Europa. Por lo que esta es mucho más prominente que las numerosas formas de la escultura romana, que casi en su totalidad provienen de los griegos.
Es importante destacar, que sus construcciones estaban conformadas por paredes macizas interceptadas por arcos y cúpulas. Esto fue realmente un cambio bastante significativo, en comparación a las columnas y dinteles empleadas habitualmente en la arquitectura clásica. Sin embargo, como un desenvolvimiento artístico o estético, se adicionaron los órdenes clásicos de forma ornamental como el toscano (variante simplificada del orden dórico) y compuestos (orden alzado con decoración floral del corintio y las volutas del jónico).
La mayores ejecuciones arquitectónicas del Imperio se dieron aproximadamente entre el año 40 a.C y el 230 d.C. mucho antes de las dificultades del siglo III y las contrariedades siguientes que mermaron las riquezas y el poderío planificador del Estado. Entre las construcciones y obras cimentadas más importantes de los romanos, se están:
- El templo Maison Carrée y el acueducto del puente Pont Du Gard ubicados en Nimes – Francia, ambos datan de 19 a.C.
- El Coliseo de Roma – Italia cuyo tiempo de ejecución se encuentra entre 72-80 a.C.
- El Arco de Tito en Roma – Italia construido en 81 d.C.
- El acueducto romano en Segovia – España en 100 d.C.
- Las Termas (104-109 d.C.) y el puente de Trajano (105 d.C) en Alcántara – España.
- La biblioteca roman de Celso en Éfeso – Turquía en 120 d.C.
- El muro de Adriano en el Norte de Inglaterra en 121 d.C.
- El Panteón en Roma – Italia en 128 d.C.
- El palacio de Diocleciano en Split – Croacia en 300 d.C.
- Los Baños de Diocleciano en Roma – Italia en 306 d.C.
- El Arco de Constantino en Roma – Italia en 312 d.C.
- La cloaca máxima en Roma – Italia entre 600-200 a.C. Este fue uno de los sistemas de aguas residuales más antiguos de la historia del mundo, en sí buscaba drenar las aguas locales y transitar los desechos de la ciudad al río Tíber.
La totalidad de los aspectos del diseño arquitectónico romano fue evaluado por el arquitecto Marcus Vitruvius, siendo este muy participativo en este campo desde finales del siglo I a.C hasta su tratado arquitectónico alrededor del 27 a.C, aunque este se presenció antes de la etapa más creativa de las edificaciones romanas.
Historia
Ahora para conocer un poco sobre el cómo se dio el desarrollo del modelo arquitectónico romano, es necesario conocer a través de su historia a través de sus orígenes, el empleo de nuevas técnicas, las renovaciones realizadas por los arquitectos romanos, el auge arquitectónico y su posterior decadencia. A continuación:
Orígenes
La proyección de la arquitectura romana inició específicamente a través de los etruscos, donde en tiempo posterior se tomaron aspectos de la griega, en sí las características de estas influencias se exhiben en las obras romanas en un tiempo consiguiente de las beligerancias púnicas. En la actualidad, los comienzos de la arquitectura romana datan desde que se ejecutaron la iniciales obras como la primera carretera y el primer acueducto.
En los tiempos en que el Imperio Romano se glorificaban de sus triunfos y dominios sobre los territorios de Sicilia y la misma Grecia, era frecuente que los oficiales romanos poseyeran un cúmulo de objetos con gran valor artístico como trofeos, esto como parte de su recompensa por el triunfo. Además que por la grandeza, poderío y economía de Roma empezó a atraer a los artistas etruscos y griegos, por lo que estos comenzaron a inculcar a los romanos sobre la belleza del arte y la admiración sobre el mismo.
Pero la manifestación propia de los romanos sobre la arquitectura, no se presentó sino hasta la finalización de la etapa helenística. Sus construcciones se basaban generalmente en macizas plataformas que estaban caracterizadas por el uso de inmensos bloques de piedras trabajadas o rústica, esta ejecución en sus construcciones era muy similar a los etruscos.
La totalidad de las obras arquitectónicas romanas cimentadas en sus inicios cumplian con un objetivo más práctico que estilístico especialmente durante el tiempo monárquico, por lo que era muy notable la ausencia de todos sus diseños de adornos ya sean escultóricos o pictóricos. Pero luego de el acecho de Siracusa entre los años 212-214 a.C. los romanos empezaron a obtener una afición y apreciación por las bellas artes, haciéndose costumbre en toda la sociedad romana.
Para cuando Grecia se transformó en una provincia romana para el año de 144 a.C. un sinnúmero de artistas griegos esclavizados fueron llevados a laborar en Roma. Otra de las acciones que favoreció el interés por lo artístico en Roma, fueron los numerosos objetos obtenidos en la victoria de Lucio Emilio Paulo Macedónico durante la contienda de Pidna.
De igual forma, lo obtenido de los templos griegos de Delfos, Olimpia y Epidauro por parte de Lucio Cornelio Sila Félix, los objetos valiosos conseguido por Octavio de Alejandría y la irrupción a diversos templos de Asia por Publio Cornelio Dolabela. El destino final de estos objetos fue Roma, y en sí esto de cierta forma estimuló aún más el encanto refinado por lo que hasta su momento era una forma artística desconocida para ellos.
Ahora la primera ejecución arquitectónica romana de mármol que fue en templo, fue cimentada por los arquitectos de Laconia-Grecia Sauro y Batraco por mandato del cónsul Quinto Cecilio Metelo Pío.
Innovaciones técnicas
Entre las innovaciones técnicas ejecutadas por los romanos en su arquitectura se hallan la construcción de bóvedas y arcos, esto de cierto modo contribuyó a suprimir las columnas y arquitrabes algo muy característico de la arquitectura griega clásica que se empleaban como medio de soporte para los techos y pesadas vigas, por lo que usualmente estos no eran más que ornamentales a funcionales. Para los romanos los cuidados estilísticos de los griegos no eran limitantes para ellos, por lo que emplearon los órdenes clásicos con considerable autonomía.
Así, que en su período de glorificación los romanos estuvieron bien inspirado con ideas arquitectónicas hasta el punto de de gestar planes novedosos, ideas enormes sobre el espacio y una evidente noción sobre enormes cantidades. La novedosa innovación en la arquitectura romana se comenzó a manifestar durante el siglo II y III a.C. a través del empleo del hormigón como sustitución del ladrillo y la piedra en sus construcciones. Además, en sus obras para esos tiempos podían visualizarse como soporte a los arcos y cúpulas, inmensas columnas.
