Crítica de After Hours, el nuevo disco de The weekend

After Hours no podría haber llegado en mejor momento. La población mundial está confinada por culpa del coronavirus. Los Disney Pus y Netflix echan humo después de habernos zampado el nuevo documental Tiger King del tirón. The Weeknd, un artista de primerísima primera división que cuenta con el presupuesto para hacer el album que le dé la real gana, lanza la continuación del histórico Starboy de 2016.Teníamos más ganas de escuchar After Hours de que se terminase la crisis del coronavirus. Nada podía salir mal. Y, sin embargo. Sólo nos gustan tres canciones del nuevo disco del cuarto disco de The Weeknd tras Kissland, Beauty behind the mandness Starboy, el mejor disco de The Weeknd hasta la fecha.

Edición DELUXE de After Hours

Ni una semana después de su lanzamiento oficial, The Weeknd sorprendió con una versión especial ampliada de After Hours (en una jugada que recuerda mucho a la ejecutada también este mes por el rapero Lil Uzi Vert).

La edición Deluxe de After Hours contiene cinco nuevos cortes:

  • Blinding Lights remix por Chromatics, con colaboración de Johnny Jewel
  • Save your tears, OPN remix, con Oneohtrix Point Never
  • Heartless Vapor Wave Remix, con Lil Uzi Vert y DaHeala
  • After Hours The Blaze remix
  • Scared to live, interpretada en Saturday Night Live (SNL)

?Crítica de After Hours: ochentero, pero no tanto

Antes de meternos en faena, un inciso: The Weeknd no es un artista cualquiera. Como Taylor Swift, Drake o Eminem, cuenta con tanto dinero como fans. La promoción de After Hours en sus semanas previas ha sido colosal (no sólo en Instagram). Sólo así puede entenderse el acontecimiento único de que un disco nuevo logre acaparar la absoluta totalidad del top de lyrics más consultadas en Genius durante dos días. Conseguir esto ya es de por sí algo colosal que da buena idea del poder de convocatoria del cantante que estamos analizando. Y al que, por eso mismo, le exigimos más. A Michael Jackson II sólo podemos exigirle la perfección. Y After Hours no es perfecto.

After Hours, el nuevo disco de The Weeknd, INVADE Genius.

Que un lanzamiento musical te pille por sorpresa es digno de celebrar. En cuestiones de arte, en la comodidad se instala la repetición y, más pronto que tarde, con la repetición aparecen el fracaso y el olvido.

El nuevo disco de The Weeknd es muy poco pop y muy mucho ensoñación empastillada con demasiadas temáticas clásicas de The Weeknd que ya nos sabemos de memoria. El sonido se aleja de Starboy y abraza el de sus primeros trabajos, con importantes dosis de algo a lo que podríamos bautizar como modernismo ochentero contemporáneo.

Qué malo que eres, Abel. Que atormentado debes de estar, pobrecito Abel. Si no fuera por las tres obras maestras del tramo final, In your eyes, Blind Lights Save your tears, estaríamos hablando de fracaso. Y ésta, por supuesto, sólo es nuestra opinión. Y también la de los miles de fans que pensaron que After Hours estaría compuesto por 13 variaciones de la fanfarría de energía y electricidad que es la maravillosa Blinding Lights.

Y no. After Hours es una colección de temas en el que el nombre de la ex de The Weeknd, Bella Hadid, sobrevuela por cada canción. After Hours tiene una atmósfera a lo Ultraviolence de Lana del rey: nos deja la habitación llena de ecos místicos elevados. After Hours es una conversación de chat entre Hadid y The Weeknd. Ella en el fondo está hasta el coño, pero le sigue respondiendo los rebuznos. Él, hasta arriba de farla, le dice que lo siente mucho, que puede cambiar, mientras busca en WhatsApp (con lamentos y reverberación de cueva) el chat con el camello y el chat con las otras cuatro groupies a las que no puede permitirse dejar en visto.

