Existen muchas dudas y curiosidades alrededor del orgasmo que hoy me gustará comentar con vosotros. Algunas de las cosas que se piensa sobre el orgasmo es si hay alguna diferencia entre el orgasmo de una mujer y el de un hombre. También hay quien cree que tener un orgasmo nos ayuda a quedarnos embarazadas.
Estas y muchas ostras dudas sobre el orgasmo es lo que vamos a aclarar en este post. Siempre podéis dejarnos un mensaje y opinar al respecto, explicarnos vuestras experiencias o cómo lo véis.
El orgasmo siempre ha sido un tema central desde que nació la ciencia. Hay cientos y cientos de estudios sobre el tema para entender qué pasa en nuestro cuerpo en ese momento, se intenta indagar si hay uno o más puntos erógenos, cómo se llega, por qué no se llega, qué pasa antes y qué pasa después. Las respuestas conciernen tanto a mujeres como a hombres y la ciencia trata de dar todas las respuestas.
¿Qué es un orgasmo?
Pero, ¿qué es el orgasmo? el orgasmo es el clímax de la excitación sexual, acompañado de un particular estado de conciencia intensamente placentero. Puede lograrse siguiendo tanto la estimulación somática como la psicológica. Se caracteriza por una serie de acciones neuromusculares no controladas por la voluntad, que culminan para el hombre en la eyaculación y para la mujer en las contracciones perivaginales, determinando la resolución de las tensiones sexuales.
El orgasmo activa una treintena de áreas diferentes del cerebro
Una investigación de la Universidad de Rutgers, coordinada por Barry Komisaruk, un neurocientífico de renombre mundial que ha dedicado gran parte de sus estudios al orgasmo, ha mapeado las áreas del cerebro involucradas en alcanzar el clímax sexual. Las imágenes de resonancia magnética funcional han demostrado que en el momento del orgasmo, independientemente del género, el cerebro comienza a encenderse en casi todas partes. De hecho, el placer activa una treintena de áreas distintas del cerebro. Además de las relacionadas con el sentido y el tacto, también interviene la zona del hipotálamo, ligada al control involuntario del cuerpo, o la corteza prefrontal, responsable de la capacidad de resolución de problemas y la zona del sistema límbico, que procesa las emociones y la memoria.
Es bueno para el corazón, el cerebro y el sistema sanguíneo
Nadie piensa en el orgasmo como un método para mejorar nuestro estado de salud pero la realidad es que influye positivamente. El orgasmo es una verdadera panacea para el corazón y el sistema sanguíneo, hasta el bienestar de los músculos y las articulaciones. Pero los efectos son notables no solo a nivel del órgano en sí sino incluso en el cerebro. Al activar muchas de sus áreas, el cerebro supera los beneficios que otorgan los juegos mentales, convirtiéndose en un verdadero gimnasio para la mente.
Menos temeroso, más desinhibido
Los investigadores han demostrado que cuanto más nos acercamos al orgasmo, más experimentamos grandes disminuciones en la actividad de la amígdala, una región del cerebro crucial para nuestra percepción del miedo, y en la de la corteza orbitofrontal, un área responsable del control de los impulsos. En resumen, la consecución del placer nos permite no tener más miedo a nada y perder cualquier forma de control.
El orgasmo femenino dura más que el masculino
Los estudios que se han llevado a cabo hasta día de hoy demuerstran que los orgasmos entre hombres y mujeres son idénticos en el sentido de que activan las mismas áreas del cerebro pero tienen una pequeña diferencia. La única diferencia radica en la duración. El femenino suele durar 20 segundos más que el masculino.
Más posibilidades de quedar embarazada si hay orgasmo
¿Hay alguna manera de quedarse embarazada más fácil? ¡Sí, experimenta un orgasmo! Existe un estudio que ha demostrado que hay más posibilidades de quedarse embarazada cuando la mujer alcanza el orgasmo. Pero no es una cuestión física, en realidad, la razón es psicológica. Parece que poco tiene que ver el hecho de que durante el placer intenso el cuello uterino, que está inmediatamente encima de la vagina, tenga un mayor número de movimientos, actuando como una bomba. Esto es lo que muha gente cree, pero la realidad está en la mente.
Muchas parejas se preguntan si existen posiciones que faciliten la fecundación del óvulo. En realidad, un estudio realizado por la Universidad de Sheffield demostró que cualquier posición que se adopte en las relaciones sexuales es adecuada para la concepción. Y que, al terminar el coito, puede ayudar estirarse, pero no más de 5 minutos. Después de todo, los espermatozoides tardan unos diez minutos en llegar a las trompas de Falopio. Así que, después de recuperar el aliento, podemos levantarnos con seguridad.