Adicionalmente, se comenzaron a usar un conjunto de columnas meramente ornamentales que resisten a un muro de carga, estas fueron llamadas arcadas o columnatas y su desarrollo de cierto modo fue fundamentada a través del empleo del hormigón en las construcciones romanas. En relación a la ejecución de la arquitectura de menor envergadura, el aguante del hormigón romano redimió la planta rectangular de la celda a un entorno de flujo libre.
Otra de las predicciones en la arquitectura romana, fue el vasto empleo de los arcos y las bóvedas. En sí, eran una masa de cenizas volcánicas (puzolana) y gravas, algo muy diferente a las dovelas de piedras a juego como se veían en las bóvedas etruscas, o en una que otras obras asiáticas. A su vez, las bóvedas tenían fornidos ladrillos ya paralelos pero empotrados dentro de la misma bóveda, cuya finalidad es básicamente ser un soporte temporal y un refuerzo interno. Un modelo espléndido de esta ejecución romana, puede verse en la cúpula del Panteón de Agripa en Roma.
En la arquitectura romana no únicamente empleó en sus obras las bóvedas de cañón y cúpulas, también se le sumaron las básicas arista y crucerías. Aunque las finales nombradas fueron rara vez utilizadas fuera del Imperio de Oriente ya que de las obras arquitectónicas que realizaron solo se puede visualizar un procedimiento de contramedidas internas usadas en las bóvedas en las Termas de Caracalla y en la Basílica de Majencio.
Asimismo, se hicieron presente en la arquitectura romana los capiteles historiados que fueron tan representativos en la Edad Media, algo que se presenció en algunos lugares antiguos vinculados con los romanos como ejemplo la antigua Pompeya. Como ya hemos recalcado, las obras de la arquitectura romana fueron representadas de acuerdo a su utilidad, como:
- Los edificios podían ser desde muy modestos hasta muy ostentosos.
- Los acueductos y puentes, eran obras bastantes modestos pero eficaces de acuerdo a su funcionalidad.
- Los palacios y templos en cambio eran otra cosa, estos tenían que ser excepcionales obviamente manifestando lo que representaban.
- Los edificios o las obras más sencillas, solían estar cubiertos por piedras formando órdenes que no exhiben el espacio interior.
Es importante destacar, en la totalidad de los edificios o obras más suntuosas solían ser embellecidas a través del uso de pinturas y azulejos.
La renovación urbana de Augusto
Debido al alto movimiento monetario de la época y el considerable aumento de la población en las metrópolis romanas, el Imperio Romano se vio en la necesidad de explorar y aplicar nuevas técnicas que fueran capaces de aportar soluciones a todos sus desarrollos arquitectónicos de esos tiempos. Así que a través de un extenso conocimiento de los materiales de construcción, así como las diversas técnicas como las creaciones de bóvedas y arcos, el Imperio Romano logró conseguir exitosamente la creación de una mega infraestructura de uso público.
El establecimiento del Imperio Romano en Grecia conlleva a que muchos griegos se desplazaran hacia Italia, entre ellos artistas. En parte, la Paz Romana (Pax Romana) incentivada por Augusto produjo un importante crecimiento económico que permitió el desenvolvimiento de diversas manifestaciones artísticas, donde entre ellas se encuentra la arquitectura.
Así que los planes de urbanismos de Roma para reformar y dar una nueva imagen a la ciudad, como parte de las ideas de Augusto se cumplieron finalmente tras la consolidación de la paz en todos los territorios subyugados por los romanos, luego de conseguir el triunfo de este en la contienda de Acción contra Marco Antonio. De cierto modo, Augusto no solo consiguió el cumplimiento del deseo de su padre adoptivo Julio César de agraciar la apariencia de Roma siendo esta su nueva visión de capital Imperial, sino que también incentivó la construcción y las artes.
Para ese mismo tiempo ya Roma tenía alrededor de 1 millón de habitantes entre romanos y inmigrantes, esto produjo la creación de zonas populares como los barrios de Argileto, Velabro y Suburra. Así que ante tal crecimiento poblacional, el Estado se vio en la necesidad de implementar un esquema vinculado a la planificación urbana donde incluían la creación de un puerto y almacenes con el fin de garantizar el abastecimiento de la población. De igual manera en este mismo tiempo, se ejecutaron las siguientes construcciones:
- Ensanchamiento del canal del río Tíber con el propósito de proteger la ciudad y sus ciudadanos de posibles inundaciones.
- Nuevos acueductos.
- Las primeras termas públicas.
- Un anfiteatro.
- Dos teatros.
- Una biblioteca disponible al público en general.
- El Foro de Augusto (Forum de Augusti).
- El Altar de la Paz (Ara Pacis).
- Los templos: Panteón de Agripa y Marte Vengador (Mars Ultor).
- Un sinnúmero de jardines, pórticos y diversos edificios públicos.
Uno de las obras a reformar dentro del esquema de Augusto para embellecer la metrópoli de Roma, fue trabajar en el Campo de Marte (Campus Martius), que sin duda llevó a ser uno de los complejos monumentales más asombrosos de la antigua Roma. Asimismo, Augusto plasmó dentro de su esquema de urbanismo la creación de su propio Mausoleo, que una vez que partiera físicamente resguardaba los restos de él, su familia y la Casa de Augusto (Domus Augusti) en el monte Palatino. Este sería el edificio principal de lo que complejo del Palacio Imperial (Palatium).
Una de las opiniones favorecedoras en cuanto al impulso y acciones de Augusto en cuanto a dar una presentación más hermosa de la ciudad de Roma, la destaca el historiador Seutonio en el Libro II sobre la vida de los doces ceésares, donde expresa lo siguiente:
«Augusto llevó a Roma a tal belleza, en un punto donde su diseño estilístico no iba a la par con la grandeza del Imperio, que además como ciudad se hallaba expuesta a un sinnúmero de riesgos como inundaciones e incendios, que con razón podía presumir de dejarla de mármol, habiéndola recibido de ladrillo».
Auge arquitectónico
En los tiempos comprendidos entre los gobiernos de Nerón y Constantino entre los años 54 y 337 a.C, es donde se hace presente en el Imperio Romano la mayor manifestación arquitectónica siendo las obras más destacas las construidas durante los gobiernos de Trajano, Tito y Adriano. Algunos ejemplos a nombrar de estas obras son:
- Los numerosos acueductos de la ciudad de Roma.
- Las Termas de Diocleciano y Caracalla.
- Las basílicas.
- El Coliseo de Roma.
Por ser tan fantásticas estas obras arquitectónicas posteriormente fueron construidas en otros lugares bajo el dominio del Imperio Romano cercanos, pero a una menor escala. Algunas de estas edificaciones hoy en día todavía permanecen de pie casi completas, como por ejemplo: las murallas de la ciudad Lugo en Hispania Tarraconensis en lo que es ahora el norte de España.
