Cómo aprender a meditar: Consejos y trucos para principiantes

Cómo aprender a meditar

La meditación es una práctica que cada vez se incorpora mucho más en nuestra salud mental. Se conoce a fondo sus beneficios y cuando se ejercita con constancia sus resultados son sorprendentes. Si no conoces cómo practicarlo, tenemos la técnica de cómo aprender a meditar.

Para que el proceso sea eficaz se ha de buscar siempre un lugar tranquilo y disponer de unos minutos sin conexión con el exterior. Sinceramente, hay que centrarse en uno mismo y entrenar a la cabeza, algo que resultará bueno para combatir pensamientos negativos. Te animamos a que practique esta técnica con pasos sencillos que podrás incluir en tu vida diaria.

¿Cómo aprender a meditar?

Meditar es encontrar el mejor momento de relajación para uno mismo. Al principio puede resultar difícil, ya que se requiere de entrenar el cerebro a base de paciencia y tranquilidad.  Desconecta cualquier dispositivo que pueda interferir durante la meditación, por ejemplo, apaga o desconecta el sonido del dispositivo móvil. Es recomendable comenzar con meditaciones de 5 minutos, por lo que puedes hacer una programación con algún dispositivo para controlar ese tiempo.

Busca un lugar tranquilo

El primer paso es sentirte cómodo antes de empezar, la ropa también ha de ser agradable. Buscar un lugar tranquilo, generalmente sin ruidos que puedan distraer. Lo ideal es una habitación, pero hay personas que sienten bien en plena naturaleza.

Cómo aprender a meditar

La postura para meditar

Sentarse es la postura que más adoptan las personas. Puedes hacerlo incluso en el borde de la cama. Otra postura es estar tumbado boca arriba, un hecho que gusta mucho, aunque se corre el riesgo de quedarse dormido.

Comienza con la concentración

Hay que comenzar a relajarse completamente. Se comienza con las respiraciones, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Si te concentras bien con la respiración será mucho más fácil alcanzar la relajación. Observa mientras lo haces y haz un escaneo mental para que todas las partes de tu cuerpo están totalmente relajadas. Visualiza primero la cabeza, los hombros, cuerpo y finaliza en los pies.

Entrando en el momento de la meditación

Nos sumergimos en la relajación. La idea es evitar cualquier pensamiento que venga y apartarlo. Si nunca has llegado a este punto, observarás como viene una avalancha de pensamientos que no puedes controlar. El objetivo es poder controlarlos, comenzando a esquivar todo lo que viene a la cabeza. Al principio es difícil, pero según avanzan las sesiones se va controlando. La finalidad es poder alcanzar un momento relajado, generalmente sin pensar en nada.


No obstante, existen varias formas de meditar, te animamos a que eches un vistazo a los tipos de meditación que puedes encontrar:

  • Meditación enfocada en la respiración. Es la que hemos descrito, con la finalidad de centrarse en respirar para llegar a una mayor concentración y relajación.
  • La meditación de atención plena, es la llamada mindfulness. Se basa en centrarse en ese momento presente, observando los pensamientos y sentimiento de una forma objetiva y sin juzgarlos.
  • Meditación guiada. Es un tipo de meditación que se guía por una voz, en algunos casos con música relajante.
  • La meditación con el escaneo corporal. La persona se relaja y hace una observación de las diferentes partes de su cuerpo para liberar tensiones.
Cómo aprender a meditar

Meditación guiada

Consejos para las personas que comienzan a meditar

A veces es difícil conseguir este tipo de disciplina, pero los resultados con el tiempo son excepcionales. Hay que buscar siempre un momento del día para poder realizarlo, por ejemplo, después de comer, al principio de la mañana o por la noche antes de acostarse. Hay que hacerlo todos los días para seguir esa rutina.

Comenzando con 5 minutos al principio es suficiente. Al cabo de varias semanas de puede ampliar a 10 minutos o hasta 15. La meditación no tiene un tiempo programado, hay personas que necesitan hasta 30 minutos para sentirse bien.

No te juzgues o te enfades sino consigues relajarte al principio. Es muy fácil distraerse al principio y es muy común. Con el tiempo conseguirás neutralizar tus pensamientos. La idea radica en poder relajar todo lo que viene a tu mente, enfocarlos con agrado y saber neutralizar lo tóxico.

Sin duda, hay que ser paciente, ya que consiste en una habilidad que se desarrolla con el tiempo. Entre todos sus beneficios estará en relajar la mente, el estrés y aumentar otros valores, como la concentración.


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