La amatista es la piedra preciosa de la paz, la tranquilidad y la armonía. Es una variedad violeta del cuarzo apreciada en la joyería pero también en el mundo espiritual como piedra de sanación física y emocional. Conocida por sus propiedades y usos de la amatista, esta gema es valorada no solo por su belleza, sino también por sus usos en la meditación y la sanación.
Hoy hablamos de esta piedra de color violáceo tan característico, de sus propiedades, usos, origen o de cómo realizar una limpieza.
Amatista: significado y origen
La amatista es una variedad violeta del cuarzo. Su color puede variar desde muy claro a muy oscuro, siendo el violeta intenso el más cotizado. El color depende de la cantidad de hierro que contenga cada cristal. Es habitual encontrar que el color no es uniforme sino que se degrada de claros a oscuros, pero siempre dentro de la misma gama cromática.
La amatista, el calor y el cambio en el color
La amatista es una piedra muy resistente a ácidos aunque es muy vulnerable al calor que puede cambiar su color a un tono pardo, amarillento o anaranjado verdosos. Tonos más color tierra. A partir de los 300ºC es cuando puede cambiar el color. En 450ºC se torna amarillenta, en los 500ºC naranja y en los 600ºC un tono lechoso.
Los cambios del color con el calor se deben al mismo motivo de la variedad violeta: el hierro. El color original puede volver a través de irradiaciones.
Origen
Se trata de una piedra magmática que se da en zonas abundantes con óxidos de hierro en temperaturas inferiores a 300ºC, algo que le da su color característico. Lo más normal es encontrarla a modo de geodas dentro de piedras de ágata o recubriendo la superficie de una piedra. También es posible verla en filones acompañando a otros minerales.
Los yacimientos de amatista son bastante habituales y se dan a lo largo de todo el planeta. Ahora bien, los yacimientos que dan amatista de alta calidad y usada para joyería son más escasos y pueden encontrarse en Brasil (Río Grande do Sul), Bolivia (Santa Cruz), Canadá (Ontario), Egipto (Asuán), España (Sierra Minera de Cartagena-La Unión), EEUU (Arizona), Marruecos (Región de Sus-Masa), Méjico (Amatitlán) y Uruguay (Riberas del río Catalán).
Se le denominó «amatista» porque procede del griego «amethystos» (no borracho), ya que en la antigüedad se le daba poderes antiembriaguez a esta piedra.
Se ha encontrado en yacimientos arqueológicos de Egipto a modo de joyas en las tumbas de los faraones. En China era frecuente utilizarlas en las muñecas como pulseras protectoras. Puedes explorar más sobre los usos de la amatista en la historia y su simbolismo.
Propiedades curativas y espirituales de la piedra amatista
La amatista simboliza la tranquilidad, la paz y la serenidad. Esta piedra puede ayudar a que la persona se serene y su alma esté en calma. Para ello solo habría que sujetarla en la mano con la que no se escriba.
Propiedades sanadoras emocionales de la amatista
- Ayuda a relajar las emociones intensas.
- Atrae la tranquilidad y serenidad
- Mejora el insomnio.
- Aumenta la seguridad en uno mismo.
- Ayuda ante situaciones de perdidas de un ser querido.
- Mejora la armonía familiar y de nuestras relaciones personales.
Además de todo ello, se le atribuyen propiedades curativas como por ejemplo aliviar los dolores producidos por la migraña o para problemas de la piel y respiratorios. Practicar meditación con esta piedra es algo que recomiendan muchos expertos en ese campo ya que ayuda a aumentar la energía positiva interna. Para más información sobre piedras energéticas, puedes visitar piedras energéticas y sus beneficios.
Lo importante es siempre llevarla encima, sea la forma que sea, piedra, joya.. y dependiendo de lo que queramos tratar utilizarla de una u otra forma:
Autoestima: necesitaremos tres piedras para colocarlas en frente, corazón y abdomen donde las tendremos unos diez minutos al día durante una semana.
Pérdida de un ser querido: usarla a modo de brazalete o collar.
Migrañas: usar dos cristales debajo de la nuca y otro entre los dos hemisferios del cerebro, que vendría a ser justo en el centro de la cabeza. De manera cómoda tumbado permanecer con los cristales durante diez minutos y repetir varios días.
Uso, limpieza y recarga de la amatista
La amatista no es un minera que retenga las malas energías por lo que su limpieza no es necesaria. Ahora bien, si se quiere limpiar hay que hacerlo de la misma manera que se limpiaría cualquier cuarzo: colocar la amatista en un envase de vidrio con sal marina durante un par de horas. Así conseguiremos cargar la piedra. Otra opción es dejar que la luna la bañe con su luz toda una noche. Para una limpieza más profunda, también puedes leer sobre rituales de limpieza y recarga.
Usos y cuidado en joyería
Ya en el antiguo Egipto la amatista era utilizada para crear joyas, pero no solo eso, también sellos y otros objetos de valor. Con la llegada de la Edad Media y el apogeo del cristianismo simbolizaba la renuncia a los bienes terrenales y la castidad por ello se optaba por esta piedra para anillos de cardenales y obispos.
La amatista, como otras piedras es utilizada en la joyería, pero no todas las amatistas se usan. Las amatistas de color morado intenso y más homogéneo son las que se usan para crear joyas como el anillo de la fotografía de arriba. El resto de piedras están destinadas a objetos de decoración, arte o piedras sanadoras. Se dice que la mejor amatista se extrae en Brasil.
En joyería, tratada como una gema, recibe diferentes nombres dependiendo de su tonalidad:
- Rosa de Francia: amatista de color lila claro
- Siberiana: amatista de color violeta intenso con destellos rojos.
- Ametrino o bolivianita: mezcla de amatista y citrino (cuarzo ambarino)