La capacidad administrativa y monetaria en manos del Imperio Romano permitió a este construir grandes obras, aún en sitios bastante apartados de las principales ciudades, así como también la contratación de mano de obra calificada y no calificada necesaria para la ejecución de las construcciones.
El propósito de la arquitectura romana en sí estaba atada a una acción política, a traves de ella se lograba demostrar el poderío del Imperio Romano en general y también el de ciertos personajes encargados de su construcción. De cierto modo, este propósito político sobre la arquitectura permitió magnificar al Estado, como también a la imagen que querían los romanos presentar sobre su gran Imperio. Así que para conseguir esto, no desperdiciaron ninguno de sus recursos para enaltecer su marca de grandeza en todas sus creaciones arquitectónicas.
La cumbre más alta de la arquitectura romana quizás fue tocada durante el gobierno de Adriano, es en este tiempo donde este emperador ordenó la construcción y reconstrucción de numerosas obras, siendo los más destacados hoy en día:
- La reconstrucción del Panteón de Agripa en Roma.
- La construcción del Muro de Adriano, una marca romana dejada en los paisajes del norte en Gran Bretaña.
Decadencia
El arte romano vivió su tiempo de magnificencia entre los dos primeros siglos del Imperio Romano, pero ya a inicios del del siglo II se comenzó a gestar un pausado declive por el estilo elegante y distinguido, y esto fue aún más notorio durante la crisis del siglo III que posteriormente se hizo determinante ya para los siglos IV y V, donde el arte barroco y pesadez se comenzaron a manifestar en sus diseños, muy a pesar de que la envergadura y opulencia de sus obras arquitectónicas aumentan.
No obstante, la arquitectura romana como arte siguió manifestándose a través de numerosas obras, hasta que varias de las principales ciudades romanas fueran tomadas por los bárbaros. Algunos de estos ejemplos son las colosales basílicas de Roma que fueron cimentadas durante el siglo IV, que no únicamente las había para rendir culto a lo cristiano sino que también las civiles. Entre ellas podemos mencionar:
- Los vestigios de la basílica colosal civil de Constantino (o Majencio), esta se encuentra situada en Roma y era antiguamente utilizada como fuente de inspiración para los arquitectos renacentistas del siglo XVI.
Hoy en día se tiene la concepción que la arquitectura romana tuvo su total declive durante el gobierno de Constantino, en sí este utilizó como material diversas piezas como columnas, esculturas y varios restos todos antiguos en gran parte de lo esparcido por el vasto territorio de dominio romano para construir nuevas obras arquitectónicas, como lo hizo con Constantinopla.
De igual forma trabajo en cuanto a la construcción del Arco de Constantino en Roma, donde utilizó material reciclado de obras anteriores cimentadas en los gobiernos de Adriano, Trajano y Marco Aurelio, así que ante la ausencia de escultores capacitados se usaron específicamente los altos relieves de obras anteriores.
Con exactitud el declive del arte romano se hizo más notable dentro de la escultura, de por sí la arquitectura continuó desarrollándose por un buen tiempo esto motivado a que era más sencillo para los arquitectos imitar algunas obras que existían en ese tiempo, en comparación a la falta de escultores con esa capacidad.
Los tres principios de Vitruvio
Estos principios antiguos que aún hoy en día sigue muy presente en la arquitectura, fueron creados por el arquitecto y especialista en cuanto a obras civiles, además de ser autor de numerosos escritos vinculados a estas artes, Marcos Vitruvio Pollio. Vivió durante el siglo I a.C. y se le recuerda principalmente por sus contribuciones sobre arquitectura a través de su obra, «De architectura».
Como parte de su cercanía profesional con el entonces emperador romano Augusto, Vitruvio decide plasmar en papel sus memorias y concepciones sobre la teoría, la historia y los métodos de la arquitectura como parte de la manifestación de su conocimiento al emperador y el Estado Romano. De architectura es el único tratado sobre la arquitectura que ha sobrevivido desde la antigüedad, siendo una piedra de toque del diseño hasta en este tiempo presente.
Es más, los arquitectos modernos recopilaron muchas ideas importantes de los diez libros «De architectura de Vitruvio». Y el que quizás mejor ha resistido la prueba del tiempo son sus tres principios, las cuales se conoce como la Tríada de Vitruvio: Firmitas, Utilitas y Venustas.
Firmitas – Durabilidad, solidez o resistencia
En principio firmitas se reduce a la idea de que las cosas deben construirse para durar, aún bajo la exposición de elementos naturales. Una estructura fantásticamente útil que se derrumba después de un par de años sería considerada un fracaso. Un edificio bien hecho puede durar siglos, incluso milenios. Irónicamente, ninguno de los edificios del propio Vitruvio sobrevive, pero este principio sigue en pie.
Este principio abarca más aspectos de la arquitectura de los que se nos ocurren de inmediato. Como cuando se establece que la durabilidad estará asegurada cuando los cimientos se trasladen al suelo sólido y los materiales se seleccionan con prudencia y libertad. En otras palabras, elija su destino con cuidado, eche cimientos profundos y utilice materiales adecuados y duraderos, es por ello que en la arquitectura romana generalmente utilizaban el mármol, el hormigón y el ladrillo.
Todos entendemos instintivamente que la longevidad es una marca de buen diseño. Esta refleja materiales de calidad, una planificación meticulosa y un mantenimiento cuidadoso. El Panteón de Agripa de Roma es un buen ejemplo de ello, este es testimonio de un diseño duradero, famoso tanto por su longevidad como por su majestuosidad.
El principio también se refiere a los factores ambientales, así que en sí durante la construcción de un edificio u obra no se toma en cuenta de manera preventiva la presión del clima, los terremotos, la erosión, entre otros factores. Puede que no sea un edificio por mucho tiempo.
Utilitas – Utilidad
Los edificios están diseñados y construidos por una razón. Cualquiera que sea ese propósito, siempre debe ser la mente de un arquitecto. Si la estructura no cumple con su propósito, es probable que no sea muy útil. Ejemplo un teatro sin escenario, está totalmente descartado en cuanto a su utilidad. Así que de acuerdo a Vitruvio, la utilidad estará asegurada:
“cuando la disposición de los apartamentos sea impecable y no presente impedimentos para su uso, y cuando cada clase de edificio esté asignada a su exposición adecuada y apropiada”.