Después del pico del placer viene el sueño
Sentirse somnoliento después del orgasmo es normal y no debe interpretarse como una falta de interés hacia la pareja o por parte de la pareja. Durante el acto la excitación aumenta la actividad cardiovascular y se liberan dos hormonas en grandes cantidades: la oxitocina y la prolactina. La primera es la hormona del «bienestar», que en los hombres puede hacer que sea más fácil conciliar el sueño. El segundo, en cambio, estimula el sentido de apego en la mujer, mientras que en los machos induce una reducción del apetito sexual, que coincide con el llamado período refractario (en el que no es posible tener otra erección). Pero también juegan un papel importante las endorfinas, moléculas producidas por el organismo muy similares a la morfina, que inducen una sensación de satisfacción y bienestar.
Existe un orgasmómetro
En 2018 se desarrolló un orgasmómetro en la Universidad de Tor Vergata en Roma, es decir, una escala de placer para puntuar la intensidad del orgasmo obtenido con un determinado tipo de masturbación en comparación con otro o para compararlo con el obtenido durante las relaciones sexuales. La investigación, realizada por el equipo de Emmanuele Jannini, profesor de endocrinología y sexología médica en la Universidad de Roma Tor Vergata y ex presidente de la Sociedad Italiana de Andrología y Medicina Sexual, fue publicada en Plos One.
En el estudio, el orgasmómetro estudió en 526 mujeres (entre 19 y 35 años) tanto la intensidad del orgasmo como su ocurrencia (puntuaciones de 0 a 3 indican que no hubo orgasmo). De los resultados se dedujo que la intensidad de los orgasmos aumentaba con la edad y que, aunque 8 de cada 10 mujeres tenían una relación estable, su placer no era mayor que el de las solteras. Más del 62% de las mujeres se masturbaban más de una vez por semana y cuanto más frecuente era la masturbación, mayores eran los valores de intensidad del orgasmo.
Perder el control es un requisito imprescindible para el placer femenino, pero al mismo tiempo es importante conocerse, casi diría que se entrena para llegar al orgasmo física y mentalmente. Y la mejor forma de hacerlo es la masturbación. Los hombres lo logran en casi todas las condiciones, mientras que para las mujeres es menos obvio.
El orgasmo como medicina
El término histeria significa patología del útero. Hubo un largo período en la historia de la medicina y la psiquiatría en el que se creía que la histeria provenía de la frustración sexual, la falta de orgasmo. Las curas fueron variadas, y las hubo violentas y atroces, pero no todas. Se requería que los médicos hicieran que sus pacientes tuvieran un orgasmo, al igual que la medicina real, masturbándolos.
El nacimiento de los vibradores
El primer vibrador eléctrico (el Jolly Molly, por el nombre de la prostituta sobre la que se desarrolló, fue obsequiado a la reina Victoria) lo inventó, no por casualidad, un médico londinense cansado de calambres en las manos. La industria, ya a finales del siglo XIX, producía y publicitaba consoladores y vibradores para uso exclusivo de los consultorios médicos, probablemente para gran alegría de los pacientes. Contradicciones de la sociedad victoriana: por un lado aborrecía la masturbación, por otro celebraba su uso terapéutico, aunque sólo fuera en mujeres.
Pero el diablo está en los detalles. Algunos anuncios, en los periódicos más pomposos, siempre enfatizando el uso terapéutico, sugirieron que las máquinas también podrían ser utilizadas analmente por hombres. Eran falos conectados con poleas y varillas a un artilugio parecido a una rueda de bicicleta que el doctor hacía girar con una mano mientras con la otra hojeaba las páginas de un periódico, esperando la rítmica entrada y salida del implemento en la vagina de la paciente. Y esperaba a que provocara un orgasmo terapéutico. E incluso hubo algunos conectados a una pequeña máquina de vapor.
Orgasmo múltiple y orgasmo con eco
El orgasmo del tercer tipo, el que te hace sentir en órbita, como explica Caputo «es el tren de contracciones propio del multiorgasmo, una serie de picos de menor intensidad y menos explosivos, pero que se suceden rápidamente a intervalos de muy corta distancia»: un placer que parece terminar solo cuando estás exhausto.
El orgasmo con eco se inicia con un primer orgasmo intenso seguido de un par de otros orgasmos más cortos y menos potentes. El placer estalla con un grito, luego se esparce como un eco, desvaneciéndose en una tranquilidad dulce y satisfecha.
Pero, ¿cómo amplificas tus sensaciones? Según las investigaciones, mientras que para llegar al orgasmo a través del autoerotismo se activan las áreas cerebrales relacionadas con el control y la imaginación y se requiere cierta concentración “mental”, cuando estás con tu pareja esas mismas áreas se desactivan y para llegar al ápice es fundamental poder abandonarse a las sensaciones y permanecer concentrado a nivel «físico».
En otras palabras, el placer es tanto más intenso cuanto más te puedas soltar.