Y así todo el rato.

After Hours se hace cargante, aunque es ideal para escuchar mientras te das un baño con la luz apagada, velas aromáticas e inquietudes sobre el devenir de la raza humana ante la pandemia.

Al final resultó que el single After Hours era el sonido más representativo del álbum After Hours. Comprensible, ok.

Pero que no nos hubiesen enseñado Blinding Lights.

? After Hours: un nuevo capítulo de la vida triste y desolada de The Weeknd

Pobrecito Abel Tesfaye. Qué mal que lo está pasando el angelito con tanto desamor. Con tanta cocaína que, en el fondo, no querría tomar. Pero que necesita tomar. Porque sin coca no hay problemas, y sin problemas no hay desamor, y sin desamor no hay canciones. Pobrecito Abel Tesfaye. Qué mal que lo está pasando el angelito con tanto desamor.

Ya en su corte introductorio, Alone again, recibimos una buena dósis de la constante atmósfera que invadirá After Hourstristeza, desolación, ya no soy el mismo de antes. Ayúdame por dios. Se menciona brevemente que en Las Vegas se siente como en casa. Como ya aprendimos en el espectacular vídeo de Blinding Lights, Las Vegas será sinónimo de locura y drogas. Toda la evasión que necesita el tóxico The Weeknd para escapar de la realidad de millones y mujeres que la tiene atrincherado:

Oh, oh, oh, how much to light up my star again
And rewire all my thoughts?
Oh, baby, won’t you remind me what I am
And break, break my little cold heart?

Oh, oh, oh, ¿cuánto por encender mi estrella de nuevo
y cablear todos mis pensamientos?
Oh, baby, por qué no me recuerdas quién soy
y rompes, rompes mi pequeño corazón frío?

A poco que te despistes, el nuevo disco de The Weeknd entra en una dinámica donde un buen puñado de canciones se te pueden mezclar en la cabeza como si fueran una sola. Too late, Scared to live, Escape from LA, Hardest to love (algo más poppy y bailable, parece sacada de la BSO de Diamantes en bruto, donde participa The Weeknd) tienen demasiado en común. Muy oníricas, profundas e intensistas. Se nota la impronta del responsable de la BSO de Diamantes en bruto, Daniel Lopatin.

Temáticas redundantes («me he portado mal, hice cosas que no debiste ver, ya es muy tarde para nosotros, ya no soy el hombre que solía ser, etc») que se funden con una constante atmósfera nostálgica y somnolienta, excesivamente ritual a pesar del bombo, caja y sintetizadores. No decimos que esté mal. Es arriesgado y eso siempre es de aplaudir. Pero a nosotros no nos ha cautivado lo más mínimo. Y no, no nos interesa demasiado escuchar que tuviste sexo con alguien en tu estudio (Escape from LA).

? Las 3 canciones que lo compensan todo: Blinding lights, In your eyes Save Your tears

Aquellos que a la altura del noveno corte hayan sucumbido a la cabezadita están de enhorabuena: los cortes 9,10 y 11 suponen un giro de 180 grados en el que The Weeknd despacha tres canciones que son CLÁSICOS INSTANTÁNEOS.

I-M-P-R-E-S-I-O-N-A-N-T-E

Siguiendo la senda de borrachera de sintetizadores y atmósfera ochentera que ya nos cautivó en Blinding Lights, en la segunda mitad del disco llegan dos canciones llenas de energía y positividad que construyen una inesperada laguna bailable de felicidad sin ambages. Junto con In your eyes y Save your tears se construye una trilogía homenaje a la música de los ochenta que por sí sola justifica a After Hours entero. Estas tres canciones son lo mejor del nuevo disco de The Weeknd. También, lo menos arriesgado. Un sonido seguro que no puede fallar (de hecho, In your eyes apesta a videoclip, por dios, que le levanten una estatua a ese saxo).

Es un disco correcto. Pero estábamos demasiado hypeados. No aprendemos. Como Abel.


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