Vitruvio es el veterano que exhortó a través de sus conocimientos en cómo la forma debe acompañar a la función. Este concepto fue tan significativo que Louis Sullivan, el «padre de los rascacielos», lo tomó y valoró en 1896. Este último supuestamente atribuyó la idea a Vitruvio, aunque la documentación de esto es dudosa. En cualquier caso, a eso se reduce la utilitas. Los diferentes tipos de edificios tienen diferentes requisitos.
Un edificio diseñado con estos requisitos como una ocurrencia tardía probablemente decepcionará. Esto también significa que las partes individuales de una estructura deben estar enlazadas lógicamente. En otras palabras, deben ser fáciles de acceder y navegar. Si un edificio es útil y fácil de usar, es un buen comienzo.
Venustas – Belleza
Como dice Vitruvio, «el ojo siempre está en busca de la belleza». Es una cualidad perfectamente legítima a la que aspirar. Según De architectura, la belleza se da “cuando la apariencia de la obra es agradable y de buen gusto, y cuando sus miembros están en la proporción debida según los principios correctos de simetría”. Además de ser útiles y bien construidos, los edificios también deben ser agradables a la vista.
Algunos incluso pueden tocar el corazón. Vitruvio enfatiza diversas condiciones que contribuye en el realce y esplendor de los edificios, entre ellas destaca la simetría y la proporción. Estas eran de particular atención para él (de ahí el Hombre de Vitruvian de Da Vinci). La incorporación obsesiva de formas en todo es anterior al diseño gráfico por algunos milenios.
En cada elemento de una estructura debe considerarse en relación con otros cercanos a ella, así como con el entorno en el que se está construyendo. Vitruvio resume esta interacción con una palabra: euritmia, un término griego para ritmo armonioso. Vitruvio lo define en un contexto arquitectónico de la siguiente manera:
«La euritmia es belleza y adecuación en los ajustes de los miembros. Se encuentra cuando los miembros de una obra tienen una altura adecuada a su ancho, un ancho adecuado a su largo y, en una palabra, cuando todos se conciernen simétricamente».
Como la música, los edificios tienen una melodía; así que las distintas partes que la conforman deben básicamente crear armonía y no distorsión ni ruido. Además de estar bien proporcionadas y simétricas, las piezas individuales pueden realzar la belleza de otras formas. La buena artesanía es hermosa, al igual que la atención al detalle.
Materiales
La Roma republicana e imperial fue y sigue siendo una ciudad impresionante. Esta ha sido examinada extensamente a través de los siglos, por lo que el observador casual es consciente de Roma y de la influencia que aún ejerce en el mundo moderno. La Roma de la época de Cristo, que es coincidentemente la época de la transición de la Roma republicana a la imperial, fue un escenario de mercados ajetreados, actividades gubernamentales, transporte y otros aspectos del comercio, pero más importante aún, del negocio del imperio.
Con el fin de producir y mantener el imperio, se necesitaban instalaciones para realizar estas actividades. La construcción de instalaciones requiere materiales y formas de construirlas. Las características de la arquitectura romana empleadas y combinadas con los materiales usados produjeron una declaración de Imperio que es su esencia. Así que para una ciudad de un millón de habitantes habría sido necesaria una variedad de edificios.
Los arquitectos romanos empleaban como materia prima elementos naturales, siendo los primordiales la piedra, madera y mármol. Los materiales manufacturados consistían en el ladrillo y vidrio, y los materiales compuestos consistían en hormigón. Estos materiales estaban disponibles muy cerca de la ciudad de Roma y, en general, en toda la zona europea del Imperio.
Piedra y mármol
Los romanos emplearon de diversas formas variedades de piedra, cada una valiosa por ciertas cualidades: resistencia, durabilidad y estética. El suministro de piedra se recolectaba localmente y parte de la extracción según la disponibilidad. La piedra sirvió al Imperio como material de construcción básico.
El ladrillo y el hormigón se emplean cuando la velocidad y la repetibilidad de la construcción eran críticas. Así que en un nivel básico, la piedra es el material de construcción más común y lógicamente utilizado. Incluso se esperaría que la cultura más primitiva reuniera y acomodará piedras en algún tipo de refugio. Asimismo, era de esperar que los romanos hicieran uso de piedras para la construcción.
Según el nivel de avance de la cultura, sus habilidades en mampostería de piedra exhibieron un alto nivel de complejidad y acabado. Esto se logró mediante el uso de una variedad de herramientas de corte de piedra, como: el martillo cortador (de hoja), martillo escareador (puntiagudo), martillo de albañil (hacha), mazo, punzón, cincel, sierra y escuadra. Este conjunto de herramientas sigue siendo el mismo para los canteros del siglo XXI. La geología clasifica las piedras/rocas en tres categorías:
- Sedimentarias
- Ígneas
- Metamórficas
Los romanos usaron sin saberlo todas las categorías de piedra contenidas en los estratos geológicos: travertino, una piedra sedimentaria; toba y granito, ígneo; y mármol, metamórfico. Los romanos naturalmente hicieron uso de estos materiales debido a su distribución geográfica cercana y la relativa facilidad para obtener un suministro. Vitruvio brindó orientación para su uso en función de las cualidades y atributos percibidos.
Entre los tipos de piedra, uno de los más populares fue el travertino. Vitruvio recomendó el travertino como una piedra que «soportaría cualquier esfuerzo, ya sea por estrés o por las lesiones causadas por el clima severo». El travertino, una piedra caliza sedimentaria, es muy dura y tiene la capacidad de soportar cargas pesadas debido a su resistencia a la compresión inherente. Tiene una textura cremosa con una superficie ligeramente picada y se usó estructuralmente, y también decorativamente para fachadas de edificios como teatros y anfiteatros.
La popularidad del travertino disminuyó cuando Augusto prefirió el mármol al travertino como material para adornar los exteriores de los edificios. Mientras que la toba es un lodo volcánico solidificado y poroso, que resulta en una piedra algo débil. Se utilizó principalmente para la construcción de interiores, como plataformas para templos. Debido a que no era una piedra dura, la toba se cortaba fácilmente y era buena cuando se usaba en lugares cubiertos, pero no era adecuada para usos exteriores, ya que se erosionan rápidamente por las heladas y la lluvia.
El uso extensivo del mármol se introdujo durante el reinado de Augusto. El mármol se extraía localmente y también se transportaba a distancias considerables, algunas tan lejos como Túnez. Fue muy valorado y se utilizó principalmente para elementos decorativos (como los “capiteles” de una columna) o para paramentos. Entre los mármoles utilizados se encuentran los siguientes:
- Chemtou
- Chios
- Flia
- Lesbian
- Parian
- Pentelic
- Porta Santa
- Proconnesus
- Pyrenean
- Rosso Antico
- Thesian
Los nombres de estas canicas están asociados con la ubicación particular de la que se obtuvieron. Cada variedad de mármol tenía su color característico. Varían de amarillo veteado, gris-azul, blanco-amarillo veteado, blanco, blanco brillante, rojo-azul, violeta, rojo y verde. La vista de Roma con fachadas de estos colores hubiera sido sorprendente. La aplicación de este material de construcción, era el resultado del gusto y deseo de Augusto por lo que proporciona un ejemplo sorprendente de cómo se utilizaron los materiales para expresar el Imperio.
Aunque el uso de la piedra por los constructores romanos fue extenso, Vitruvio dedicó poco espacio a la piedra en sus diez libros, escribiendo solo un capítulo sobre piedra. Vitruvio recomendó piedra de canteras cercanas a la ciudad y de Saxa Rubra y Fidenae porque estas canteras producían piedra blanda (toba) y dura (caliza), y porque ambas estaban cerca de la ciudad.
La toba se podía cortar con una sierra, por lo que se formaba fácilmente durante la construcción. Debido a esto, la toba se recomienda para áreas cubiertas, en las que funcionaría bien, pero cuando se exponía a la acción de congelación/descongelación, calor o agua por lo que se desmoronaba.
El travertino (piedra caliza) es mucho más duradero pero, según Vitruvio, se agrieta y se desmorona cuando se expone al fuego. Vitruvio describió una piedra extraída en el territorio de Tarquini que poseía «virtudes infinitas». Podría soportar heladas, incendios y tormentas, y podría durar indefinidamente. Por ello Vitruvio recomendó mucho esta piedra, pero la cantera estaba a una distancia considerable, por lo que era difícil de obtener.
No identificó la piedra, pero por las características que describió, que es de larga duración y no se ve afectada por el congelamiento o el fuego, especulamos que la piedra que mencionó era granito. Si no se podía obtener esta piedra, el granito, la piedra caliza y la toba requirieron una exposición de dos años a la intemperie después de la extracción. Si resisten esta prueba, serían adecuados para su uso en la construcción.
Una característica especial de la piedra como material de construcción es que tiene una gran resistencia cuando se aprieta o comprime como en la construcción de un muro, pero es débil cuando se estira o se tensa (tensión) como en un dintel horizontal. Debido a esto, cuando se usa piedra para abarcar un espacio horizontal, generalmente se emplea el uso de un arco.
El arco comprime la piedra y el tramo horizontal puede ser mucho más ancho. En consecuencia, el arco puede proporcionar una resistencia superior sobre el dintel (sin refuerzo) en cualquier tramo. La importancia del arco no se puede minimizar. Sigue siendo un elemento arquitectónico y constructivo esencial aún en la actualidad.
Madera
La madera es un material de construcción común y esencial. El uso de la madera por los romanos se extendió sobre el de los griegos mediante una aplicación más amplia del uso de la armadura. Esto permitió a los romanos abarcar espacios más grandes y construir edificios con espacios interiores más grandes. La basílica es un ejemplo de edificio que contiene este gran salón interior. La armadura, un ejemplo de construcción de madera, proporcionó una declaración adicional de imperio debido al tipo de edificio que produjo.
El empleo de madera como material de construcción es algo más difícil de verificar ya que no se dispone de ejemplos existentes. Para verificar el uso de la madera es necesario invocar un concepto de geólogo, rastro fósil o mejor descrito en este escenario como rastro de evidencia.
Se puede especular que estas contrahuellas y peldaños estarían hechos de madera ya que se han deteriorado desde su lugar de fijación. En estos ejemplos, la estructura circundante es sólida, lo que tiende a demostrar que las escaleras estaban hechas de un material menos robusto.
Plinio proporcionó evidencia adicional del uso de la madera al identificar al inventor romano de la carpintería, Dédalo. Le atribuyó a Dédalo la invención de varias herramientas para trabajar la madera: la sierra, el hacha, la plomada y el pegamento. Esto pondría estos inventos en algún lugar antes del siglo I d.C., ya que el nacimiento de Plinio fue a principios del siglo I.
Vitruvio proporcionó una explicación útil de varias maderas disponibles para la construcción. Su consejo comenzó con la época del año en que los árboles deberían cosecharse, que es otoño. Explicó que los árboles están «preñados» en primavera y no son aptos para la cosecha. Las variedades de madera disponibles fueron:
- Roble
- Olmo
- Álamo
- Ciprés
- Abeto
- Aliso.
De la misma manera, Vitruvio proporcionó instrucciones sobre el uso de las distintas maderas. El abeto se describe como una madera clara resistente a la flexión, por lo que sería deseable para su uso como viguetas (vigas paralelas que sostienen un piso).
El roble que tiene una estructura compacta, era deseable para su uso donde la madera debía enterrarse en el suelo o posiblemente usarse como pilares, aunque muchos la describen como útil en la construcción general. El pino y el ciprés son reconocidos por sus resinas y el cedro y el enebro por sus aceites.
El conocimiento de las maderas, cuándo deben cortarse, cuánto tiempo deben curar antes de su uso y el uso más eficaz de las variedades se habría obtenido mediante una prueba y error exhaustivos o se habría transmitido a Vitruvio (y sus asociados) de generaciones anteriores. No es evidente a través de sus escritos qué método proporcionó la información.
Cabe señalar que Vitruvio se refirió a las cualidades de la madera y la piedra con la cantidad que cada uno contiene de los cuatro elementos: tierra, agua, fuego y aire. El roble por ejemplo, está saturado de «primeros elementos terrosos», lo que proporciona su estructura compacta y resistencia a la humedad. Ésta fue la ciencia de la época, que se originó con los griegos y pitagóricos.
Vidrio
El vidrio era un material de construcción auxiliar para los romanos, no absolutamente necesario para construir la estructura. El uso del vidrio hasta finales del siglo I d.C. fue principalmente para vasijas y arte. La introducción del vidrio para el acristalamiento de ventanas supuso un cambio fundamental en el concepto de ventana. Proporcionó a los romanos un material de construcción adicional y una característica de la arquitectura romana como una declaración estética del imperio.
Las estructuras existentes tienen aberturas que se reconocen claramente como ventanas. Las representaciones también muestran aberturas reconocibles como ventanas, muchas de ellas representadas con parteluces. Además, Plinio identificó el vidrio más preciado como transparente.
Ladrillo
El ladrillo puede ser bien visualizado en numerosas obras de la arquitectura romana. Esas construcciones de ladrillos también presenta una gran complejidad y un trabajo intrincado que se muestra en arcos y paredes. Este material formado a partir de arcilla fue originalmente, y sigue siendo, un material de construcción principal en partes del mundo donde la vegetación es escasa, y particularmente en las regiones del Mediterráneo.
La utilización del ladrillo es mundial y su uso continúa hasta la actualidad. El ladrillo secado al sol era adecuado para su uso en la mayoría de las áreas, pero por descubrimiento accidental se supo que el ladrillo cocido era impermeable al agua.
El uso inicial de la arcilla cocida, hasta el siglo I a.C. en Roma, fue para tejas para proteger la madera y el trabajo de mampostería. En otras regiones mediterráneas, los ladrillos cocidos se usaban solo para construcciones estancas o para las partes más expuestas de los edificios. Vitruvio refuerza esta línea de tiempo con su referencia al ladrillo de barro, limitado en la Ciudad debido a las restricciones impuestas por el espacio limitado.
También proporciona instrucciones sobre la aplicación de tejas sobre la construcción de mampostería de ladrillo, y les indica que las tejas deben sobresalir sobre la mampostería, como una cornisa. El saliente de la cornisa arrojará agua que gotea más allá del plano de la mampostería de ladrillo, protegiéndola. Con el tiempo se hará evidente si las baldosas han protegido el ladrillo.
A través de estas instrucciones, Vitruvio confirmó que los ladrillos de barro todavía eran de uso general en Roma en el siglo I a.C. También confirmó que en ese momento se fabricaban tejas al horno. Los fabricantes romanos hacían tres tamaños estándar de ladrillos:
- Lidio, 11.65 ”x 5.8”
- Tetradoron, 11.65 ”x 11.65” (cuatro manos)
- Pentadoron, 14.5 ”x 14.5” (cinco manos).
Esto contrasta con el tamaño de un ladrillo residencial moderno que es de 8 «x 3,5». El ladrillo del tamaño de un pentadoron fue más útil en la construcción de grandes edificios y muros de la ciudad donde se podían completar grandes secciones rápidamente. El impacto visual de la construcción con el ladrillo romano más ancho es impresionante.
Exactamente cuando los romanos comenzaron a utilizar el ladrillo cocido sigue sin resolverse. Ahora Vitruvio se refirió solo a los ladrillos de barro, pero sí se refirió a los azulejos horneados, que sirvieron de refuerzo para la introducción del ladrillo horneado durante el siglo I d.C. Cabe señalar la distinción que los ejemplos restantes son de ladrillo cocido.
Como expresión y declaración del imperio, el ladrillo fue un contribuyente principal. El ladrillo permitió una rápida expansión de la ciudad de Roma y la construcción de otras ciudades, fortificaciones y acueductos. Esto fue posible gracias a la fabricación de ladrillos, que se podía suministrar a la mano de obra disponible.
Cuando se introdujo el uso de ladrillo cocido, el Imperio ahora poseía un material de construcción que no solo proporcionaba un medio rápido de construcción, sino también uno que duraría. Los ladrillos de barro se deteriorarían con el paso de las estaciones y el tiempo, pero el ladrillo cocido podría durar siglos. La consideración principal para la expresión del imperio es la naturaleza repetible de la construcción debido a su tamaño uniforme, lo que resulta en un montaje rápido y ayuda a la expansión.
Hormigón
El hormigón proporcionó a los romanos un medio para producir una variedad de estructuras con resistencia, flexibilidad de diseño y, en ciertas fórmulas, proporcionó capacidades únicas. El hormigón se puede formular repetida y uniformemente. Empleando trabajadores calificados, el concreto proporcionó a los romanos un material práctico y versátil para expandir el imperio.
Vitruvio inició sus instrucciones sobre la mezcla de hormigón aconsejando los tipos de arenas adecuadas, ingrediente esencial en su producción. Se recomendaron el negro, el blanco, el rojo claro y el rojo oscuro y no deben contener tierra mezclada. Se podría determinar si está libre de material terroso si crujió entre las manos al frotarlo o si no dejó residuos al frotarlo arrojado en un paño blanco.
Además Vitruvio recomendó arenas excavadas de lechos recién abiertos. Las camas que habían estado abiertas durante un período de tiempo daban como resultado arena contaminada con tierra. No se recomendó arena de la orilla del mar porque era difícil de secar y las paredes resultantes no soportarían una carga sin ser reforzadas. El mortero de cal es el componente inicial del hormigón. Los romanos habían desarrollado un mortero fuerte a finales del siglo III.
El tipo de hormigón más eficaz y útil producido por los romanos fue el hecho con un material de sílice volcánica llamado puzolana, llamado así porque provenía de la ciudad de Pozzuoli cerca de Nápoles. Se recogió del efluente de volcanes cercanos.
El aspecto más desconcertante de la construcción romana de hormigón no es que los romanos hicieran un excelente uso de este material, sino que fue olvidado durante la Edad Media hasta que fue redescubierto en 1756 cuando un ingeniero británico recibió el encargo de reconstruir el faro de Eddystone en Cornualles. El ingeniero, que necesitaba un material que se asentara y permaneciera estable bajo el agua, descubrió la fórmula en un antiguo documento latino.
Es conclusión, el hormigón y el ladrillo comparten la misma importancia en la expresión del imperio. El hormigón permitió a los romanos flexibilidad, variación y durabilidad en la construcción de 18 bóvedas, arcos y muros. El hormigón hecho con cemento de pozzolana con su capacidad de curar bajo el agua, fue el más significativo, permitiendo puertos artificiales, cimientos de puentes y otras estructuras que requieren cimientos en el agua. Este tipo de estructuras eran componentes esenciales del Imperio Romano.
Refinamiento
Vitruvio proporcionó una breve discusión sobre los materiales de acabado: yeso para paredes y techos, y pinturas para cualquier uso aplicable. También se discutieron las pinturas producidas a partir de minerales y vida marina, siendo dos los colores que son de especial interés:
- El pigmento azul se obtuvo mediante un proceso complicado que involucraba arena, nitrato de potasio y cobre en polvo. Esta mezcla se puso en un horno y el proceso químico produjo el pigmento azul.
- El púrpura fue descrito como «la belleza de apariencia más preciada y destacada». El morado, explicó Vitruvio, se obtuvo del molusco marino, y solo los de la isla de Rodas debido a su ubicación relativa al sol.
Vitruvio no proporcionó el origen de estas fórmulas o procedimientos para la obtención de varios pigmentos. Esta breve discusión sobre yesos y pinturas es importante como reconocimiento de que se utilizaron estos materiales. Su importancia para el imperio era mínima, pero desde una perspectiva estética añadida a la persona imperial, especialmente el púrpura, que significa realeza.
Órdenes de la arquitectura romana
Los «órdenes» clásicos describen un tipo de gramática arquitectónica que se desarrolló por primera vez en la arquitectura griega y luego fue adaptada y ampliada por los romanos. Esencialmente, los órdenes determinan la forma, las proporciones y la decoración de los elementos arquitectónicos básicos: la columna de soporte vertical (con base, fuste y capitel) y el entablamento apoyado horizontalmente (dividido en tres registros de abajo hacia arriba: el arquitrabe, friso y cornisa).
De una manera satisfactoriamente simétrica, las órdenes fueron redescubiertas y codificadas al revés, con un redescubrimiento de las órdenes romanas en el Renacimiento, solo para ser rechazadas más tarde en el siglo XVIII por puristas que cavaron más profundamente y desenterraron lo que consideraron órdenes griego más puro.
Las órdenes romanas, tal como las concibieron los teóricos del Alto Renacimiento desde Leon Battista Alberti hasta Sebastiano Serlio, incluían las órdenes griegas revisadas (dórico, jónico y corintio), así como sus propias adiciones (toscano y compuesto). Basaron sus definiciones en los escritos del arquitecto romano Vitruvio y en observaciones de primera mano de los edificios que este último describió en su tratado fundacional del siglo I a.C., De Architectura (Diez libros de arquitectura).
Orden toscano
Es una forma primitiva que se cree que es más antigua incluso que los órdenes griegos, pero las fuentes romanas no hacen énfasis de ello, solo los escritos del Renacimiento se refieren a él. Es el más simple de todos los comandos, con una columna suave y uniforme y una mayúscula simple.
Orden dórico
Se caracteriza por columnas achaparradas con capiteles redondos y un friso decorado con triglifos alternados (tres bandas verticales separadas por ranuras) y metopas lisas o talladas (bloques rectangulares). Junto con el toscano, este es el comando más simple y a menudo se asocia con la fuerza.
Orden jónico
Es más elegante y matronal, con columnas a menudo sin rayas, capiteles enrollados, frisos a veces decorados con bajorrelieves y dentículos meticulosamente tallados con una fila de pequeños bloques, debajo del cornisas.
Orden corintia
También es de naturaleza muy femenina como el jónico, este caracterizada principalmente por sus capiteles ornamentados que presentan dos filas de hojas de acanto talladas con pequeñas volutas (volutas en espiral) en las esquinas.
Orden compuesto
Es el más sofisticado, en sí es una combinación de grecia jónica y ornamentación corintia, un hermafrodita de patas largas. Sus columnas son altas y esbeltas, sus capiteles tienen abundantes hojas de acanto con grandes volutas, y su entablamento lleva un ostentoso friso tallado y cornisa.
La lectura renacentista de esta gramática clásica diseñó una jerarquía para el uso de órdenes en un edificio, comenzando en los pisos inferiores y avanzando hacia arriba: dórico, jónico, corintio y compuesto. No todos los controles debían usarse y el dórico se usaba necesariamente para el piso más bajo, pero cualquier cosa que comenzara se movía en el orden correcto.
Diseño urbano
La ciudad de la Antigua Roma, en su apogeo, una gran metrópoli de casi un millón de personas, consistía en un laberinto de calles estrechas. Después del incendio del 64 d.C., el emperador Nerón anunció un programa de reconstrucción racional, con poco éxito: la arquitectura de la ciudad siguió siendo caótica y no planificada. Fuera de Roma, sin embargo, los arquitectos y urbanistas pudieron lograr mucho más. Las ciudades se desarrollaron utilizando planes de cuadrícula originalmente diseñados para asentamientos militares.
Las características típicas incluyen dos calles de eje ancho: una calle norte-sur, conocida como cardo, y una calle adicional este-oeste bajo la identificación de decumanus, con el centro de la ciudad ubicado en su intersección. La mayoría de las ciudades romanas tenían un foro, templos y teatros, además de baños públicos, pero las casas ordinarias eran a menudo simples viviendas de adobe.
En términos muy sencillos, había dos tipos básicos de casa en la arquitectura romana: la domus y la ínsula. La domus, ejemplificada por las descubiertas en Pompeya y Herculano, generalmente comprendía una colección de habitaciones dispuestas alrededor de una sala central o atrio. Pocas ventanas tienen vista a la calle, la luz provenía en cambio del atrio. En la propia Roma, sin embargo, han sobrevivido muy pocos restos de este tipo de casa. Un ejemplo es la Casa de las Vestales en el Foro y la Casa de Livia en el Monte Palatino.
En general, solo los ciudadanos ricos podían permitirse casas con patios, atrios techados, calefacción por suelo radiante o jardines. Incluso entonces, las limitaciones de espacio en muchas ciudades provinciales significaron que incluso las casas acomodadas eran relativamente compactas. Las ciudades ricas fueron la excepción.
Tipos de construcciones
Los materiales, los métodos y la arquitectura se expresan en última instancia en estructuras. Es por ello que exploraremos los diversos tipos de estructuras producidas en la arquitectura romana, a continuación:
Foros
El foro era una área central abierta utilizada como lugar de encuentro, mercado o lugar de reunión para discusiones políticas o manifestaciones, un lugar central de la ciudad fundamental para comunicar ideas y noticias. Este estaba compuesto por varios edificios públicos que incluían mercados, tribunales, cárceles e instalaciones gubernamentales. Los foros no solo se encuentran en Roma, sino también en pequeñas ciudades. Muchos de estos no fueron construidos en el estilo simétrico deseado en Roma.
La recomendación de Vitruvio fue que el foro se construyera a la medida de la población, de modo que no estuviera abarrotado, o no pareciera desierto si se construyera demasiado grande. El Forum Romanum, el más importante de la ciudad de Roma, estaba en el valle entre las “colinas” de Roma. En sí este era un foro de usos múltiples, no construido perfectamente rectangular.
Como foro de uso múltiple, este espacio originalmente contenía tiendas, exhibiciones e incluso algunos en el se realizaban algunos concursos deportivos que luego fueron eliminados y relegados al teatro y al circo. El Foro, con sus pórticos y columnatas rodeados de templos y basílicas, habría presentado una vista impresionante.
A medida que el imperio crecía los sucesivos emperadores construyeron foros, no solo para la mayor necesidad de espacio cívico adicional, sino también como monumentos a ellos mismos, como: Julio César (antes del Imperio) agregó el primero, luego los gobernantes Augusto, Vespasiano, Nerva y Trajano. El foro de Trajano fue el más grande de ellos, y consistió en un espacio con: una columnata con tiendas, un área de marketing con más tiendas, una basílica, dos bibliotecas y el Templo de Trajano.
Los foros de Roma proporcionaron un tipo temprano de planificación urbana, ya que había foros en otras partes del Imperio Romano como en Palmira, Samaria, Damasco, Antioquía, Baalbek y Bosra en Siria; Pérgamo en Asia Menor; Timgad y Tebessa en África del Norte; y Silchester en Inglaterra. Todos estos fueron construidos con calles con columnas para brindar protección contra el clima.
Basílicas
La basílica era una gran sala rectangular de acuerdo a la arquitectura romana, por lo general dos veces más larga que ancha. Las basílicas eran salas de justicia y mercados comerciales y eran un lugar de gran importancia en Roma. El gran salón interior estaba flanqueado por pasillos con galerías sobre los pasillos. A los efectos de la ley, los funcionarios de la corte se sentaron en un estrado elevado en un ábside semicircular (una extensión circular de la sala rectangular).
El techo de la basílica estaba entramado en lugar de una cúpula, pero aún cubría la gran extensión de la sala debido al conocimiento romano de la construcción de truss. Los griegos habían comenzado a emplear tímidamente el concepto de celosía, pero los romanos pudieron utilizarlo con mayor eficacia. Abarcar el gran salón de la basílica sin el uso de vigas de soporte requirió algo de valor al principio. El exterior era simple y sin adornos, en comparación con la arquitectura romana tradicional.
Un ejemplo importante es la Basílica de Trajano, Roma 98-112 d. C. Construida por Apolodoro de Damasco, se adjuntó al Foro de Trajano y se ingresó desde él, y contó con bibliotecas griegas y latinas. La altura interna era de 120 pies y el techo era de vigas de madera, una construcción típica de las basílicas.
Otro ejemplo de la basílica fue la Basílica de Constantino, Roma. Junto al Foro Romano, esta era inusualmente grande con 80 pies de largo por 83 pies de ancho. Pero más notable es el momento de la construcción, 310-313 d.C., que lo ubica en los últimos días del Imperio. Debido a esto, comienzan a surgir algunos cambios en los métodos de construcción y la arquitectura romana.
El elemento de diseño de bóvedas que se cruzan sostenidas por un muelle receptor, un precursor de la estructura gótica, se incorpora a la construcción de la Basílica de Constantino. Este concepto de diseño también se utiliza más tarde en Constantinopla.
La basílica expresó imperio de una manera similar al foro. Como centro comercial, habilitó y ayudó a la economía romana; y como centro legal permitió el cumplimiento y la aplicación de la ley y alentó una sociedad civil. Esta fue una expresión más discreta de imperio, como lo indica el diseño simple de la estructura.
El gran salón característico de la basílica, fue posible gracias a los riesgos asumidos por los romanos en su construcción. Los griegos habían utilizado el concepto de celosía, pero los romanos emplearon su uso de forma más atrevida, produciendo la imponente sala sin apoyo de la basílica.
Templos
El templo era un lugar para votos personales, ceremonias rituales, publicidad de actos estatales, escrituras y documentos. Este espacio proporcionó un medio para informar al público de lo que estaba sucediendo en el gobierno, el ejército y otras organizaciones oficiales. Además, y lo más importante por su papel en el imperio, el templo era un símbolo de autoridad y, como lo describió Livio:
«Digno de reyes y hombres, y del poder de Roma».
Los templos romanos eran rectangulares y circulares algo muy característico de la arquitectura romana. Se construyeron templos rectangulares al estilo de los griegos con un podio y un pórtico. Los templos griegos eran normalmente dos veces más largos que anchos, pero los templos romanos eran más cortos en proporción.
La mayoría de los templos romanos rectangulares eran estructuras simples en comparación con los teatros, anfiteatros y baños, pero los templos son una buena evidencia de cómo la arquitectura romana podía cubrir grandes espacios sin la ayuda de soportes (50 a 60 pies).
Vitruvio dedicó dos de sus Diez libros al diseño y construcción de templos. Su primera advertencia se refiere a la simetría. La composición de un templo se basa en la simetría, cuyos principios los arquitectos deben tener el mayor cuidado en dominar. La simetría se deriva de la proporción, que se llama analogía en griego.
La proporción es la calibración mutua de cada elemento de la obra y del todo, a partir del cual se logra el sistema proporcional. Ningún templo puede tener un sistema compositivo sin simetría y proporción, a menos que, por así decirlo, tenga un sistema exacto de correspondencia con la semejanza de un ser humano bien formado.
Además Vitruvio se basó en gran medida en la precedencia griega en sus instrucciones sobre los templos, citando el conocimiento griego en diez casos específicos y la mitad de un capítulo para explicar la base griega para el uso de números. Esto refuerza la influencia griega en la arquitectura romana.
Los templos romanos se diferenciaban de los etruscos y griegos en que estaban dispuestos a enfrentarse a su foro asociado con énfasis en los escalones y el pórtico. Los templos griegos solían estar orientados al este y los templos etruscos al sur. Ejemplos de templos rectangulares romanos incluyen:
- Templo de Fortuna Virilis, Roma de 40 a. C.
- Templo de Marte, Roma entre 14-2 a. C.
- Templo de la Concordia en Roma entre 7 a. C. y el 10 d. C.
- Templo de Cástor y Pólux, Roma del 7 a.C.
- Templo Maison Carrée, Nîmes – Francia de 16 a. C.
Otros templos rectangulares notables son: el Templo de Diana, Nimes; el Templo de Venus, Roma; el Templo de Antonino y Faustina, Roma; el Templo de Saturno, Roma; el Templo de Júpiter, Baalbek; y el Templo de Baco, Baalbek. Todos estos templos reflejan el podio, el pórtico y el diseño de la columnata delos otros templos rectangulares.
Los romanos también edificaron diversas obras arquitectónicas templos circulares, entre los que se destacan los siguientes:
El Templo de Vesta, Roma, 205 dC. Este se encontraba custodiado por las Vírgenes Vestales que guardaban el fuego sagrado, que significaba el centro y fuente de la vida y el poder romanos. Curiosamente, Vesta fue destruida por el fuego y reconstruida varias veces. Vesta fue construido con un podio y columnata y era similar a los templos rectangulares, pero obviamente diferente por ser circular.
El edificio mejor conservado de la antigüedad es el Panteón. Este se construyó en dos períodos diferentes. El primero como un espacio abierto por Agripa, el yerno de Augusto, y se completó en el 25 a. C. La famosa rotonda fue agregada por Adriano entre el 118 y el 125 d. C. El Panteón emplea el uso de la cúpula, otra de las características más destacadas de la arquitectura romana.
El Panteón, sin embargo, es una estructura única en varios sentidos. La construcción de la cúpula del Panteón con un diámetro de 143,5 pies es un




















